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Opinión | PENSAMIENTO PERIFÉRICO

Sexo y masturbación, así se rinde el PP a Vox en Sevilla

El Ayuntamiento sevillano ha retirado unos cuadernillos de educación sexual para Primaria y lo hace cuatro años después de que Moreno se riera de Olona cuando se lo pidió en la televisión

El Ayuntamiento de Sevilla quita de los colegios el cuadernillo de educación sexual que Vox pidió retirar

El Ayuntamiento de Sevilla quita de los colegios el cuadernillo de educación sexual que Vox pidió retirar / Julio Muñoz / EFE

La derechización de los jóvenes, insisten en el PP, está detrás del auge de Vox. Es cierto, pero alguien debería advertirles de que sus errores al relacionarse con el partido de Abascal también influyen —y mucho— en que estén perdiendo votos a chorros hacia su derecha.

La última encuesta de GESOP para El Periódico informa de que el bloque de la derecha mantiene una clara hegemonía, impulsado por el crecimiento de Vox, que ya superaría el 18 % de los votos y duplicaría su representación en el Congreso. El PP, por su parte, habría perdido 3,7 puntos desde las elecciones generales. La tendencia es clara: Vox crece y el PP se debilita.

Entre la copia y el original, la gente prefiere el original. ¿Por qué se empeña Feijóo en alimentar los debates de Vox? Desde la inmigración al aborto, pasando por Gaza, el PP no deja de adoptar estrategias que refuerzan a la extrema derecha. Desde el inicio del curso político, los populares no paran de errar, adoptando posiciones y discursos que benefician a su competidor.

Un ejemplo reciente se ha vivido en Sevilla. Según desveló Carlos Doncel en El Correo de Andalucía, el Ayuntamiento —gobernado por el PP— ha retirado los cuadernillos de educación sexual que se impartían en las aulas de Primaria. Eran materiales voluntarios, utilizados por los docentes para tratar temas afectivos y sexuales en clase.

Este movimiento no es aislado. El Ayuntamiento sevillano, donde el PP pactó los últimos presupuestos con Vox a cambio de medidas como la creación de una oficina antiaborto o la retirada de subvenciones a ONGs que trabajan con inmigrantes, ya había permitido que la formación de Abascal impusiera varias de sus banderas ideológicas. Según El Correo de Andalucía, Vox solicitó hace unos meses la retirada de esos cuadernillos, y el PP accedió. Alega ahora que no lo hizo por presión política, sino para actualizar los contenidos. Lo cierto es que, por el momento, los cuadernillos han desaparecido de las aulas de Primaria.

Vox logra así lo que Macarena Olona no consiguió en el debate electoral frente a Juanma Moreno en junio de 2022. En el perfil histriónico que le diseñaron para la campaña, Olona acusó al presidente andaluz de enseñar a los niños a masturbarse en clase, mostrando precisamente el cuadernillo que ahora se retira. Declaró entonces que si alguien se acercara a su hijo en un parque a hablarle de masturbación, llamaría a la Policía Nacional. Moreno esquivó el golpe y zanjó el asunto asegurando que aquello era "mercancía averiada".

En un parque, un extraño no tiene ningún derecho a hablar con un niño sobre sexualidad. Estaría bueno. Pero en el aula, con material pedagógico adecuado y profesionales formados, tratar estos temas es necesario y saludable. Los contenidos estaban dirigidos a niños de entre 10 y 11 años, una edad en la que muchos ya acceden a internet sin supervisión. Vox, al parecer, se ha cobrado la espinita tres años después. Y el PP, que en su momento ignoró el ataque, ha decidido ahora ceder en lo que entonces supo esquivar. ¿Alguien puede explicarlo?

Los datos son claros: el 53 % de los menores accedió al porno antes de los 13 años, según Save the Children. Mientras, el 80 % de los padres niega que sus hijos vean porno, según el Barómetro Audiovisual de Andalucía. Podemos seguir negando la realidad, o asumir que muchos padres prefieren entregar un móvil antes que educar, y luego colocarse una venda para no saber qué hacen sus hijos con él.

Las estadísticas apuntan además a un repunte preocupante de las enfermedades de transmisión sexual, así como al auge entre jóvenes de relaciones sin preservativo. Los cuadernillos retirados no promovían conductas inapropiadas; eran materiales didácticos, adaptados y necesarios, que abordaban de forma rigurosa temas que los menores inevitablemente van a encontrar —sin filtro— en la red. Si no se les explica antes, corren el riesgo de pensar que el porno representa la realidad.

Mientras tanto, Santiago Abascal viajó el viernes a Sevilla para exigir la dimisión de Juanma Moreno por la crisis del cribado del cáncer de mama. El tono de Vox contra el PP en Andalucía es cada vez más duro. Sin embargo, el PP continúa cediendo banderas. Un día es Jumilla, donde se prohibieron fiestas musulmanas. Otro, Sevilla, donde se retiran cuadernillos de educación sexual porque incomodan a Vox.

La extrema derecha no quiere que los menores aprendan qué es la masturbación, cómo funcionan sus órganos sexuales o en qué consiste una relación sana, con consentimiento y respeto mutuo. Y el PP parece haber aceptado ese marco sin apenas resistencia.

A veces parece que Vox ha logrado introducir un caballo de Troya dentro del PP. Cada debate que abren, cada bandera que agitan, termina reforzando a la extrema derecha. El PP cae en todas. Es inexplicable, pero está ocurriendo. Mientras tanto, Abascal se fuma un puro en Las Ventas, viendo la retirada de Morante, y le dedica el toro tanto a él como a Isabel Díaz Ayuso. Un gesto que seguramente no ha sentado bien al PP andaluz.