Se aproximan las elecciones en Brasil y de momento “the winner is...”

El apoyo al que fuera el presidente de Brasil a principios de este siglo (desde 2003 hasta 2011), Lula da Silva, se mantiene alto, pero no lo suficiente para ganar las elecciones en la primera vuelta, que se celebra este domingo 2 de octubre, donde más de 147 millones de personas, según el censo electoral, estarían habilitadas para votar.  

Algunos brasileños recuerdan aquella época del gobierno de Lula como una “época dorada”, donde se podía viajar, comer y vivir bien; aunque hay otros que recuerdan el mençalao que llevó a Lula a la cárcel durante 580 días entre 2018 y 2019, y que consideran que una persona que estuvo juzgada no puede llevar las riendas de uno de los países más grandes de América Latina y de los más destacados para los inversores en los mercados emergentes.  

Mientras tanto, Bolsonaro tiene una sutil reacción entre los más pobres, no obstante, cae 9 puntos en la ventaja con Lula en el electorado más rico, según la encuesta Ipec. Sin embargo, hay otras encuestas que dan a Lula como el claro ganador en la primera ronda. Ya veremos.

Las elecciones en Brasil, importante proveedor a nivel mundial de alimentos y energía, son un evento importante no solo en términos de mercado, sino a nivel geopolítico. China ha ampliado su expansión e importancia en la región, mientras que los EEUU han permanecido con la mirada puesta hacia adentro del país, muy alejado de lo que sucede en la región. Sin embargo, consciente de ello, Joe Biden en la agenda económica en la Cumbre de las Américas de junio 2022, hizo hincapié a la innovación, oportunidades de deslocalización de las cadenas de suministro y crecimiento económico, imposible imaginar sin el apoyo de los principales países de la región. 

Dependerá del resultado de las elecciones el futuro de los lazos bilaterales, pudiéndose abrir la puerta a una relación más cercana y dinámica, una oportunidad de trabajar juntos en un momento crítico para el hemisferio sur, pero también para el mundo, en esta polémica guerra energética generada por la invasión de Ucrania, y de embudos en las cadenas de suministro de algunos bienes generada por la política de covid 0 en China. 

Brasil es un actor central y estratégico, tanto por ser un gran productor de energía como por ser una potencia agrícola. La producción de petróleo y gas del país se encuentra actualmente entre las diez mayores del mundo. Brasil se encuentra también entre los mayores exportadores mundiales de soja, maíz, carne, azúcar y café y cuenta con un moderno sector agrícola capaz de ampliar la producción para satisfacer la demanda mundial.

De momento, el MSCI Brasil es de los pocos índices bursátiles en positivo en lo que va del año, no sólo en la región sino a nivel mundial, con una rentabilidad positiva del 1,67% en dólares, cuando el MSCI Latin América pierde en el año el 4,03% o el MSCI ACWI con caídas que supera el 25,6%. Su principal rival por flujos en la región de América Latina, México, cede en el año casi un 15%. 

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Brasil representa más del 64% del índice MSCI Latin America, seguido por México con un peso del 24,3%. Por otra parte, la divisa brasileña ha perdido el 4,87% de su valor frente al dólar, en lo que va del año, mientras que el peso mexicano (que cotiza 24 horas) tan solo se deja 0,9% también frente al dólar, que es la divisa claramente ganadora del año y cuya fortaleza repercute en las monedas de la región, en un contexto donde además las materias primas caen. 

Es difícil predecir el comportamiento de los mercados, pero se podría esperar que en caso de que Lula ganara la reacción podría ser muy positiva. Existen atractivos fondos de inversión de Renta Variable Brasil, como se puede apreciar en el siguiente gráfico, por si el lector considera la inversión en el momento actual: