Arqueros para frenar la superpoblación de jabalíes en la Asturias rural: "Harán un gran bien a todos"

La campaña de control de la plaga de jabalíes que azota varios concejos, y en especial a los ganaderos de la zona rural, ha logrado paliar en gran medida los problemas existentes mediante la contratación de arqueros profesionales, que han logrado abatir con flechas a 160 ejemplares desde que comenzaron la campaña en el mes de marzo. Este plan, diseñado por el Ayuntamiento de Gijón y la Dirección General de Medio Natural del Principado, “está siendo exitoso”, según las fuentes consultadas y es por ello que desde el gobierno local se tiene decidido ampliar el contrato para el próximo año.

Los vecinos y ganaderos de las zonas afectadas, de hecho, tienen claro que esta medida debe tener “continuidad en el tiempo” para que sea efectiva, toda vez que advierten que con hacerlo un año “no es suficiente”. “Si siguen trabajando en esta dirección y con este sistema nos harán un gran bien a todos nosotros, porque a parte de los que abaten, también asustan al resto, evitando que se acerquen a las casas y las fincas”, valora José Rubio, con una explotación en Cabueñes. 

La implantación de este sistema, adelantado por LA NUEVA ESPAÑA, y que ha tenido también resultados óptimos en otras zonas de la región, consiste en que desde una zona elevada fijar puntos para atraer con comida a los suidos. “De los cinco puntos a los que llevé a los arqueros, en Cabueñes y en Somió, en todos lograron acertar”, señala Rubio.

Ese control selectivo de los jabalíes era una necesidad ante “los problemas que afectaban a las parroquias, especialmente a los ganaderos”, detallan. Los resultados, de hecho, han motivado que se prorrogue el contrato. “Es un problema, guste o no guste, y aunque pueda ser discutible el método, pero si esterilizar palomas es difícil, hacerlo con jabalíes es imposible. Esta fórmula tiene sus beneficios, y hay que pensar en la mucha gente que está afectada, y la valoración que hacen es unánime”, resaltan las mismas fuentes. 

Los ganaderos gijoneses, por su parte, reclaman que la medida se prolongue en el tiempo para que surta efecto. En algunas zonas ya se ha notado la reducción de la población de jabalíes, como en La Camocha, Caldones y Santurio. Mientras que en otras como Ruedes o San Martín de Huerces son algo más negativos y trasladan su confianza en que el año que viene se pueda comprobar que la medida sí ha sido efectiva.

“Por el momento no se ha notado mucho descenso, la superpoblación que había era muy grande, si con la medida se han alcanzado a las hembras el año que viene se apreciará algo”, relata Eva Rodríguez, de la Ganadería Ruedes.