EN ATENAS

Las recetas de la primera concejala de calor de Europa: "Hay que sacar los coches de las calles"

Atenas ha nombrado a Eleni Myrivili responsable municipal del Calor

Es la primera persona que ostenta ese cargo en Europa

Su trabajo consiste en adaptar la ciudad para que los veranos sean menos asfixiantes

Eleni Myrivili, responsable municipal de Calor de Atenas

Eleni Myrivili, responsable municipal de Calor de Atenas / TED

Analía Plaza

Analía Plaza

El verano de 2007 fue devastador para Grecia. Una ola de incendios forestales arrasó el país favorecida por la sequía y las altas temperaturas. Se quemaron 270.000 hectáreas, murieron 84 personas, miles perdieron su casa y la cabeza de Eleni Myrivili, hasta entonces una tranquila profesora de universidad, hizo 'click'.

"Di un vuelco a mi carrera tras esos incendios", cuenta Myrivili. "Hasta entonces no me interesaban estos temas: yo soy profesora de Antropología y Comunicación, pero en ese momento cambié y decidí entrar en política afiliándome al partido Ecologista Verde. Llegué a formar parte de la cúpula, pero luego lo dejé".

Myrivili habla por videoconferencia desde una cafetería en Atenas. Asiente con comprensión cuando ve que, al otro lado de la pantalla, están las ventanas cerradas y las persianas bajadas para mantener a raya la flama. Es 2 de agosto y en Madrid hay 38 grados: nada que a una griega no le suene familiar.

La profesora entró en el ayuntamiento de Atenas en 2014 como concejala del partido Verde, dentro de una coalición de izquierdas que gobernó hasta 2019. "Pedí que me nombraran teniente de alcalde para la naturaleza urbana y adaptación al cambio climático", recuerda. "Ahí empecé a meter en la agenda las soluciones naturales e infraestructura verde como medidas para bajar la temperatura".

En las siguientes elecciones la derecha recuperó el mando, pero quiso seguir contando con ella. "Me llamó el alcalde [Kostas Bakoyannis, del partido liberal conservador Nueva Democracia] para ser consultora de asuntos climáticos", continúa. Y así fue como Myrivili se hizo con el puesto de Chief Heat Officer —concejala o responsable municipal del Calor— de Atenas.

La primera de Europa

Miami Freetown Arsht-Rockefeller

A grandes rasgos, su trabajo consiste en adoptar medidas para que los veranos sean más soportables.

Archivo - Calor en Córdoba.

Archivo - Calor en Córdoba. /

Además de los incendios de 2007, Grecia tuvo varias intensas olas de calor el año pasado y batió el récord de temperatura registrada. Llegó a los 46,3º. En España, la localidad cordobesa de La Rambla ha registrado este verano 47,6º.

"Aunque el Gobierno central también es conservador [gobierna Nueva Democracia, como en Atenas], creo que las olas del año pasado, las más largas en mucho tiempo, les hicieron tomárselo en serio. De hecho, en septiembre crearon el Ministerio de Crisis Climática", continúa. "La izquierda es muy buena hablando del tema, pero cuando llega al poder tiende a ser más conservadora que la derecha. Yo tenía grandes expectativas con el Gobierno central anterior [coalición de izquierdas], pero fue decepcionante".

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ha entrevistado a Eleni Myrivili para entender en qué consiste el puesto de 'concejala del Calor' y qué medidas está tomando. "Lo he organizado todo en tres pilares básicos", explica. "Concienciar, preparar y rediseñar".

Olas de calor con nombre

El primer paso es categorizar las olas de calor y predecir en cuáles habrá picos de mortalidad.

No es que hasta ahora no se categorizaran —la agencia meteorológica griega tiene un sistema de alertas similar al de la AEMET—, sino que se trabaja con un modelo específico para la ciudad que incorpora datos históricos de fallecimientos por calor.

"Al estar desarrollado solo para Atenas, el algoritmo incorpora características como la humedad o los lugares en los que se dan los picos", dice. "Así podemos saber qué tiempo será especialmente peligroso".

La fundación Arsht-Rockefeller está financiando este programa en otras ciudades del mundo. Una de ellas es Sevilla, donde llaman al proyecto proMETEO.

"El análisis del impacto de las olas de calor en salud pública se hace en Europa desde, aproximadamente, 2003. La idea ahora es hacerlo de forma más homogénea", dice José María Martín Olalla, profesor de la Universidad de Sevilla y asesor de la proMETEO. "Hemos recabado datos desde 1995, analizado la temperatura máxima y la mínima, si la noche fue tórrida o no, la humedad ambiental... y con ello categorizaremos cada ola. Se trata de ver qué riesgos presenta cada categoría para que la gente se conciencie y para que el Ayuntamiento, dentro de sus competencias, proteja a la gente más vulnerable. La condición más importante es la edad".

