ENTREVISTA

"El dinero, el poder y los negocios siguen siendo tabú entre mujeres"

Lula Ballarino, directora general de Womenalia, señala que esta plataforma nace para ayudar a las mujeres en su desarrollo y empoderamiento profesionales bajo el lema "más fácil juntas"

Lula Ballarino, directora general de Womenalia

Lula Ballarino, directora general de Womenalia / Jorge Zorrilla

¿Qué significa formar parte de la red de Womenalia?

Lo que caracteriza a la red de Womenalia es que somos mujeres con ganas de crecer en empresas, en nuestros propios negocios, en los hogares o a nivel intelectual; mujeres con ganas de crecer hasta donde cada una quiera llegar. No es una red de ejecutivas, directivas y empresarias; aquí hay autónomas, empresarias, emprendedoras, madres y mentoras. La visión de Womenalia es que ‘es más fácil juntas’, cada una hasta donde quiera llegar pero siempre un pasito más. A lo mejor no te quieres mover de puesto de trabajo, pero sí ganar más dinero y, por eso, nosotros les damos esos espacios que les permitan hacer networking.

Además de tener esta comunidad, somos una de las mayores empresas de servicios referentes en mujeres. Vendemos servicios de consultoría a empresas y a gobiernos en temas de género, damos información y acompañamiento, llevamos a cabo procesos de selección e implementamos sus planes de crecimiento para que integren esa fuerza laboral diversa en sus plantillas, entre otras cosas. También damos servicios de marketing para conectar con las mujeres profesionales y emprendedoras, y les ayudamos a adaptar su mensaje más inclusivo para que puedan conectar con la comunidad de mujeres. Tiene que aportarles valor para que lo vean como una marca womenfriendly, que es uno de nuestros sellos de empresa.

¿Qué importancia tiene el networking entre mujeres?

El networking, como su propio nombre indica, significa trabajar en la red. Estamos en continuo desarrollo y construcción de nuestra red en todos los entornos no solo en el laboral, sino que podemos hacer networking en la cola del supermercado, esperando a los niños a la salida del colegio o después de jugar un partido de pádel.

Pienso que no le damos suficiente relevancia a lo que implica tener una red de calidad, que no significa tener una red muy grande, sino bien cuidada, con contactos que conozcamos en profundidad y que sepamos para qué podemos recurrir a ellos o qué les podemos aportar nosotros. Las mujeres solemos trabajar colaborativamente y muchas veces no sabemos que lo que estamos haciendo es trabajando en nuestra red y haciendo networking. Siempre tenemos que enfrentarnos a situaciones de networking ofreciendo más de lo que esperamos a cambio. Por eso se dice que tienes que entregar y dar cosas que no te desgasten, que te salgan naturalmente y que se reproduzcan cuando las das.

¿Qué diferencias hay entre las redes de contactos que tejen los hombres y las mujeres?

La diferencia es que las mujeres desarrollamos más las conexiones, pero ellos hacen mejor negocio con sus redes. A nosotras se nos da peor utilizar nuestras redes para generar negocio o ganar dinero porque los temas del dinero, el poder y los negocios siguen siendo tabú entre mujeres. Mientras que a los hombres les parece muy natural hablar de trabajo, pedir, dar y ofrecer en cualquier entorno de la vida y tienen sus redes muy segmentadas, las mujeres cuentan con redes más emocionales y tiramos mucho de la emotividad. En mi opinión, las mujeres tienen redes más sólidas y claramente más flexibles que las de los hombres. Además, las mujeres tenemos la habilidad para reunirnos con todos los niveles de la organización y, por eso, somos más eficientes a la hora de tomar decisiones porque sabemos muy bien a quien pedirle consejo.

Sin embargo, tenemos un problema para pedir y de ahí la importancia de que haya plataformas como Womenalia que ayuden al empoderamiento de la mujer con contenido de valor que le permita desarrollar esas habilidades no solo de construcción de sus redes de contactos sino también aprender otras destrezas como la negociación, la comunicación efectiva o el arte de pedir.

¿Cuál es la clave para lograr la igualdad empresarial entre hombres y mujeres?

La base está en la conciliación. La empresa tiene que acompañar el cambio social y cultural que está habiendo en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Para mí, una de las medidas más favorables para la igualdad real en el mundo de la empresa han sido las bajas laborales para hombres y mujeres, ya que esto nos permite que estemos verdaderamente equilibrados a la hora de enfrentarnos a un puesto de trabajo.

Mientras las mujeres sigamos cargando con gran parte del peso de los cuidados, más difícil se nos hace esa igualdad dentro el mundo empresarial porque muchas veces somos nosotros mismas las que no damos el paso adelante. Creo que las empresas tienen que promocionar y visibilizar el talento femenino referente y también ser más claros y comunicar cómo son los procesos de selección, crecimiento y desarrollo porque muchas veces nosotras no nos presentamos pensando que no cumplimos con las características que están buscando porque nos centramos más que los hombres en aquellas cosas de las que carecemos y acabamos autoexcluyéndonos de los procesos.

También pienso que las generaciones actuales vienen mucho más evolucionadas, más equilibradas y hay muchas medidas que están cambiando a nivel cultural; desde custodias compartidas hasta bajas de paternidad y maternidad o reducciones de jornada. Afortunadamente se está normalizando muchísimo que el grupo de Whatsapp del colegio no sea ‘el grupo de madres’ y, en ese sentido, España lo está haciendo muy bien. Aún así, todavía tenemos que seguir trabajando, queda mucho por hacer. Por eso, organizaciones como Womenalia son fundamentales para ayudar a las empresas que, al final, es donde sucede el cambio de verdad.

Las empresas son las que mueven los hábitos culturales de los países; por más normas y leyes que haya si las empresas no hacen que esto suceda, no se normaliza.