EXTINGUIDORES DE NEUMÁTICOS

¿Tienes un coche grande? Estos activistas buscan voluntarios para desinflarte las ruedas

El grupo Los Extinguidores de Neumáticos desinfla ruedas de coches SUV, los más grandes, caros y contaminantes del mercado

Actúan en una decena de países y buscan aliados en España para expandir su acción

"Siempre que no haya delitos de vandalismo, son acciones directas no violentas muy lógicas", consideran en Ecologistas en Acción

Una activista desinfla las ruedas de un coche SUV

Una activista desinfla las ruedas de un coche SUV / Tyre Extinguishers

Analía Plaza

Analía Plaza

Son un número indeterminado de personas, de distinto género y edad, activas en al menos una decena de países y sin más líder que un puñado de panfletos traducidos colgados en una página web. Salen de noche con ellos impresos y bolsas llenas de lentejas. "Es todo lo que necesitas", afirman. "Es lo que hace que nuestro movimiento sea tan poderoso: cualquiera puede hacerlo en cualquier sitio".

El grupo se hace llamar The Tyre Extinguishers, Los Extinguidores de Neumáticos en español, y se dedica a desinflar las ruedas de los SUV: los coches más grandes y caros del mercado, que a su vez son los más contaminantes por la cantidad de combustible que consumen. El mecanismo es tan sencillo como desenroscar la tapa de la válvula, introducir una lenteja (o una judía o granos de cuscús) y volver a enroscarla.

"Para sacar aire del neumático, debe haber algo empujando hacia abajo. Deja caer una lenteja dentro de la tapa de la válvula", indican las instrucciones, que piden no desinflar las ruedas de coches de comerciantes ni los de personas con discapacidades. "Coloca la tapa y ajústala con unas pocas vueltas hasta que escuches el silbido del aire. Incluso si el silbido es leve, es suficiente: se desinflará lentamente. Todo el proceso debería durar diez segundos".

Desde el pasado mes de marzo y hasta la fecha, los Extinguidores de Neumáticos han actuado en Londres, donde empezaron, en París, en las ciudades alemanas de Berlín, Dortmund y Essen, en Zurich, Viena, Edimburgo, Nueva Zelanda, Suecia, Ontario, Nueva York, Chicago y San Francisco. Sus acciones han aparecido en la prensa local, en las redes sociales —hace pocos días, desinflaron las ruedas del coche de una famosa actriz de telenovelas británica que les deseó la cárcel en Instagram— y en medios de alcance internacional como Rolling Stone o The Guardian, que les acompañó en una salida nocturna en Nueva York.

"No nos consta ningún caso en España, pero estamos buscando activistas allí", afirman al solicitarles información por correo electrónico. "El debut no debe de estar lejos. Todo lo que se necesita es que un ciudadano español lea sobre nosotros, decida tomar medidas y, simplemente, sucederá". Por lo pronto, el folleto que dejan en los vehículos tras actuar ya está traducido. "Te enfadarás, pero no te lo tomes como algo personal. No eres tú, es tu coche", reza antes de explicar por qué han llegado a este punto.

Todoterrenos en la ciudad

"Es una respuesta muy lógica", considera Javier Andaluz, responsable de clima y energía de Ecologistas en Acción. "Siempre y cuando no haya delitos de vandalismo, son acciones directas no violentas. Hablamos de coches cuya contaminación es muy elevada y que están asociados a un estrato de población con alto nivel de recursos. Desde 2019, con Extinction Rebellion, este tipo de acciones se dan cada vez más. Son más simbólicas que reales, porque no van a conseguir un gran ahorro de emisiones, pero muestran el descontento ciudadano".

Una rueda desinflada

Una rueda desinflada / Tyre Extinguishers

En España, desinflar unas ruedas puede constituir un delito de daños por considerarse que atenta a la propiedad privada o puede no hacerlo, al considerarse que no se dañan las ruedas, solo su posibilidad de usarlas, tal y como explican distintos autores en la guía jurídica del grupo Wolters Kluwer.

Los activistas desinfladores de ruedas centran su objetivo en los SUV, el acrónimo de sport-utility vehicle (vehículo utilitario deportivo, en español), por ser "contaminadores atroces". "Los SUV y los 4x4 son un desastre para nuestra salud, seguridad pública y clima. Coches cada vez más grandes dominan las ciudades para que unos pocos privilegiados hagan alarde de su riqueza. Ya que los gobiernos y políticos no han logrado protegernos de este peligro, debemos protegernos a nosotros mismos", dice su declaración de intenciones. "Queremos que sea imposible tener un enorme 4x4 contaminante en zonas urbanas. Desinflando sus neumáticos generamos inconvenientes y gastos a sus propietarios".

Desde su introducción en Estados Unidos en los 80 —donde son considerados camiones ligeros y responden a estándares de eficiencia más laxos que los coches normales—, los SUV han conquistado también el mercado chino, el indio y el europeo. En Europa ya suponen el 49,7% de las ventas de vehículos nuevos, según datos de la firma de análisis JATO, y en España el 57,9%, de acuerdo al análisis de matriculaciones de julio realizado por Neomotor.

Los SUV son uno de los principales responsables del aumento global de las emisiones de CO2, solo por detrás del sector energético, según datos de la Agencia Internacional de la Energía. Si sus conductores formaran un país, sería el séptimo en el ranking mundial de emisiones. Por su tamaño son, además, más peligrosos y letales para los peatones.

