¡A LAS BARRAS!

Triunfa lo 'neocastizo': 7 nuevos bares que te recordarán los viejos

Santuarios del aperitivo, clásicos revividos y hasta coctelerías con alma canalla: así son los 'neobares' que hay que visitar este otoño

La ensaladilla rusa y caña en Bar Trafalgar (Madrid), combo ganador.

La ensaladilla rusa y caña en Bar Trafalgar (Madrid), combo ganador.

Vuelta al 'cole', 'rentrée', retorno a la rutina... sonarán mejor o peor, pero son sencillos eufemismos para lo que supone septiembre: un regreso de golpe y porrazo a nuestra vida diaria. En el caso de grandes ciudades como Madrid este aterrizaje es rápido y forzoso, que hay que regresar al 'tempo' prevacacional lo antes posible. Por fortuna, Madrid tiene BARES (así, con todas las letras en mayúscula) capaces de amortiguar ese retorno gracias a sus animadas barras, una oferta de tapas de relumbrón o una buena selección líquida. Lo mejor es que, en los últimos tiempos, el espíritu castizo de barras y tabernas revive en proyectos respetuosos con el legado de la hostelería de toda la vida: castizos pero modernos. Bares nuevos pero con espíritu viejo. Y esto no puede ser un piropo mayor.

La fotogénica barra del Bar Trafalgar (Madrid).

La fotogénica barra del Bar Trafalgar (Madrid). /

Bar Trafalgar

Vivan los locales que entran por los ojos como ocurre con este. El Bar Trafalgar (Alburquerque, 14) aspira a convertirse en favorito de todos aquellos que disfrutan del sonido de un vinilo -hay apuesta melómana y la vecindad con la sala Clamores ayuda- como de los que alguna vez soñaron con ponerse en la piel de Paul Newman en 'El buscavidas' -por la preciosa mesa de billar que han metido-. Pero también hay cocina: apetecibles sándwiches, mollejitas de ternera en salsa ligeramente picante y hasta gildas clásicas. La oferta líquida esta cuidadísima: vermut, cerveza, mucho vino y hasta coctelería. Uno de los sitios de moda en la capital.

Vendittas, una de las aperturas más sonadas del año.

Vendittas, una de las aperturas más sonadas del año. / Instagram Vendittas

Vendittas

Que de la alianza del coctelero Alberto Villarroel (Santos y desamparados) y el cocinero Javi Goya (Triciclo) no podía salir nada malo estaba claro. Vendittas (Santa María, 42) aspira a convertirse en un clásico en el barrio de las Letras gracias a un logrado equilibrio entre el comer y el beber, el secreto del éxito de cualquier bar. En la carta de cócteles hay desde el clásico 'destornillador' a un curioso 'mar y montaña', con ron, soda de piña, cordial de regaliz y coco. Para acompañar, cucurucho de torreznos, tosta de matrimonio o tablas de quesos artesanos. Una combinación perfecta de lo mejor de cada casa.

La 'zapatilla' del Bar Malos.

La 'zapatilla' del Bar Malos. / Javier Sánchez

Bar Malos

Abierto la primavera pasada en Malasaña (Velarde, 13), este 'spin off' del Melo's de Lavapiés, afronta su primera temporada completa con serias opciones de ser una de las sorpresas de la temporada. Aquí se sirve, como en la casa madre, la mítica 'zapatilla' de lacón y queso de tetilla: tan pantagruélica como mítica. También están a la altura las croquetas de lacón (cremosa bechamel y sabor potente). Merecen la pena las patatas 'bravioli', servidas en plato de Duralex, otro guiño al pasado. Las dos salsas funciona bien tanto por separado como juntas. Un bar para repetir muchas veces.

Vinos El 2 de Sagasta (Madrid), una reapertura que hay que celebrar.

Vinos El 2 de Sagasta (Madrid), una reapertura que hay que celebrar. /

Vinos El 2 de Sagasta

Hay ocasiones en las que lo más moderno es también lo más viejo. Sucede así con esta taberna, fundada en 1880, de icónica fachada roja, y que reabre sus puertas (en Sagasta, 2, claro) tras un cierre que a muchos nos hacía presagiar lo peor. Sus anteriores dueños, los carismáticos Alfonso y Araceli, se jubilaron y el encargado de tomar el relevo ha sido el joven Fernando Sanjaime que ha tomado la (acertada) decisión de dejar intacto el encantador interior y potenciar a lo bestia la cocina, de la que ahora salen tortillas variadas -de calabacín, de morcilla...- o soldaditos de pavía. La muestra fehaciente de que cualquier tiempo pasado no fue siempre mejor.

Hermanos Vinagre (Madrid) abre su tercer local en Chamberí.

Hermanos Vinagre (Madrid) abre su tercer local en Chamberí. /

Hermanos Vinagre

Los hermanos Carlos y Enrique Valentí amplían la familia de Hermanos Vinagre con un nuevo local, el tercero ya, en el 26 de la calle Cardenal Cisneros, que últimamente parece vivir una explosión de nuevos locales. Aquí no faltan su ya icónica ensaladilla rusa -servida en el interior de una 'matrioshka'-, los boquerones o las anchoas. El apartado de embutidos es de tronío, con cecina ce vaca vieja o chorizo y sobrasada de buey tentando al personal. En esta sucursal se potencia la cocina caliente con referencias como el solomillo de ternera al ajillo o los huevos fritos con papada.

El rabo de toro a la cordobesa de Riverita (Madrid).

El rabo de toro a la cordobesa de Riverita (Madrid). /

Riverita

Aquí se definen como taberneros y razón nos les falta. Los hermanos Alberto y Francisco Rivera han logrado, en apenas unos meses, que el hermanito pequeño de su casa de comidas Candeli apunte alto, situándose por encima de la media de los fuegos artificiales de Ponzano -está en el número 31 de la calle-. Mucha cosa buena para picar, desde tablas de embutidos ibéricos de bellota hasta las gambas blancas que suelen tener fuera de carta. La parte cárnica no anda a la zaga, con opciones tan apetecibles como el solomillo de vaca vieja que traen de Asturias o un rabo de toro a la cordobesa que evidencia que aquí hay ganas de convertirse en una de las barras clásicas de la calle, en la estela de Fideo o de El Doble.

Bareto (Madrid), un local 'neocastizo'.

Bareto (Madrid), un local 'neocastizo'. /

Bareto

La antigua cervecería Correos fue, durante décadas, una referencia en el número 55 de la calle Alcalá. Es de agradecer que Bareto haya sabido revitalizar el espíritu de bar de toda la vida en una nueva y exitosa andadura. Empieza ya dando desayunos desde buena mañana, aunque es en el momento del aperitivo, caña y vermut de grifo mediante, cuando la cosa se pone seria. La ensaladilla rusa está de órdago y tienen mano con las frituras con un mejillón tigre casero y un pincho de bacalao (más castizos imposible) como estrellas de la función. También cuenta con mesas en la parte trasera por si alguien se pone serio y quiere alargar la velada.