IDEAS SALADAS Y DULCES
Si te ha sobrado roscón o 'panettone', aprovecha los restos con estas recetas
Torrijas, tiramisú, sándwiches mixtos y hasta huevos rancheros para comerse los últimos pedazos
A medida que la Navidad camina hacia su final, va menguando nuestro apetito. Es lógico: llevamos ya casi 15 días comiendo y bebiendo como si no hubiera un mañana. Por el camino, se van quedando retales de los clásicos de estas fechas, como el roscón de Reyes o el 'panettone', que se secan poco a poco, perdiendo su gracia… Pero hay maneras de hacerlos revivir en recetas e ideas deliciosas que, además, nos permiten ver estos dulces con otros ojos. Si tienes restos desperdigados por la cocina, toma nota.
AL RESCATE DEL PANETTONE
Angelo Marino, cocinero del restaurante italiano Forneria Ballaró (Madrid), no desperdiciaría ni un pedazo de un rico 'panettone' clásico con pasas. “Se puede preparar un 'tiramisú' con los restos que ya no queramos comernos tal cual. Para ello, cortamos el 'panettone' en tiras y lo remojamos en café aderezado con un chorrito de 'amaretto' o 'grappa' y le añadimos crema de 'mascarpone' sin escatimar”, explica. Los más pequeños de la casa pueden "redescubrir el 'panettone' untándole Nutella o comiéndoselo con plátanos cortados en rodajas”.
Para los que quieren ir un poco más allá, Marino anima a rebanarlo y preparar “sándwiches salados, desde el clásico mixto de jamón y queso, a cualquier otro con el embutido que prefiramos. También podemos comerlo con un 'foie' fresco a la plancha”. Otra opción es “desmigarlo y mezclarlo con un paté de hígado de ave junto con un chorrito de brandy para utilizarlo como relleno de un pavo al horno”.
Pero no solo el 'panettone' de pasas es aprovechable tras perder la hidratación, también se puede insuflar nuevos aires al de chocolate. Hernán González, chef del restaurante La Burbujería de Madrid, sugiere preparar una torrija, “infusionándolo en leche con cardamomo y piel de naranja”. También propone un pudin, “añadiendo simplemente unos huevos batidos y leche y empapando bien lo que quede de 'panettone' en la mezcla. Lo metemos en el horno y ya está. Es una receta de aprovechamiento perfecta”.
¿QUÉ HACEMOS CON LOS RESTOS DE ROSCÓN?
Pan.Delirio puede presumir de elaborar uno de los mejores roscones de Madrid. Javier Cocheteux, padre e hijo, están al frente de este obrador, en el que venden (y mucho) una celebrada torrija de roscón disponible durante todo el año. “Rebanamos los roscones en finas láminas que secamos en el horno a 90 grados durante unas tres horas. Luego, las remojamos en leche aromatizada muy caliente, las pasamos por huevo y las horneamos en lugar de freírlas”, explican. Además, también proponen unas sopas de leche. Prepararlas es sencillísmo: tan solo hay que calentar los restos de roscón seco en una cazuela con leche y servirlos al gusto de cada uno…
Desde La Magdalena de Proust, otro obrador madrileño que apuesta por las preparaciones ecológicas, recomiendan sacar partido a los restos (si es que quedan) de roscón preparando un 'tiramisú'. “Batimos queso mascarpone, azúcar y yemas y unimos todo con unas claras a punto de nieve. Remojamos las rebanadas de roscón en café aromatizado con cardamomo y vamos montando el panettone. Para ello, alternamos capas de roscón, mascarpone y cacao espolvoreado”, explican.
Pero hay más maneras de sacar oro de un roscón que ya ha vivido días mejores. Hernán González cree que el roscón puede funcionar bien para “unos huevos rancheros, sustituyendo a las habituales tortillas de maíz. Tostamos un poco el roscón y ponemos sobre él los huevos preparados al plato, bacon pasado por la sartén y una salsa de tomate picante”.
Otra buena idea del cocinero de La Burbujería es preparar “unas migas dulces”. Lo que propone es “desmigar el roscón y rehogarlo con un poco de mantequilla y, finalmente, servir con trozos de fruta y con una nata montada”. Una última sugerencia: preparar un 'croque monsieur'. “Creo que puede funcionar muy bien si utilizamos el roscón como si fuera pan de molde y hacemos un sándwich mixto que luego cubrimos con bechamel y gratinamos en el horno”. Desde luego, suena delicioso. Con propuestas como estas, la Navidad bien puede alargarse hasta finales de enero…
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