LEVANTAN EL SECRETO

Investigan al número dos del PSOE andaluz como "inductor" del secuestro de una edil de Maracena

El secretario de organización y exalcalde del municipio es investigado junto a la alcaldesa y el concejal de urbanismo como "inductores"

La concejala de urbanismo de Maracena fue secuestrada a punta de pistola por la pareja de la alcaldesa

PI Studio

El Juzgado de Instrucción 5 de Granada ha levantado el secreto de sumario que mantenía desde que inició la causa por el secuestro, el pasado 21 de febrero, de la concejal de Maracena Vanessa Romero, suceso por el que permanece en prisión el que fue novio de la alcaldesa Berta Linares. Ambas son del PSOE. Según adelanta Ideal, el juez ha señalado como investigado en la causa como posibles «inductores» del secuestro a la actual alcaldesa, Berta Linares, al número dos del PSOE en Andalucía y exalcalde, Noel López, y al edil de Urbanismo, Antonio García Leyva. El secretario de organización de la ejecutiva socialista aseguró "no tener constancia de esta imputación" de la que se ha enterado, dijeron fuentes cercanas a López, por los medios de comunicación.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) señalaron en un comunicado que Noel López es diputado en el Parlamento andaluz y por tanto está aforado. "El juzgado de Instrucción número 5 de Granada no ha imputado a ningún diputado autonómico andaluz en relación con el secuestro de la concejal del Ayuntamiento de Maracena", señalan, para agregar es que piden que a la Sala de lo Penal del TSJA "que deduzca testimonio contra este aforado y otras dos personas no aforadas al considerar que existen indicios sobre su posible participación en este hecho". La petición cuenta con el visto bueno de la Fiscalía. "El Juzgado de Instrucción no puede imputar a una persona aforada, ya que es competencia exclusiva de la Sala Penal del alto tribunal de Andalucía y acuerda que se deduzca testimonio contra las otras dos personas no aforadas con el fin de no dividir la continencia de la causa y evitar así que se produzcan resultados contradictorios", explican desde el TSJA.

En la lista electoral

Pese al secuestro y a la detención del novio de la alcaldesa como responsable, el PSOE la mantuvo como cartel electoral y cerró filas con la regidora, mientras que sacó de la candidatura a la edil víctima del rapto. Había puntos ciegos en el relato de la alcaldesa y muchas dudas sin aclarar por el secreto de sumario pero quien puso la mano en el fuego por su candidata, como contó este periódico, fue el secretario de organización del PSOE andaluz, Noel López, ahora también investigado. Es mentor de la alcaldesa, su primo y la eligió como sucesora cuando él dejó el bastón de mando para dar el salto a la política regional en julio de 2022 después de 15 años de mandato.

Las supuestas irregularidades urbanísticas que podrían ser motivo del secuestro, según dijo la víctima, podrían alcanzar al periodo en el que López fue alcalde. La alcaldesa, para garantizar que no hay nada, prometió entregar a la Fiscalía todos los convenios urbanísticos desde 2007. López promocionó a Linares antes de convertirse en número dos del PSOE andaluz, sin embargo la edil que fue secuestrada, Vanessa Romero, había sido alcaldesa accidental durante muchos momentos y era la persona que ostentaba el mando cuando el regidor se ausentaba. Al ser defenestrada y apartada a una concejalía menor empezaron los problemas.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) informaron de que el juez instructor ha decidido no prorrogar por tercera vez el secreto de sumario, lo que ha permitido a las partes personadas en la causa tener acceso a las diligencias instruidas de las que hasta ahora solo tenía conocimiento la Fiscalía. Hasta este momento se conocía que había un único investigado, el que era novio de la alcaldesa de Maracena, que permanece en prisión provisional, comunicada y sin fianza, por un delito de detención ilegal.

Un secuestro exprés

El pasado 21 de febrero la concejal Vanessa Romero acudió al colegio al que lleva a sus hijos, un centro privado en Atarfe (Granada). Allí se encontró con la entonces pareja de la alcaldesa, Pedro Gómez. No le extrañó porque ambas llevan a sus hijos al mismo colegio. Le pidió ayuda porque se había quedado sin gasolina. Ella lo subió a su vehículo y el secuestrador le apuntó con una pistola, haciéndola conducir hacia un pantano cercano. El arma, al parecer, era falsa. Allí la amenazó con una barra de hierro para meterla en el maletero del coche, tras atarle pies y manos y amordazarla. El marido de la concejal ha asegurado que el secuestrador hizo dos llamadas y que todo estaba “preparado”. 

Una vez que la metió en el maletero, el presunto secuestrador condujo a otro pueblo cercano, Armilla, donde tenía un local que había alquilado porque tenía planes de trasladar su negocio de venta de globos de Málaga a Granada. Allí la dejó encerrada hasta que consiguió escapar y salir del vehículo, estaba herida y pidió ayuda. El secuestrador cogió el metro e hizo un viaje de 45 minutos a Maracena. Se le vio entrando en una ferretería donde compró un cuchillo para cortar carne. Nadie entiendo por qué fue a esa localidad si hay ferreterías en otras más cercanas.

En su primer testimonio, visiblemente derrotada y entre lágrimas, la alcaldesa, Berta Linares, aseguró que no convivía con su pareja, ya que él estaba en Málaga, y que la última vez que habló con él fue la noche antes del secuestro por videoconferencia. Ni siquiera, dijo, sabía que estaba en Maracena. Sin embargo después empezaron a existir sospechas sobre si se habían encontrado el mismo día del secuestro.

El consistorio de Maracena comunicó que no se le ha pedido ninguna información ni expediente concreto pero sí que había recibido instrucciones de salvaguardar la documentación en las áreas de personal, intervención, contratación y urbanismo. No hay ninguna sospecha concreta sobre qué podría estar detrás del secuestro aunque se apuntó a una presunta trama urbanística porque la concejala secuestrada tenía papeles relacionados con convenios urbanísticos en su coche cuando fue retenida contra su voluntad.