Los límites del humor

No disparen al cómico: Martes y Trece hacía chistes machistas pero España se reía y RTVE lo cobraba

El programa de RTVE '¿Quién se ríe ahora?' revisa y critica chistes antiguos. A sus cómicas se les ha vuelto en contra: las redes han recuperado viejas bromas suyas de las que hoy se avergüenzan

Ilustración humor.

Ilustración humor. / EPE

Analía Plaza

Analía Plaza

Por el tono con el que responde al teléfono, a Jaime Alborch —cómico en activo nacido hace 50 años en Barcelona y otrora conocido como Jaimito Borromeo— se le agrió la cena de Nochevieja cuando sus familiares le contaron que había sido 'cancelado' en un programa de RTVE sobre el humor antiguo.

"Fue el debate en mi casa. Aún no lo he podido ver, pero con la información que he recibido tengo una opinión. Y tenía intención de escribir a RTVE y decir cuatro cosas", afirma en conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

El programa al que se refiere es '¿Quién se ríe ahora?', una producción propia de RTVE Play (la plataforma digital de la casa) en la que cinco presentadoras y cómicas en auge —Inés Hernand, Andrea Compton, Carolina Iglesias, Victoria Martín y Henar Álvarez— revisan, analizan y critican chistes de hace veinte y treinta años.

El material sale del archivo de RTVE e incluye, entre otros, sketches de humoristas como Martes y Trece, Gila, Arévalo, Florentino Fernández y el propio Borromeo, que sale el primero en una actuación del año 2000.

— Yo solo quiero un paquete de támpax —, dice el Jaimito Borromeo de entonces, con la característica voz forzada con la que actuaba. — Va el chaval y coge limpiacristales. Y le dicen: ¿oiga, es usted imbécil, verdad? Sí, ¡pero desgravo! [risas y aplausos del público].

Jaime Alborch, comediante más conocido como Jaimito Borromeo

Jaime Alborch, comediante más conocido como Jaimito Borromeo / Youtube

El vídeo de Borromeo continúa mientras las cinco presentadoras miran a la pantalla con cara de reprobación.

— Dice: oiga, yo le he pedido un paquete de támpax y me está dando un limpiacristales. ¿Por qué? Es que he pensado que ya que va a estar una semana sin poder echar ningún kiki, ¿por qué no aprovecha y limpia los cristales de su casa? [más risas y aplausos del público].

"Me parece interesante que se revise la hemeroteca de todo lo que ha pasado en este país. Y que se aprenda”, dice ahora Borromeo a este periódico. “Lo que no me parece bien es que se revise para criticar y dejar a caer de un burro a cómicos como a mí, que cada semana veían cuatro millones de españoles. Habría que juzgar a esas personas. Llenábamos plazas de toros, era un no parar. Pero documéntate, llámame, cuenta que yo hacía este humor pero hoy estreno obras de teatro. Es muy fácil tirar a una persona y chafarse”.

Borromeo, que además de continuar haciendo monólogos y teatro es activo en TikTok, red en la que publicó algún que otro vídeo viral durante el confinamiento, asegura que la crítica no le afecta personalmente. Le afectaría, dice, que le criticasen ahora porque eso significaría que está estancado.

"Pero me da coraje. En su época era muy digno y me contrataban muchísimas cadenas para hacer lo mismo que en TVE", continúa. "Si hubiera sido un humor censurable no nos lo hubieran dejado hacer (...) Yo sabía que no me tenía que meter con la Iglesia ni con según qué temas. Con la política, en general, porque si te mojas y aciertas puede ser que el trabajo no te afecte, pero como te mojes por el lado equivocado... Es mejor no meterse en ciertos terrenos (...) Aquellos chistes míos caducaron. Hoy se siguen contando chistes machistas y sigue habiendo humor negro y verde. Hay público para todo, pero no es mi estilo".

"Canceladoras" canceladas

'¿Quién se ríe ahora?' se estrenó el pasado 29 de diciembre en forma de especial navideño. Según datos de la empresa pública, ha sido su lanzamiento más exitoso hasta la fecha.

Además de las cinco presentadoras, durante la hora de formato aparecen otras figuras como el cómico Bob Pop, la escritora Nerea Pérez de las Heras y la pareja formada por Enrique Aparicio y Beatriz Cepeda, alias Perra de Satán. Ambos, periodistas, presentan el podcast '¿Puedo hablar!' y actúan en teatros de toda España.

A los tres días de salir el especial, las redes sociales rescataron tuits antiguos con chistes sobre gitanos de Perra de Satán. Por ejemplo: "A mí me gustan los gitanos como me gustan los monos del zoo. Pa verlos un día y decir "ay qué bonicos", pero no me los llevaría a casa". Era casi una profecía autocumplida, pues en el propio programa se comentaba que dentro de diez años sus chistes podrían ser sometidos al mismo escrutinio y que quizá envejecían mal.

Perra de Satán borró sus perfiles en redes sociales al poco de estallar el linchamiento tuitero. Pidió perdón en un comunicado, publicó un podcast explicando lo avergonzada que se sentía y por qué había borrado esos chistes (para no "legitimarlos" ni "seguir haciendo daño" con ellos) y decidió darse un tiempo con las redes "para reflexionar". La cómica declinó participar en este reportaje y remitió a dicho podcast.