"Es sorprendente que estos vehículos se hayan impuesto en toda Europa. Los fabricantes hicieron una campaña de marketing brutal asociándolos a la libertad que ha permeado", explica Carmen Duce, responsable de Transportes de Ecologistas en Acción. "Vuelcan más fácil porque tienen el centro de gravedad más alto. Su consumo es desmesurado. Y son difíciles de aparcar. Pero aun así, se han impuesto. Un turismo normal pesa entre 1.300 y 1.500 kilos; los SUV llegan a los 2.000. Son dos toneladas para mover setenta kilos de persona".

Duce comprende la "desesperación y la rabia" de los activistas, especialmente de las generaciones más jóvenes. En un contexto de búsqueda de reducción de emisiones, los SUV han creado un nuevo problema. "Cuando Europa aprobó prohibir la venta de vehículos de combustión a partir de 2035, hubo una propuesta del Parlamento que no se aprobó: el mass parameter, o ajuste de masa, que planteaba una penalización por peso. Si no los penalizas, los estás bonificando", dice.

La organización ecologista tiene una tabla comparativa con el consumo y emisiones de CO2 de varios vehículos. Hay SUVs que triplican las emisiones de un coche pequeño. El impuesto de matriculación sí penaliza a los coches más contaminantes, pero las etiquetas de la DGT tienen en cuenta la eficiencia del motor y no los gramos de CO2 que emite. Cuenta Duce que algunas ciudades españolas están buscando fórmulas para limitar la entrada de SUVs en sus zonas de bajas emisiones, pero que ninguna la ha encontrado. "Nosotros tampoco hemos sido capaces de hacer una propuesta jurídicamente viable", afirma.

"No nos preocupa que nos pillen"

Los Extinguidores de Neumáticos afirman haber desinflado las ruedas de 7.000 SUVs en todo el mundo. Tienen una dirección de email pública en la que dicen recibir "todo tipo de amenazas, hasta de muerte, de hombres inseguros demasiado apegados a su coche". Pero también llegan mensajes de apoyo felicitándoles por la idea y animándoles a seguir.

"Nunca nos han pillado", dicen. "A no ser que la policía quiera poner a un agente detrás de cada SUV aparcado o que sus propietarios decidan quedarse toda la noche despiertos vigilando, no nos pararán. En cualquier caso, no nos preocupa la ley o que nos pillen. Lo que nos preocupa es el catastrófico cambio climático que se nos viene encima si las cosas no cambian".

Este tipo de actividades son tildadas en ocasiones de ecoterrorismo. El Frente de Liberación Animal, una longeva organización que lucha por los derechos de los animales mediante acciones como sacar a gallinas de jaulas, ha sido acusado de terrorismo en varias ocasiones.

En España hay antecedentes similares a los de los Extinguidores, pero pocos. Hace unos años, cuando la turismofobia estaba en máximos en Barcelona y las bicicletas de alquiler empezaron a colonizar los aparcabicis públicos, un grupo de padres se dedicó a deshinchar sus ruedas. "Quitábamos el taponcito de la válvula, apretábamos con cualquier cosa y se desinflaba. Eran actuaciones puntuales", dice uno de los participantes. "No era fácil hacer algo así porque sabíamos que hacíamos daño a los trabajadores, chavales cobrando una miseria por mantener el sistema. Los microterroristas tenemos conciencia. Al final el Ayuntamiento lo controló y ya apenas hay".

"En estos momentos en España se ataca más a las grandes instituciones responsables de políticas públicas que a los individuos. Tenemos una visión más de sistema", reconoce el responsable de clima de Ecologistas. "La Rebelión por el Clima estuvo acampada en 2019 frente al Ministerio de Medioambiente. Y se la montaron a Repsol bloqueando su sede. Recuerdo que en algún momento se han hecho campañas como dejar multas simbólicas a los coches por sus emisiones asociadas, pero no son acciones directas". Si los desinfladores de neumáticos SUV llegaran a España, apunta, "veríamos un intento de criminalización, como ya vemos sin necesidad de hacer acciones. La Junta de Castilla y León ha culpado de los incendios a los ecologistas".

"Hay un antropólogo conocido, James Scott, que estudia los límites de la acción del estado. Él dice que cuando no existen los canales apropiados de resolución de conflictos estos se producirán por otras vías", apunta el antropólogo español José Mansilla. "Por ejemplo: que un empresario impida una sección sindical no hará desaparecer la conflictividad laboral. Se manifestará de otra forma, con menor productividad de los trabajadores o con estos llevándose los champús a casa. La imagen del trabajador de Burger King puteado escupiendo dentro de las hamburguesas va por ahí. Y el tema de los SUV, igual. Si no existe una esfera en la que podamos desvelar el problema y se tome en consideración con posibilidades de cambio real, se articulará de otra manera".

Es el mismo argumento que dan los activistas. "Muchos de nosotros hemos participado antes en protestas. Y pedir amablemente que el aire sea limpio y las calles seguras no ha funcionado. Así que vamos a parar la contaminación con nuestras propias manos", dicen. "Si una sola persona decide no comprar un SUV por lo que hacemos, habremos ganado".

"Son acciones pequeñas, con cierto carácter performativo, pero ponen el problema encima de la mesa. Ahora depende de su capacidad para construir el relato en los medios", concluye Mansilla. "Hablamos de un vehículo y un sector muy concreto al que se le está diciendo: no te vas a ir de rositas. Si lo manejan y enfocan en un determinado grupo social, es posible que ganen apoyo".