Doble encuesta del Banco Central Europeo

Economistas y consumidores asumen que la inflación en 2025 va a ser más alta de lo que pensaban

Casi el 70% de los encuestados opina que los precios de la vivienda van a seguir subiendo en los 12 próximos meses y que se incrementarán en torno al 3%

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en la ceremonia de firma de billetes de euro.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en la ceremonia de firma de billetes de euro. / BCE - Archivo

Rosa María Sánchez

Rosa María Sánchez

Madrid

En diciembre, el dato de inflación de la zona euro resultó del 2,4%. Sin embargo, cuando, a través de una encuesta, el Banco Central Europeo (BCE) preguntó a los consumidores de la eurozona cuánto pensaban ellos que habían subido los precios en los 12 meses previos dijeron una tasa muy superior: el 3,5%.

Los consumidores de la zona euro mostraban así que su ‘sensación de inflación’ era más elevada que la que mostraban los datos. Los más pesimistas resultaron ser los mayores de 55 años y el colectivo con menor nivel de ingresos. En particular, en España, la inflación cerró 2024 con una tasa del 2,8%. Pero los consumidores españoles dijeron que los precios habían subido el 3,5%, según la Encuesta de Expectativas de los Consumidores (CES por su sigla en inglés).

Además, al preguntar en diciembre a las familias qué esperaban de la inflación para los doce próximos meses, se mostraron más pesimistas que en periodos previos. En septiembre del año pasado, los consumidores de la zona euro habían dicho que esperaban una inflación del 2,4% para los 12 meses siguientes. En diciembre, esta respuesta se elevó hasta el 2,8%. De nuevo, aquí también se volvió a dar el mismo patrón de pesimismo (mayor, entre los de mayor edad y menor nivel de ingresos). En particular, en España, el empeoramiento de las expectativas fue mínimo, pues se pasó de una expectativa de inflación del 2,6% a otra del 2,7%.

Sensación de inflación

Del mismo modo que, a menudo, la 'sensación de frío' de las personas no coincide con la temperatura real que marca el termómetro, también sucede que los datos de inflación no siempre se corresponden con la 'sensación' que tienen los consumidores sobre lo que realmente han subido los precios en los meses más recientes.

Otras veces sucede que las expectativas de esos consumidores y de los propios economistas sobre como van a evolucionar los precios en adelante se orientan en una determinada dirección (ya sea al alza o a la baja). Y no es una cuestión de acertar o no. Es que los sentimientos y las expectativas de los agentes económicos pueden acabar condicionando lo que finalmente vaya a suceder.

Varias personas con bolsas durante las rebajas de enero

Varias personas con bolsas durante las rebajas de enero / Eduardo Parra - Europa Press

Si un consumidor siente que la inflación ha sido más alta de lo que dicen las estadísticas, puede acabar exigiendo una subida salarial por encima del dato del IPC, retroalimentando así la espiral de los precios. También puede reprimir o retrasar sus decisiones de gasto y decidir ahorrar más. Por el contrario, si una familia, un trabajador o un empresario confía en que la evolución de los precios se va a encauzar dentro de unos límites moderados podrán ajustar a ello sus expectativas de salarios o de precios, ralentizando así la espiral de la inflación.

El humor de consumidores y economistas

El Banco Central Europeo (BCE), de forma periódica, va tomando la temperatura a los estados de ánimo de los consumidores para intentar anticipar en qué medida su humor, su optimismo o su pesimismo, puede acabar condicionando el devenir de la economía. Es un factor que siempre tiene en cuenta antes de decidir qué hacer con los tipos de interés. De la última oleada de datos, publicada el pasado 31 de enero, se concluye que consumidores y economistas asumen que la inflación va a ser en 2025 más alta de que esperaban unos meses más atrás.

En particular, la 'Encuesta de pronosticadores profesionales' muestra un mayor pesimismo entre los principales servicios de estudio de la zona euro. Después del dato de Eurostat de una inflación media del 2,4% en 2024, la encuesta periódica que el BCE realiza entre los pronosticadores muestra en el primer trimestre de 2025 un empeoramiento de las expectativas, al elevar en dos décimas, hasta el 2,1%, su previsión de inflación en la zona euro para 2025. Se trata, en todo caso, de una tasa moderada, que casa con el objetivo de inflación (en el entorno del 2%) que dirige la política monetaria del BCE. Las perspectivas de los economistas permanece sin cambios para el 2026, en el 1,9%.

Los encuestados indicaron que los riesgos al alza para la inflación se derivaban principalmente de las tensiones geopolíticas, pero también de posibles cambios en la política comercial en los Estados Unidos, aunque algunos encuestados identificaron riesgos a la baja asociados con perspectivas de crecimiento económico más débiles

Viviendas en construcción en la avenida Federico Mayor Zaragoza de Badajoz.

Viviendas en construcción. / Andrés Rodríguez

El mayor pesimismo de los consumidores de la zona euro en cuanto a la evolución de la inflación, contrasta con un mayor optimismo respecto a sus expectativas de gasto. Aunque en promedio, los consumidores de la zona euro esperan una mejora de sus ingresos de solo el 0,1% -en tasa mediana-, esperan gastar el 2,1% más en los 12 próximos meses. En España, los consumidores esperan una mejora de sus ingresos del 1,5% y un aumento del gasto del 2%, según la 'Encuesta de Expectativas de los Consumidores'.

Precios de la vivienda al alza

En España, casi el 70% de los consumidores (el 68,7%) opina que los precios de la vivienda van a seguir subiendo en los 12 próximos meses (el 59% en el promedio de la zona euro) y calcula que el incremento se situará en el entorno del 3%. Esta es una de las mayores subidas esperadas entre los diferentes países, solo por detrás de los de Holanda (3,4%), Irlanda (4,1%) y Grecia (7,7%). Sin embargo, los consumidores españoles son los que esperan un menor tipo de interés para sus hipotecas en los doce próximos meses: anticipan un tipo del 3,1%, por debajo del promedio del 3,8% para el conjunto de la eurozona.

La Encuesta de Expectativas de los Consumidores (CES, por su sigla en inglés) es una encuesta mensual en línea a la que actualmente se someten unos 19.000 consumidores adultos (es decir, mayores de 18 años) de 11 países de la zona del euro: Bélgica, Alemania, Irlanda, Grecia, España, Francia, Italia, Países Bajos, Austria, Portugal y Finlandia. Los resultados se utilizan para el análisis de políticas y complementan otras fuentes de datos utilizadas por el BCE.