BARCELONA

El ruido del tráfico cerca de la escuela afecta a la memoria y aprendizaje de los menores

Un estudio en 38 escuelas de Barcelona señala a estas fuentes de polución como "un problema de salud pública"

La contaminación y el ruido de los coches entorpecen el desarrollo cognitivo de los menores

Unos padres acompañan a sus hijos al colegio en Barcelona.

Unos padres acompañan a sus hijos al colegio en Barcelona. / RICARD CUGAT

Valentina Raffio

La contaminación y el ruido de los coches también se cuelan en las aulas y entorpecen el aprendizaje y la memoria de los niños. Un estudio realizado en 38 escuelas de

Barcelona

observa que la polución atmosférica y acústica perjudican el desarrollo cognitivo de los menores. Los niños y niñas más expuestos al tráfico desarrollan, de media, una memoria de trabajo capacidad de atención más lenta que sus compañeros de escuelas más apartadas de los coches. "Tenemos que empezar a hablar del tráfico como un problema de salud pública", sentencia la epidemióloga Maria Foraster.

"Tenemos que empezar a hablar del tráfico como un problema de salud pública" -Maria Foraster, epidemióloga

Hace ya una década que un equipo de investigadores del Instituto Isglobal de Barcelona, liderado por Foraster y Jordi Sunyer, indaga en los efectos del tráfico en los niños y niñas en edad escolar. En 2012, a lo largo de todo un año, los científicos estudiaron el desarrollo cognitivo de 2.680 niños y niñas de entre 7 y 10 años de Barcelona. Por un lado, realizaron una serie de pruebas de memoria y aprendizaje a los alumnos. Y por otro lado, examinaron los niveles de contaminación atmosférica y acústica que rodeaban a sus escuelas. A partir de todas estas medidas, y tras años de análisis, los expertos pudieron averiguar cómo un entorno contaminado afecta a la mente de los más pequeños.

Efectos de la contaminación

Los resultados de este trabajo, publicados este jueves en la revista 'Plos Medicine', no dejan lugar a duda. El tráfico también perjudica el aprendizaje. Los alumnos que asisten a escuelas más expuestas al ruido de los coches tienen, de media, más problemas para concentrarse y realizar actividades que requieran memoria que los alumnos que estudian en entornos más silenciosos. Por cada incremento de cinco decibelios en el ruido exterior, se observa un 11,4% menos de capacidad para retener información a corto plazo y un 23,5% de capacidad para procesar datos complejos.

El zumbido constante del tráfico se ha asociado con un peor rendimiento de los alumnos. Asimismo, se ha observado que los picos puntuales de ruido, como el sonido de un claxon o el frenazo brusco de un vehículo, también destacan como uno de los factores que más afectan a la capacidad de atención de los niños. "Fijarnos en la media de decibelios que se registran en un colegio no es suficiente. Los picos de ruido pueden resultar más disruptivos para el neurodesarrollo que el ruido constante", comenta Foraster, epidemióloga de Isglobal experta en infancia y medio ambiente y autora principal de este trabajo.

Estudios previos también observaron un daño similar provocado por la contaminación atmosférica. En ese caso, el trabajo desveló que los niños que asisten a escuelas con altos niveles de contaminación experimentaron un menor crecimiento de las funciones cognitivas que sus compañeros más apartados de los humos de los coches. Mientras los primeros avanzaban a una media de un 7% anual, los segundos progresaban a un ritmo del 11% anual. También se observó que la presencia de partículas en suspensión producidas por los coches reducía en un 13% el crecimiento de la memoria de trabajo.

"Estos datos no significan que el tráfico provoca problemas cognitivos graves. Tampoco dice que tu hijo tendrá peor rendimiento académico si estudia en una escuela al lado de una autopista. Estamos hablando de algo diferente. De cómo afecta este fenómeno a nivel poblacional", explica Foraster. "Estos datos nos indican, una vez más, que el tráfico supone un grave problema para la salud pública. En Europa, la contaminación del aire y el ruido del tráfico son el primer y el segundo factor ambiental más perjudicial para la salud humana", esgrime la experta en una entrevista con este diario. 

Escuelas libres de polución

Ya son muchos (demasiados) los estudios que señalan el peligro de la contaminación sobre la salud. La polución atmosférica se asocia, por ejemplo, con un incremento de las enfermedades respiratorias y cardíacas. Desde los casos de asma hasta los infartos. En el caso de los niños, además, también preocupa que la polución pueda afectar a un momento clave del neurodesarrollo. "La infancia es un periodo vulnerable en el que estímulos externos como el ruido pueden afectar al rápido proceso de desarrollo cognitivo que tiene lugar antes de la adolescencia", señala Jordi Sunyer, jefe del programa de Salud Infantil de Isglobal.

"Urge poner medidas para reducir las fuentes de contaminación cerca de las escuelas"

"Urge poner medidas para reducir las fuentes de contaminación cerca de las escuelas", exclama Foraster tras la publicación de este último estudio. 

En Barcelona, por ejemplo, el ayuntamiento se ha propuesto 'pacificar' el entorno de más de 150 centros escolares de la ciudad antes de que acabe el año. Esto implicará, por ejemplo, eliminar algunos de los carriles para coches que rodean las escuelas y, en su lugar, crear espacios con bancos y elementos de juego para los infantes. En Londres, por el contrario, se está estudiando prohibir la circulación de coches cerca de las escuelas durante las horas punta para evitar así que los niños respiren aire contaminado al entrar y al salir de clases.