Opinión | INTERNACIONAL

¿Sólo intimidación o preparación para sumarse a la guerra contra Irán?

No hay duda de que EEUU destruiría con su extraordinaria fuerza militar al país de los ayatolas, pero ¿qué haría después?

Un más que alarmante despliegue de aviones de guerra de Estados Unidos con dirección a Europa se ha desarrollado en las últimas horas sobre el Atlántico norte. Se trata en su mayoría de aviones cisterna para el reabastecimiento de aeronaves en pleno vuelo, lo que hace sospechar a algunos que Washington se prepara para sumarse a la guerra de Israel contra Irán.

Muchos de esos aviones han aterrizado en la base aérea de Ramstein (Alemania), donde está el cuartel general de las Fuerzas Aéreas de EEUU en Europa y que es al mismo tiempo una base de la Alianza Atlántica. Otros se dirigieron a las distintas bases aéreas o aeronavales en Europa como las de Morón y Rota, en España, la de Aviano, en Italia o a aeródromos más próximos a Oriente Medio, en Grecia o Turquía. ¿Se trata tan sólo de una maniobra de intimidación a Irán para que vuelva a la mesa de negociaciones en torno a su programa nuclear con EEUU, abandonada tras el ataque por sorpresa israelí mientras se celebraban?.

Imagen de archivo de maniobras militares del Ejército iraní en el estrecho de Ormuz.

Imagen de archivo de maniobras militares del Ejército iraní en el estrecho de Ormuz. / EFE

¿O ha logrado, por el contario, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, convencer a Washington de que se sume a su particular guerra con Irán, cuyo objetivo real no es otro que derribar el régimen de los ayatolas aunque Tel Aviv lo disfrace de operación preventiva contra el programa nuclear iraní. El presidente Donald Trump abandonó el lunes la reunión del G7 que se celebraba en Canadá para regresar a Washington después de que, en declaraciones a la prensa, no pareciera descartar una posible intervención de EEUU en ese conflicto militar.

Trump abandona la Cumbre del G7 antes de su fin por el conflicto entre Israel e Irán

Trump abandona la Cumbre del G7 antes de su fin por el conflicto entre Israel e Irán / Agencias

La superpotencia mantiene aproximadamente a 40.000 militares desplegados en distintas bases de Oriente Medio cuyas vidas correrían peligro inmediato si Irán decidiera atacar esas bases en respuesta a un eventual ataque conjunto de EEUU e Israel sobre su territorio. El Estado sionista bombardeó mientras tanto deliberadamente la televisión estatal iraní cuando estaba en plena transmisión y mató a varios de sus empleados, lo que Teherán tachó inmediatamente de "crimen de guerra". Israel, cuyas Fuerzas Armadas han asesinado ya a cerca de doscientos periodistas en Palestina, justificó el ataque contra la emisora pública iraní acusándola, en clara proyección freudiana, de "mentir".

Ese ataque contra un medio de comunicación recuerda por cierto al que llevó a cabo la aviación de la OTAN en abril de 1999 contra la sede central de la TV serbia, que dejó también varias víctimas entre los trabajadores. Mientras tanto, en EEUU muchos se preguntan qué ganaría el país con meterse en esa guerra como le reclama el primer ministro israelí, Benjamín Netanhyahu, y ardientemente desean los "halcones" del Congreso.

No hay duda de que EEUU destruiría con su extraordinaria fuerza militar al país de los ayatolas, pero ¿qué haría después? ¿Cuánto duraría la ocupación? Y sobre todo ¿qué coste tendría para su ya disminuido prestigio en todo el mundo?