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David Chase vuelve a Tony Soprano en 'Santos criminales'

El guionista y productor de 'Los Soprano' está detrás de la película dirigida por Alan Taylor y que es de hecho una precuela de la famosa serie de HBO

Fotograma de ’Santos criminales’.

Fotograma de ’Santos criminales’. / EPE

Quim Casas

David Chase llevaba tres décadas escribiendo y produciendo para televisión y cine antes de crear Los Soprano (1999-2007). Había comandado series como Los casos de Rockford y producido medio centenar de episodios de Doctor en Alaska. Incluso participó en el guion en 1972 de una barata película de terror, La tumba del vampiro, basada en una novela suya sobre la venganza que emprende un joven cuya madre fue violada por un vampiro. Pero la irrupción de la historia de Tony Soprano y su clan en el ocaso del siglo XX lo convirtió en uno de los autores fundamentales para entender los cambios (buenísimos) experimentados por la serialidad televisiva en los últimos tiempos. Ahora Chase está detrás de la película Santos criminales, una precuela de la serie, como guionista y productor. El filme llega este viernes a nuestros cines.

Chase nació en Nueva York, en 1945, pero creció al lado, en Nueva Jersey, ciudad en la que ambientaría las andanzas de Tony Soprano, el primer mafioso de la historia que sufre crisis de ansiedad y necesita ir a terapia con una psiquiatra. Chase, como otro David televisivo ilustre, el David Simon de The Wire, asumió los modos de un Shakespeare moderno para crear un personaje tan vil como irresistible, tan mezquino, ambicioso y miserable como creíble, y comprensible hasta en sus actos más violentos, por todo tipo de telespectadores. Tony Soprano puede tener algo de Ricardo III u Otelo. De hecho, se ha llegado a escribir que, si Shakespeare viviera actualmente, formaría parte del equipo de guionistas de Los Soprano. Por cierto, en ese equipo estuvieron Matthew Weiner (después creador de Mad Men), Terence Winter (responsable de Boardwalk Empire) o Michael Imperioli (que interpretó en la serie a Christopher Moltisanti, uno de los sobrinos de Tony).

Imperioli repite el mismo personaje en Santos criminales, la película que viaja atrás en el tiempo y se extiende entre 1967-1972 para mostrarnos otros aspectos de las familias Moltisanti-Soprano cuando Tony era un niño y, después, un adolescente ajeno, de momento, a los negocios criminales de los suyos. Chase solo dirigió dos episodios de su serie, los más importantes, el primero y el último. Y una vez cerrada, aseguró que no habría una continuación, más allá de la manifiesta imposibilidad de acometerla tras la muerte de James Gandolfini en 2013. Pero dejó unas cuantas puertas abiertas a la posibilidad de hacer una precuela. No dijo si en cine o televisión. Se ha decantado por lo primero.

Pese al cambio de época y la estética que ello comporta, conecta directamente con el espíritu de ‘Los Soprano’

Chase produce y escribe. De la realización se encarga Alan Taylor, director de nueve episodios de Los Soprano a lo largo de sus seis temporadas. La utilización de temas de rock, blues, funk, folk o crooner tiene más que ver con el cine criminal de Martin Scorsese que con la serie original. En eso, Chase se ha adaptado a los tiempos. Pero empleando la música con subtexto. Porque no solo suenan Frank Sinatra o el San Francisco de Scott McKenzie, máxima expresión musical del verano del amor. También está Gil Scott-Heron con su The Revolution Will Not Be Televised, una canción de 1971 que focalizaba la rabia de los afroamericanos: los conflictos raciales es uno de los temas importantes en la película. Todo lo demás, pese al cambio de época y la estética que ello comporta, conecta directamente con el espíritu de Los Soprano.

James Gandolfini y David Chase, en el rodaje de 'Los Soprano'.

James Gandolfini y David Chase, en el rodaje de 'Los Soprano'. / HBO

Tony es en este caso un simple testigo de los acontecimientos. No los narra él, sino que la voz en off pertenece, en retrospectiva, a uno de sus futuros sobrinos. La película se cuenta de este modo desde el tiempo presente, como una rememoración que comienza tras concluir la serie. El centro de la historia le pertenece a Dickie Moltisanti, encarnado por Alessandro Nivola. Es el tío de Tony, su pariente preferido, comprensivo, simpático, atractivo, decidido. Pero es, simplemente, en lo que luego se convertirá Tony, otro de esos antihéroes creados por Chase con influjo shakesperiano: su itinerario en el relato va de cometer los crímenes más atroces a buscar la redención a través de actos tan singulares como entrenar un equipo de béisbol formado por jóvenes jugadores ciegos.

Al joven Tony le encarna el joven Gandolfini, Michael, hijo de James. Y destacan las composiciones de Vera Farmiga (su madre), Corey Stoll (el pariente estilo Borgia) y Ray Liotta, quien se desdobla como el padre y el tío de Dickie.

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