Una mujer se abanica para combatir el calor.

Una mujer se abanica para combatir el calor. / EPE

En Sevilla han ido un paso más allá y han empezado a nombrar las olas de calor, como se nombran los huracanes, "cuando el evento es especialmente grave". La primera fue la del pasado 24 de julio y se llamó Zoe. "Se eligen nombres de personas alterando varón y mujer y alfabéticamente. Hay que buscar nombres raros: no puedes llamar Carmen a una ola de calor, porque si luego es muy destructiva no es agradable para quienes se llaman así".

Martín Olalla reconoce que "la gente no es tonta y sabe evitar riesgos". "En el campo se ha trabajado siempre a primera hora y la siesta puede parecer folclórica, pero es porque en las horas centrales no puedes salir a la calle", continúa. Sin embargo, cree que ciudades como la suya no pueden acomodarse y pensar que como están acostumbradas no les va a pasar nada.

"Uno tiene la impresión de que en Francia murió mucha gente en 2003 porque 'no están acostumbrados'. Pero analizando la mortalidad ves que en Sevilla también tuvo un impacto notable", afirma. "El temor es que estos fenómenos sean cada vez más frecuentes, así que hay que poner el camino para que las autoridades tomen medidas. También se debe hacer con el frío [que mata a más gente]".

En Atenas, la categorización va ligada a alertas a los colectivos más vulnerables: gente mayor que vive sola, para quienes disponen de un programa de acompañamiento específico, guarderías con niños pequeños y gente sin hogar.

Lugares fríos y rutas por la sombra

El segundo pilar establecido por Myrivili es la preparación. "Tenemos una web, un teléfono y una app con consejos para enfriar las casas. En la app puedes introducir tus datos o los de tus padres para tener un perfil de riesgo en tiempo real", dice. "Y estamos dentro de la app Extrema Global, que te da rutas para ir por la sombra". Esta aplicación está disponible en Atenas, Rotterdam y París.

Un 'pocket park' (parque pequeño o de bolsillo) entre edificios de Atenas

Un 'pocket park' (parque pequeño o de bolsillo) entre edificios de Atenas /

Las llamadas 'rutas frías' incluyen paradas en puntos frescos, también conocidos como refugios climáticos y presentes en ciudades españolas como Barcelona y Bilbao.

"En cada barrio hay centros cívicos a los que va la gente mayor. Los abrimos durante más tiempo, de ocho de la mañana a ocho de la tarde, y a más gente. Pero hay otros espacios: bibliotecas, iglesias, entradas de metro, zonas verdes...", dice. "La mayoría de estos sitios tienen aire acondicionado, pero no queremos que la gente piense solo en eso. Las zonas verdes también están muy bien".

Guerra al coche

El último pilar establecido por la responsable ateniense es el rediseño de la ciudad.

"Es lo más difícil", reconoce. "Atenas es una ciudad muy densa. Hay mucho cemento. Necesitamos dar la guerra contra los coches, quitarlos de las calles y de las plazas de aparcamiento. Pero es una pelea en la que muchos políticos no se quieren meter".

Los coches no solo emiten contaminación y calor cuando están en funcionamiento, sino que ocupan espacio y acumulan temperatura en superficie cuando están aparcados. El asfalto recalienta la ciudad por las noches: es el conocido efecto de la isla de calor, que ciudades como Los Angeles han tratado de solucionar pintando las calles de blanco.

Myrivili y Atenas trabajan en tres líneas: parques pequeños o 'de bolsillo', corredores verdes y el aprovechamiento del antiguo acueducto de Hadrian, construido en el año 140 a.C y que aún lleva agua a lo largo de ocho municipios y veinte kilómetros, para crear más zonas verdes. Para esto último han solicitado fondos europeos.

"El Ayuntamiento está creando nuevos parques, comprando solares entre edificios y eliminando algunas plazas de aparcamiento. Son pequeños y no hacen mucho para el conjunto de la ciudad, pero para los barrios son importantes", puntualiza, en una medida que recuerda a los Parcs de Barri de Valencia.

"En los tres corredores verdes, financiados por el Banco Europeo de Inversiones, sí que quitamos todos los coches y los sustituimos por árboles y superficies permeables. Y en 2026 estará terminado el proyecto de doble regeneración: se moverá el estadio del Panathinaikos a una nueva localización rodeada de zonas verdes y en su lugar, en el centro de la ciudad, se hará un gran parque. Pasan cosas, pero necesitamos que pasen muchas más".