Globos, un cuchillo barato y una pistola falsa: el recorrido de un secuestro frustrado en Maracena

Una concejala de un pueblo de Granada fue retenida contra su voluntad el pasado martes. Quien la amordazó era el novio de la alcaldesa Berta Linares

Maracena se encuentra a unos cinco kilómetros del centro de Granada. "Es un pueblo tranquilo, cuando no pasan estas cosas", dice uno de los vecinos. Con "estas cosas" se refiere al intento de secuestro que ha conmocionado a esta localidad de poco más de 22.000 habitantes, a la provincia y que ha trascendido a nivel nacional. El pasado martes, 21 de febrero, por la mañana, Pedro Gómez Rosa, un empresario que se ha especializado en los últimos 18 años en la venta de globos y que en ese momento era la pareja de la alcaldesa del municipio, la socialista Berta Linares, acudió a un colegio privado en una urbanización a las afueras del pueblo de Atarfe.

En esa primera parada del tenso recorrido que ha replicado EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, comienza la historia que podría haber acabado en tragedia, pero que se quedó en una tentativa de secuestro en la que se mezclan política, relaciones personales y un amor aparentemente tóxico. La Guardia Civil todavía trata de desenredar del todo un caso que, por el momento, se encuentra bajo secreto de sumario.

Para llegar al Granada College, hay que transitar la carretera E-902 y dejar atrás la propia Maracena, La Joya, Peligros, Albolote, Monteluz, El Aire, El Chaparral y el embalse de Cubillas. Justo detrás de esta masa de agua se encuentra una gasolinera BP, el punto en el que Pedro Gómez tenía su vehículo vacío de fuel, según le dijo a Vanessa Romero, una de las concejalas del Ayuntamiento en el que gobierna la que hasta hace unos días era su novia y con la que planeaba mudarse de Málaga a Maracena.

Pero la trama empezó meses antes. La legislatura cambió para Romero el año pasado. Pasó de ser la edil de máxima confianza de Noel López, alcalde entre 2019 y 2022, cuando dio el salto a la política regional como 'número dos' del PSOE andaluz, para el que firmaba documentos como alcaldesa accidental cuando él no estaba disponible, a tener que contentarse con asumir la gestión del área de Maracena 2030. Es una concejalía con poco peso, ya que se dedica principalmente a tramitar subvenciones. Cuando Noel López se trasladó a Sevilla como parlamentario, no le sucedió Romero, su mano derecha y responsable de Urbanismo, Patrimonio, Tráfico, Movilidad e Infraestructuras, sino la prima del alcalde, Berta Linares. Tenía su lógica: era la segunda de las elecciones de 2019. Romero, entretanto, pasó a un segundo plano y en los próximos comicios no iba a entrar en las listas. No contaban con ella.

Para el momento en el que cambió el Gobierno municipal, Berta Linares y Pedro Gómez ya mantenían una relación. Se habían conocido en una festividad de Carnaval para la que el empresario suministró globos al Ayuntamiento de Maracena.

Durante los últimos meses, la relación entre Linares y Romero, alcaldesa y concejala, se torció. "No se llevan bien", aseguraría Luis Sánchez, marido de la edil, poco después del suceso. "Ni yo ni nadie nos imaginábamos que podía pasar esto", se lamentaba la alcaldesa en una comparecencia que ofreció entre lágrimas horas después del intento de secuestro.

El día de los hechos investigados por la Guardia Civil, Pedro Gómez se hizo el encontradizo con la concejala a las puertas del Granada College, el colegio privado al que Romero llevó esa mañana a sus hijos. En ese mismo centro, estudian también las de la actual regidora, por lo que a la víctima no le pareció una coincidencia sospechosa. Ese es el punto en el que empieza el estremecedor trayecto que podría haber terminado con la política asesinada.

Granada College, en Atarfe
"Nosotros no tenemos nada que decir sobre lo que ocurrió. Pasó donde pasase y a este centro educativo, de puertas para adentro, no nos compete nada sobre ese asunto", señala Cristina Martín, directora de Administración de este centro privado. Despacha rápido la conversación. Pasó fuera del centro. Afirma que se está ofreciendo la misma atención a todos sus alumnos, a pesar de que en el centro se encuentren los hijos tanto de Vanessa Romero como los de la alcaldesa.

