Koru, el supervelero de los récords que Jeff Bezos ha querido estrenar en Mallorca

"El fundador de Amazon, Jeff Bezos, acaba de recibir un juguete demasiado grande para una caja de cartón marrón", escribe la periodista Rachel Cormack en revista norteamericana de lujo y estilo de vida Robb Report. El juguete es la descomunal goleta que multimillonario norteamericano ha estrenado en Mallorca y fondeado en la bahía de Palma desde el miércoles, se llama Koru, y ha pagado por ella 500 millones de dólares a los exclusivos astilleros holandeses Oceanco, que se la entregaron la primera semana de abril. Su imagen tomada en la bahía de Palma ya ha dado la vuelta al mundo. Y no por casualidad.

Jeff Bezos conoció Mallorca en 2019 a bordo del yate Rising Sun, de 138 metros, y propiedad de su amigo, el productor de cine estadounidense David Geffen. Era el mes de agosto y el fundador de Amazon y propietario del Washington Post acababa de superar el complicado divorcio de su primera esposa, la escritora MacKenzie Scott, que tras firmar el acuerdo fue calificado como el más caro de la historia.

El multimillonario estadounidense Jeff Bezos estrena en Mallorca el supervelero Koru

En el yate de Geffen, que fondeó en sa Calobra y recorrió todo el litoral de la costa norte de la isla le acompañaron, además del productor cinematográfico, su nueva novia, la exactriz y reportera de televisión Lauren Sánchez, así como Lloyd Blankfein, banquero de inversiones estadounidense, presidente sénior de Goldman Sachs; Michael Hess, heredero de otra de las grandes fortunas americanas, la de John Hess, dueño de la petrolera The Hess Corporation; la modelo Karlie Kloss, y su marido, el empresario Joshua Kushner, cuñado de Ivanka Trump.

Bezos descubrió Mallorca por mar y ha querido, cuatro años después, que su nuevo barco terminara en la isla su viaje inaugural. De Holanda a Gibraltar y de la colonia británica a Palma, a una velocidad crucero de 20 nudos.

Caprichos a bordo

Los datos técnicos del supervelero Koru son tan descomunales como la fortuna de Bezos. Posee 127 metros de eslora que lo convierten en el segundo velero más grande del mundo, solo superado por el Sailing Yacht A, de 143 metros y propiedad del multimillonario ruso Andrey Melnichenko. Y sus tres mástiles escalan hasta los 70 metros de altura, lo que lo convierten en el buque a vela de mayor arboladura. Lo que le generó en Holanda, antes de su botadura, una gran polémica.

Hace dos meses, los astilleros Oceanco solicitaron el desmantelamiento parcial de un puente centenario de Roterdam para sacar al gigante a alta mar. Los mástiles excedían la altura de 40 metros del puente y, por lo tanto, impedían que el Koru pasara por debajo. Los habitantes de Rotterdam amenazaron con arrojarle huevos podridos a su paso si se desmontaba el puente. Pero ante la controversia finalmente la solicitud fue denegada y el yate tuvo que ser remolcado sin sus tres mástiles.

El diseño del velero es el de una goleta de porte clásico, con dos cubiertas de madera, casco de color azul marino y estructura de aluminio, un gran bauprés en la proa y la popa elevada, donde como capricho se ha construido una gran piscina. Los interiores del buque de Jeff Bezos son por ahora uno de los secretos mejor guardados. Apenas se saben algunos detalles, como que sus camarotes pueden alojar cómodamente a un total de 18 invitados y a la vez a una tripulación de 40 marineros.

Sin embargo, como la fidelidad al diseño clásico no le ha permitido a Bezos acomodar un helicóptero en su cubierta, el empresario ha encargado un segundo yate para guardar sus juguetes y botes auxiliares de 74 metros.