ARRANCA LA TEMPORADA

Castellón vuelve a ser el epicentro de los festivales en España

Las macrocitas musicales regresan a la provincia con el formato prepandemia

El impacto económico de los eventos en la zona se prevé superior a los 60 millones

Festival Internacional de Benicassim en 2019.

Festival Internacional de Benicassim en 2019. / EFE/ Domenech Castello

Iván Checa

Castellón recupera este verano su liderazgo en macrofestivales en España en su máximo esplendor. El formato previo a la pandemia regresa después de un par de años de parón o, en algunos casos, de supervivencia, ya que varias citas se reinventaron en el 2021 hacia ciclos de conciertos más reducidos para poder compaginarlos con la situación epidemiológica de entonces.

Gigantes como FIB, Rototom y Arenal Sound volverán a congregar en las localidades castellonenses de Benicàssim y Burriana a miles de asistentes alrededor de la música y la experiencia que envuelve a cada uno de estos certámenes.

También el Mar de Sons en la mencionada localidad de la Plana Alta avanza hacia un festival al uso después del éxito de sus ciclos de conciertos en ediciones anteriores, mientras que el ya consolidado Peñíscola from Stage ofrece actuaciones para todos los gustos en la turística ciudad del Baix Maestrat.

Más allá de estas citas, que son las más conocidas, tendrán lugar otras más emergentes o de menor tamaño a lo largo y ancho del territorio provincial. De hecho, Montanejos será la capital de los festivales en el interior, con el Vallesonora, y Orpesa estrenará cita dedicada en exclusiva al reggaeton.

De hecho, como antesala, el SanSan Festival de Benicàssim congregó en primavera a unas 40.000 personas en el recinto de festivales, en el que se erigió como el primer evento de este tipo sin restricciones en más de dos años. 

Una extensa programación que también tiene una importante repercusión económica en Castellón. Solo los festivales más grandes dejan cada año, según los estudios previos a la pandemia, 60 millones de euros en la zona, por lo que se prevé que el impacto sea igual o mayor en la temporada estival de regreso a la plena normalidad.

Más allá del regreso, los organizadores de algunos de estos certámenes trabajan ya en perfeccionar su modelo para convertirse en eventos inteligentes. Hay sobre la mesa un modelo del Invattur para, a partir de las nuevas tecnologías, ofrecer una experiencia más completa, información al detalle en tiempo real y reducir la huella medioambiental de las miles de personas que cada año pasan por la provincia con la excusa de ver a su grupo favorito, pasar unos días en las playas o bailar toda la noche.

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