Gasolinera BP, en Atarfe
Pedro Gómez le pidió a Romero en el aparcamiento del Granada College que le acercase a la gasolinera BP que se encuentra a unos 600 metros. Cuando ella aceptó y le permitió que entrase en su coche, él le clavó la punta de una pistola -falsa, pero ella no lo sabía- en el costado, según las investigaciones de la Guardia Civil. Llegaron hasta el embalse de Cubillas, donde, según contó el marido de la víctima ante la prensa este miércoles a la salida de un pleno extraordinario, "la ató con bridas de manos y pies, la amordazó".

Barrio de la Chana, Granada
Gómez intentó meterla en el maletero. Como no lo consiguió, la desplazó a los asientos traseros del vehículo, hasta que en el barrio de la Chana finalmente la obligó a entrar en el maletero bajo amenaza de golpearla con una barra de hierro. "O te metes en el maletero o te reviento la cabeza", parafraseó Luis Sánchez, marido de Romero, al explicar esta semana lo sucedido.

Calle del Descubrimiento, en Armilla
El entonces novio de la alcaldesa recorrió con la edil recluida en la parte de atrás del coche todo el flanco oeste del área metropolitana de Granada, 23 kilómetros, y se detuvo en la localidad de Armilla, en el número 4 de la calle del Descubrimiento. Uno de los vecinos declara que vio a Gómez días antes "descargar objetos un par de veces" en un local que ahora luce una banda de la Guardia Civil y una cerradura medio rota.

En la oscuridad y prácticamente aislada, Vanessa Romero escuchó cómo el hombre que la había retenido contra su voluntad se dirigía a ella desde fuera del coche. Iba a hacer dos llamadas. "Lo sintió murmurar", dijo el marido de la edil. Esperanza Romero, tía de la víctima y concejala del Grupo Mixto en el Ayuntamiento, sostuvo en el pleno del miércoles que en el segundo contacto telefónico se escuchó una voz de mujer.

En ese instante, Pedro Gómez decidió regresar a Maracena, pero abandonó el coche de la concejala en el local de la calle Descubrimiento. Cogió el Metro. Dejó a Vanessa Romero sola, pero subestimó sus capacidades. En los 45 minutos que separan Armilla, la primera estación de la línea, a Maracena, a 21 paradas, ella encontró la manera de salir. Todavía desde dentro de su propio maletero, la concejala pateó los asientos traseros del coche y abrió un resquicio por el que escapar.

Se desconoce por el momento cómo consiguió abandonar el garaje. Nadie la ayudó a salir, nadie podía oírla en una calle desierta. "Yo me enteré por los medios", dice uno de los vecinos. "Nosotros nos encontramos con el pastel cuando estaba la Guardia Civil aquí", añade otro. Ni los trabajadores de los pocos negocios que la ocupan ni los vecinos de sus casas bajas estaban allí presentes. Sólo Jesús, el padre de una de las habitantes de Descubrimiento, se percató de lo que estaba ocurriendo. Según refleja Granada Hoy, el hombre se encontró con la concejala cuando ya había salido del vehículo. Estaba maniatada. "Vino a casa, cogió unas tijeras y la ayudó a soltarse", relató la hija de Jesús.

Ferretería de Maracena
Mientras la concejala luchaba por salir del coche, Pedro Gómez Rosa, novio de la alcaldesa, bajó del Metro en una de las vías principales de Maracena, la avenida Blas de Otero. Caminó unos metros hasta la Ferretería Bullejos. Atravesó la puerta e hizo sonar la campanilla que avisa de la entrada de un nuevo cliente. Los tres empleados -dos mujeres y un hombre- que se encontraban en la tienda alrededor del mediodía le miraron. "Lo vi un hombre apuesto, con buena presencia. No le vi ningún componente extraño", dice una de ellas. Sabía lo que quería: un rollo de cinta americana negra de 25 metros y un cuchillo para cortar carne que le iba a costar poco más de cuatro euros. Pagó 8,70 euros y se fue. 