Su caso ha sido el más sonado, pero no el único. Al resto de participantes les han buscado deslices, intervenciones en las que se metieran con alguien y con las que poder 'cancelarlas' de vuelta.

Un vídeo en YouTube sobre "La caída de Perra de Satán y las Neoinquisidoras de RTVE" que acumula 114.000 visualizaciones repasa y critica momentos de Henar Álvarez, Pérez de las Heras y Bob Pop.

Lo paradójico de esta doble cancelación es que en ambos casos se dispara a una única persona —a los humoristas de los 90 y a las cómicas actuales— sin tener en cuenta que su chiste ha sido revisado, aprobado y a veces incluso escrito por otras personas.

Es el caso de '¿Quién se ríe ahora?', cuyo guion y 'sketches' seleccionados son de la propia RTVE, no de sus presentadoras, según ha podido saber este diario. La idea original y dirección del programa fue de Beatriz Pérez de Vargas, ejecutiva creativa de la entidad desde hace un año. RTVE no ha respondido a varias preguntas de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA porque la persona indicada para hacerlo no estaba disponible.

"A mí me gustó el programa. Pero creo que, dentro de esa llamada a la autocrítica, hubiera estado bien que simbólicamente abrazara el hecho de que esos 'sketches' fueron emitidos por la propia RTVE", sostiene el director de cine y presentador Nacho Vigalondo. "Las instituciones, marcas y entidades no se ven en la necesidad de salir al paso. Cuando un canal sale a la palestra no es para sumarse a la responsabilidad, sino para echar al humorista a los leones".

Vigalondo también recuerda el caso de Dani Mateo, que fue imputado por sonarse los mocos con una bandera de España. "Él estaba leyendo un guion que le habían dado esa mañana", dice. "Me resulta llamativo que algo tan elemental como que la cara visible no es, en muchas ocasiones, el autor, no se ponga sobre el papel".

La propia Perra de Satán hizo esa misma reflexión durante el programa en defensa de Millán Salcedo. Y es que uno de los sketches que se revisa es el de "mi marido me pega", en el que Salcedo y su compañero de Martes y 13 Josema Yuste parodiaban a una mujer maltratada. Fue en el programa especial de Nochevieja de TVE en 1990.

Salcedo ha pedido perdón por ese chiste en varias ocasiones. Sin embargo, y como señaló Vigalondo, RTVE no lo ha hecho nunca. Y además ha decidido 'recordárselo' con el especial de este año.

Salcedo también ha señalado a los directivos de la cadena alguna vez, diciendo que "en las altas esferas, en los altos andamios de la televisión, a todo el mundo le pareció bien".

"A mí no me gustaría que se olvidase", señaló Perra de Satán. "Creo que es muy importante que se sepa que hubo un tiempo en la sociedad española en el que en uno de los momentos más vistos del año un cómico se rió, probablemente no a mala fe, sino porque era de lo que se reía todo el mundo en aquel momento, de una mujer maltratada que contaba su testimonio. Cuando tú eres creador tienes que pasar muchos filtros. Toda la culpa ha recaído sobre Millán Salcedo y creo que le honra no dejar de pedir perdón siempre que tiene ocasión. Pero ese chiste fue aprobado y pasó por muchas personas que le dieron el visto bueno y pudieron haber dicho 'igual no es el momento', pero dijeron: sí, sí, sí. Maravilloso. P'alante".

"Yo, si pido perdón y me perdonan, paso página", afirma Alborch, preguntado por su opinión acerca de volver a sacar ese sketch. "¿Qué te parecería que tu pareja hiciera algo mal, te pidiera perdón y se lo recordaras todos los meses? ¿Por qué lo sacas otra vez, es que quieres hacer daño? No lo entiendo, la verdad".

El catalán sostiene que, en lugar de mirar todo el rato hacia atrás y criticar, deberíamos "avanzar". Debate distinto es si debería juzgarse a quienes disfrutaron con aquellos chistes —ya fueran los de gitanos de Perra de Satán o los machistas de Borromeo— y si eso les convierte automáticamente en discriminadores.

"Estamos más que acostumbrados a reírnos de lo que más profundamente detestamos o tememos (la muerte, la enfermedad, la calvicie femenina) y la comedia sirve para que lidiemos con nuestras propias contradicciones y miserias, y con las de los demás", defendía esta semana la redactora y guionista Paloma Rando en una columna en Vanity Fair.

"Yo creo que es lo de siempre. No se puede poner en la misma posición una burrada que se decía ante millones de espectadores con unos tuits racistas de hace unos años, donde Twitter no estaba monitorizado por la prensa y era un rincón en el que la gente contaba chistes entre amigos", añade y concluye Vigalondo. "Las disculpas que una institución tiene que hacer por lanzar mensajes perniciosos a todos los hogares españoles no son equiparables a mirar por un agujero y ver que, delante de sus amigos, uno dice burradas. Muchas veces, y lo estamos viendo en el caso de Perra de Satán, cuando el ataque se focaliza sobre una persona hay un instinto ajusticiador. Y creo que lo útil, más que señalar con el dedo, sería compartir la responsabilidad".