SANIDAD

Antonio de Lacy: "Una de cada tres personas tendrá cáncer"

Es uno de los grandes expertos mundiales en cirugía mínimamente invasiva, recientemente galardonado con el premio Rei Jaume I por sus investigaciones en el tratamiento quirúrgico del cáncer

El cirujano Antonio de Lacy Fortuny.

El cirujano Antonio de Lacy Fortuny. / B. RAMON

Soledad Bescós

Antonio de Lacy Fortuny (Palma,1957) se califica como un workaholic, un adicto al trabajo muy tenaz e inquieto, con una fuerte determinación por llegar más lejos ideando cirugías innovadoras y casi impensables, convertidas en referente mundial. Un esfuerzo y una trayectoria galardonada recientemente con el prestigio premio Rei Jaume I concedido tras la deliberación de más de cuatro horas del jurado, entre los que se encuentran 21 Premios Nobel. «Me hace mucha ilusión. Es el más importante junto con el premio Princesa de Asturias. Me lo entregaron sus majestades los Reyes en Valencia. Una excelente organización durante tres días y maravilloso trato al grupo de seis que ganamos. Los Reyes se interesaron muchísimo también por un proyecto propio que pretende cambiar la forma de hacer la sanidad con el objetivo de que el sistema sanitario esté completamente dedicado al paciente. Un nuevo concepto centrado tanto en él como en sus familiares y al diagnóstico precoz. Se precisa gran inversión pero conlleva después un gran ahorro. Es un proyecto en el que tengo a personas muy importantes involucradas».

Cada año, la revista Forbes reconoce a De Lacy como uno de los mejores cirujanos del mundo por llevar la modernidad a los quirófanos, revolucionar e innovar en cirugía (sin incisiones, uso de robótica, imagen 3D binocular, 5G, entre otras técnicas como la extracción de órganos sin abrir utilizando los propios orificios del cuerpo).

Trabaja entre Palma, Barcelona y Madrid. Estuvo 14 años en trasplante hepático, tras lo cual decidió investigar sobe medicina mínimamente invasiva en EE UU. «Fuimos los primeros en España y en Europa. Hago cirugía de esófago, estomago, hígado, páncreas… Llevé a cabo la primera extracción de donante vivo de riñón», comenta.

Sobre la controversia en el uso del cannabis terapéutico, considera que para pacientes con determinados tipos de cáncer puede tener beneficios como la mejoría de náuseas y vómitos, estimulación del apetito, alivio del dolor presente en algunos tratamientos quimioterápicos y radioterápicos, y mejoría del frecuente malestar general. «Estoy a favor de utilizar fármacos naturales, pero siempre de una forma controlada, legal y correcta».

Existe una sensación general de que el estrés provoca cáncer. «Esto es lo que se dice, pero lo único que se ha demostrado es que el stress disminuye la inmunidad. Nuestro organismo responde atacando a las células que nos agreden y si hay un descenso de esta inmunidad, hay menos respuesta». Otra corriente sobre lo importante que es lo que comemos. «No es lo que comemos, sino que comer una pechuga de pollo hormonado con antibióticos y una ensalada con pesticidas es peligroso. Lo que sí que está demostrado es que la obesidad provoca cáncer así como que el tabaco no solo da cáncer de pulmón, sino también de vejiga, por ejemplo. La comercialización del tabaco debería suprimirse completamente».

El diagnóstico temprano es la clave para minimizar el tratamiento del cáncer. «El diagnóstico es cada vez más temprano ya que las personas se hacen más pruebas. En la actualidad, cada tres personas, una o dos de ellas tendrá cáncer. Es muy frecuente el cáncer de mama, colon o en la piel». La cuestión sería si existe algún método de prevención o de protección ante ese aumento. «Una de las galardonadas conmigo tiene una empresa de diagnóstico genético. Por desgracia es algo que no utiliza casi nadie para la prevención, siendo importantísimo. En Clínica Rotger lo tenemos puesto en marcha con una médico alemana. Pienso que habría que dar un Nobel a Angelina Jolie. Gracias al diagnóstico descubrió que tiene una alteración genética que la conduce a una probabilidad mucho más alta de tener cáncer de mama, por lo que decidió extirparse profilácticamente ambas glándulas mamarias. Estas acciones abren los ojos a la gente. Hay diagnósticos precoces y simples como el estudio de la sangre oculta en heces, detectando un porcentaje muy alto de cáncer de colon en estados iniciales que cogido a tiempo se opera y no precisa tratamiento complementario».

Otra cuestión para debatir consiste en el desarrollo de vacunas que pueden impedir que las personas contraigan el cáncer. La vacuna del papiloma humano contribuye a evitar el cáncer de cuello uterino o incluso en hombres para evitar el cáncer de pene. «En Biontech ya se está trabajando en una vacuna contra el cáncer de colon».

De Lacy confiesa que si volviera a nacer le gustaría ser un creativo, un artista, de los buenos, aunque de no ser así, comenta con humor, volvería a ser cirujano. «Me encontré en Londres a una chica que me dijo que iba a un club inglés privado para artistas al que yo apliqué para ser socio alegando que un cirujano es un artista. A los seis meses me contestaron que sí, por lo que no es tan descabellado. Todo esto lo cuento porque durante la covid se ha aplaudido mucho al personal sanitario pero se ha vuelto a lo mismo. Hay muchos fallos, mala gestión y poca inversión económica. Por ello, me atrevería a decir que más del 50% de los profesionales de la asistencia primaria no repetirían carrera. Algo muy triste».

Explica ser una persona muy exigente profesionalmente e incluso demasiado. «Lo fundamental es tratar bien a los pacientes. Muchos se convierten en amigos míos personales. La experiencia que me ha dado que mi mujer falleciera de cáncer es ser muy cariñoso con el paciente y con sus familiares, que lo pasan muy mal. Para ser un buen cirujano hay que tener las tres ‘F’. La primera es la de Fearless, que significa ser audaz sin miedo, ser valiente y tomar decisiones; la segunda F es ser femenino para cuidar al paciente y ser organizado; y la tercera F es ser felino por su delicadeza al hacer cualquier cosa».