"A primera hora de la tarde vino la Guardia Civil y me enseñó su foto. '¿Este hombre ha estado aquí comprando?', me dijeron. Cuando lo vi, me di cuenta de que sí", relata una de las trabajadoras. "Les pregunté a los agentes si había matado a alguien, pero me respondieron que ya me enteraría". En un pueblo como Maracena, no es difícil. Casi todos los vecinos conocen a alguno de los implicados en el caso o, al menos, a sus familias. Y así, las noticias vuelan. Los empleados de la ferretería se enteraron de lo que había ocurrido unas horas después, por un grupo de Whatsapp.

Ayuntamiento de Maracena
Julio Pérez, el portavoz del PP en el Consistorio, se enfrentó varias veces en el pleno a Vanessa Romero, la concejala secuestrada. En la actual legislatura, presidió las sesiones siempre que Noel López se marchaba de Maracena. Sin embargo, como es habitual en las administraciones locales, su rival en la política no lo era en la vida real. "Soy amigo de la familia de toda la vida y ella, su marido y yo salíamos juntos en pandilla de jóvenes", señala. Cuando un familiar de Vanessa Romero le llamó para contarle lo que había ocurrido, no se lo creyó.

"Era martes al mediodía, fui con mucha antelación a recoger al niño al instituto. Estaba solo en el coche y me llamó un familiar del marido de Vanessa y me dijo que la habían secuestrado. De primeras, pensaba que era una broma, pero empezó a llorar. Estaba en la Comandancia de la Guardia Civil. A mí me empezaron a temblar las piernas como nunca me habían temblado. Otro concejal socialista me lo ratificó".

¿Empadronado en Maracena?
En la página web de su negocio Regalos con Globos, Pedro Gómez Rosa indica dos ubicaciones: una en Málaga, donde reside, y otra en la calle Almireceros, 2, en Maracena. Al llegar a esta última localización, una tienda de dulces con una fachada rosa sorprende al viandante. Los dueños del negocio aseguran que no le conocen y que ni siquiera sabían que tenía puesta su dirección en la página web. "Será un domicilio social", apunta el concejal del PP.

Los concejales de la oposición centraron parte del pleno extraordinario del pasado miércoles en esclarecer si Pedro Gómez vivía o no en Maracena. La alcaldesa admitió que estaba empadronado en su domicilio desde hacía un mes, aunque pesar de que seguía viviendo en Málaga. "Iban a vivir juntos", ha confirmado este viernes a las puertas del Consistorio Antonio García Leiva, actual edil de Urbanismo, Seguridad Ciudadana y Tráfico, área que antes gestionaba Romero. Ha asegurado que "fue él quien decidió empadronarse" en enero en el pueblo en el que iba a convivir con su pareja y las hijas de ella.

El recorrido que ha marcado en los últimos días Pedro Gómez Rosa finaliza en el Centro Penitenciario de Albolote. El jueves por la tarde, su abogado presentaba en esta cárcel documentación médica de una clínica privada de Málaga, SaniSalud, que justificaría que el ya exnovio de la alcaldesa "tiene varias patologías mentales graves que pudieran haber influido en su conducta", indicaba el letrado Luis Molina poco después de enterarse de que ya no iba a representar al detenido.

La Guardia Civil investiga todavía qué llevó a la expareja de la alcaldesa a tratar de acabar con la vida de una concejala. Los rumores en las plazas del pueblo y en sus bares apuntan a posibles irregularidades cometidas en el seno del Consistorio. "Ella temía las represalias", afirmó el marido de la edil, sin aportar más detalles de cómo tenía pensado tirar de la manta la víctima. Lo que sí aseguró es que Vanessa Romero sigue firme en su intención de demostrar qué ocurre al terminar la calle Encrucijada, en el Ayuntamiento, ya con su agresor en la cárcel.

El Periódico de España

Texto: Ana Ayuso
Formato: Nacho García