FOSAS DE LA GUERRA CIVIL

El segundo 'milagro' de la libreta del doctor Gras

La familia del soldado republicano Josep Aubeso recupera sus restos 84 años después de su muerte gracias a las meticulosas anotaciones del médico que lo atendió

Fosa del hospital de campaña de Santa Magdalena, objeto de la última exposición del Comebe.

Fosa del hospital de campaña de Santa Magdalena, objeto de la última exposición del Comebe. / Departament de Justícia de Cataluña

Daniel G. Sastre

La libreta escrita en 1938, en plena Guerra Civil, por un meticuloso médico republicano ha permitido ahora, 84 años después, identificar a un combatiente muerto en la Batalla del Ebro. La hija y el nieto de Josep Aubeso Rovira, desaparecido en combate hace más de ocho décadas, reciben este domingo por fin sus restos en el cementerio de Montjuïc.

Meses antes de ser reclutado para participar en la trascendental batalla, Aubeso se despidió de sus tres hijos en la Estació de França de Barcelona. No volvió a verlos. Yesero de profesión, fue movilizado por el ejército republicano en la primavera de 1938 y fue alcanzado por el enemigo en agosto. Su familia solo sabía, gracias a una carta, que estaba malherido. Hasta que, en 2016, un estudio de geolocalización de fosas de la Universitat Rovira i Virgili incluyó en la del Mas de Santa Magadalena los nombres de 20 soldados que habrían muerto en el hospital asociado a esa localización, situada en el término municipal de Móra d'Ebre. El de Josep Aubeso era uno de ellos.

"Hace algo más de un año, la Generalitat nos dijo que había pistas claras de que mi abuelo estaba allí", explica Roger Roig, nieto de Aubeso. El Mas de Santa Magdalena es la fosa de la Guerra Civil más grande localizada hasta ahora; entre diciembre de 2020 y julio de 2021 en ese lugar la dirección general de Memòria Democràtica del Departament de Justícia recuperó mediante una intervención arqueológica a 177 individuos.

La historia de Aubeso es parecida a la de otros miles de muertos durante la guerra: el censo de desaparecidos de la Generalitat tiene 6.311 nombres inscritos. De la dificultad de exhumar sepulturas de hace casi 90 años da cuenta que, hasta ahora, se haya intervenido en menos del 10% de las más de 671 fosas que el Govern calcula que hay en Cataluña.

El final feliz, si puede hablarse así del hecho de que la familia pueda recuperar los restos de Aubeso tantos años después, no habría sido posible si una de sus hijas, Carmen Aubeso, no se hubiera puesto en contacto con la Generalitat y, en 2005, su padre hubiera sido inscrito en el registro de personas de desaparecidas y ella no hubiera donado posteriormente una muestra de ADN.

Confirmación vía ADN

Eso bastó para que, hace poco más de un mes, llamaran a Roger Roig para informarle de que "ya tenían una prueba positiva": el ADN de la muestra coincidía con los restos de uno de los sepultados en el Mas de Santa Magdalena. "No es fácil que se conserven a estas alturas muestras en los huesos", dice Roi

Tampoco es fácil disponer de pruebas tan concluyentes como las anotaciones del doctor Gras Artero. Este cirujano y capitán médico del ejército republicano escribió sobre Aubeso en una de las libretas que dedicó a los casos que había tratado durante la Batalla del Ebro. Esos documentos fueron conservados por su hijo, el también doctor Miquel Gras de Molins, y fueron digitalizados por la Asociación No Jubilem la Memòria del Priorat. 

En concreto, el caso de Aubeso estaba en la segunda libreta del doctor Gras. Por las anotaciones se conoce que llegó al hospital muy malherido a las 9 horas del 20 de agosto. "Diagnóstico: muslo y cadera izquierda con destrucción completa de la articulación y fractura completa del tercio superior del fémur y enorme destrozo muscular con gangrena gaseosa". "Llegó rebentado", resume su nieto. Las heridas de Aubeso provocaron su muerte 32 horas después, a las 16 horas del 21 de agosto de 1938.

La de Aubeso es la segunda identificación satisfactoria del Mas de Santa Magdalena. La primera fue la de Andreu Flores i Flores, cuyos restos fueron entregados en marzo por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la 'consellera' de Justícia, Lourdes Ciuró, a sus familiares en el cementerio de Arenys de Munt.

Indagaciones en el Valle de los Caídos

Al principio, no parecía fácil que los descendientes de Aubeso encontraran sus restos. Cuando su hija se dirigió a la Generalitat para pedir información sobre su desaparición, la investigación no arrojó en primera instancia ningún resultado. "Había incluso un informe del Valle de los Caídos, porque llevaron a enterrar allí a algunos soldados republicanos como humillación adicional", apunta Roig. Pero allí tampoco estaba Aubeso.

La libreta del doctor Gras fue el elemento clave para la resolución del caso, pero Roig destaca el trabajo "excelente" de todos los que han intervenido en la identificación de su abuelo. Solo lamenta que su madre, que ahora tiene 89 años y participa este domingo en el acto de homenaje junto Ciuró, haya tenido que esperar tanto tiempo para encontrar los restos de su padre.