ASTURIAS

La casa asturiana que vive desenchufada de la red eléctrica: "Tras días sin sol la única restricción es la Play"

La empresa Sunthalpy desarrolla una tecnología para permitir que chalets y pisos tengan menor dependencia energética tras testar que es posible en una vivienda de Villamejil

Baudilio Alonso en el exterior del chalet de Villamejil.

Baudilio Alonso en el exterior del chalet de Villamejil. / MIKI LÓPEZ

José Luis Salinas

José Luis Salinas

El recorrido por la casa comienza fuera, en el lugar en el que debería estar el cuadro eléctrico. Está, pero los cables, en un claro gesto simbólico, están desenchufados. No está conectada a la red. Dentro vive una familia sin el temor a la factura eléctrica porque la vivienda exprime hasta el último rayito de luz solar y le saca el jugo gracias a una tecnología que ahora ha tomado forma de empresa que comercializa Sunthalpy Engineering. El maestro de ceremonias en este viaje por el chalet de Villamejil (a las faldas del Naranco) –la casa desenchufada de la red– es el director comercial de la compañía, Baudilio Alonso, y el itinerario, ya en el interior, continúa por la primera planta, donde están los dormitorios. Ese día la familia que habita el chalet no está en casa, pero los responsables de la empresa, sí. "A mi esto me fascina. Hay un vestidor de ropa dentro del propio baño", dice. Es verdad que la imagen es chocante. "No se genera humedad, el ambiente es más respirable y no hay radiadores", asegura. El truco está en el suelo radiante, que no genera condensación y permite que el nivel de humedad sea homogéneo pase lo que pase.

Bajamos a la planta baja. Allí está la cocina, un enorme salón y un par de cuartos con varias máquinas. Desde la ventana se ve la torre de la Catedral, el Aramo o la antigua prisión municipal. "Este es un gran laboratorio de pruebas", apunta Alonso. Señala hacia las dos puertas tras las que descansa la maquinaria que hace que la casa funcione sin enchufes y dice "esas dos salas son las importantes". Extiende un poco más esa afirmación: "Partimos de que esto tiene un suelo radiante que es el más eficaz del mercado, el agua (el que alimenta ese sistema calefactor) está a 21 grados, lo podemos tocar", afirma. Y, agachado Baudilio pone la mano en el suelo. "Ni da frío ni da calor, puedes ir siempre descalzo", asegura. ¿Dónde está el truco? "Muchos de los paneles solares que rodean la casa (si se fijan en la fotografía que acompaña a este reportaje verán que la casa está llena de estos paneles) son dobles, por atrás tienen la parte térmica. Lo que consigues es que la capa exterior genere electricidad y la interior, mediante un circuito hidraúlico de tubitos va captando ese calor que pasa al circuito cerrado de la casa, llega a la bomba de calor (en ese momento abre una de las dos puertas donde dormitan las máquinas) que como el sistema trabaja a una temperatura baja (21 grados, ni frío ni calor) no sufre, no es como un radiador que se pone a 70 grados", explica.

Ahora, tras comprobar que este mecanismo funciona bien y que no tiene fugas lo que ha hecho la compañía es "compactar el sistema en una unidad móvil que se puede poner en el exterior de casas ya existentes con el objetivo de brindar toda la producción de calefacción y de agua caliente para quitar el gas o el gasóleo", asegura. Lo que en momentos como el actual, en los que la factura se está disparando supone un alivio para los bolsillos. "Nosotros no vendemos casas de lujo, que podríamos haberlo hecho, pero no. Lo que vendemos es el sistema para implementarlo en nuevos proyectos y en proyectos ya hechos", aclara Baudilio Alonso, "buscamos la industrialización".

Al calor de la subida de la factura eléctrica, la demanda está subiendo con bastante fuerza. "Ahora mismo tenemos unos 25 proyectos activos, son los primeros, porque hemos hecho un esfuerzo bárbaro por industrializar todo el proceso y, además, con recursos propios", asegura. La unidad que están comercializando es una especie de marquesina a instalar fuera de la casa. Eso para las unifamiliares. Para los pisos están explorando otro sistema. "Consiste en quitar los radiadores y poner paredes radiantes, que sería la misma tecnología que aquí tenemos en el suelo pero en la pared. La idea es ponerlo en las paredes exteriores, por lo que te va aislar", asegura. La factura del gas, de esta forma, quedaría totalmente fulminada. "Hay casas que están pagando ya 300 o 400 euros por el gas", apunta.

Según sus cálculos hay potencial para poder prescindir del gas en el 20% de los edificios. De hecho, ahora para vender un piso los propietarios suelen enfrentarse a una pregunta que antes se pasaba por alto, es la siguiente: "¿Cuánto consume?". Sunthalpy tiene su sistema patentado –fue ideado por el fundador de la empresa Omar Suárez– y buena parte del equipo que forma la compañía proviene de la industria refractaria.

La visita acaba fuera, en la piscina, que está completamente sellada y siempre a la misma temperatura. A 27 grados. Y una pregunta un poco cuñada: ¿qué pasa en los días de poca luz o de oscuridad del inviernos? Responde Alonso: "El año pasado en noviembre hubo dos días que no hubo producción fotovoltaica, cero, en ningún lugar de Asturias, esos días se tiró de baterías y la única restricción que adoptó la familia es que los niños no jugaran a la ‘PlayStation’ que es de lo que más energía consume".