Mercado laboral

Los salarios subirán menos este año que el anterior, pero más que los precios

Un informe de la consultora Ceinsa apunta a un incremento medio de las nóminas de un 3%, casi un punto por encima que la inflación que prevé el Banco de España

Trabajadores de una oficina, en una imagen de archivo.

Trabajadores de una oficina, en una imagen de archivo. / / EFE

Gabriel Ubieto

Gabriel Ubieto

Las empresas estudian subir los salarios este año menos que el anterior, si bien las horquillas que manejan la mayoría de departamentos de recursos humanos son superiores a las previsiones de aumento de precios. Es decir, 2025 reúne los requisitos para ser un año en el que los trabajadores recuperarán poder adquisitivo. No obstante, las revalorizaciones van por 'barrios' y hay sectores, como el inmobiliario, la construcción, la industria y el farmacéutico, donde las nóminas pueden crecer sustancialmente que otros. También puede haber movimientos en clave de género, ya que a partir del año que viene entran en vigor las nuevas normativas europeas en materia de paridad salarial y las compañías que tengan brechas entre sus filas deberán corregirlas.

Cada año la consultora Ceinsa elabora un informe de previsiones encuestando a 500 compañías sobre cuál va a ser su política de remuneraciones. Las conclusiones del estudio apuntan a una revalorización media del 3%. Una cifra casi igual pero ligeramente inferior a la del año anterior (3,1%), pero que marca una distancia holgada respecto a la mayoría de previsiones de inflación para este 2025. Según la última revisión del Banco de España, los precios aumentarán un 2,1% y si se toma como referencia las estimaciones de Funcas, el aumento será del 2,2%. En ambos casos las ganancias de poder adquisitivo parecen aseguradas, con casi un punto de margen.

Los salarios aumentarán un 3% de media, casi un punto por encima de la inflación

La mayoría de previsiones apuntan en una línea bastante parecida a las de Ceinsa y comparten esas tres variables: serán generalizadas, algo inferiores a las del año anterior y por encima del IPC previsto. La consultora Mercer, por su parte, estima que el incremento medio que aplicarán las compañías será del 3,5%; frente al más moderado 2,5% que pronostica Michael Page. Esas franjas se mueven en la línea de la referencia que han pactado patronal y sindicatos para renovar sus convenios. Según consensuaron en el vigente Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), los convenios deberán renovarse con un incremento medio del 3%.

"La entrada en vigor de la Directiva 2023/970 obliga a las empresas a garantizar la equidad interna y la transparencia en la estructura salarial y 2025 y 2026 representan las dos últimas ventanas para realizar incrementos salariales estratégicos antes de que esta normativa sea de cumplimiento obligatorio", afirma el consejero delegado de Ceinsa, Josep Capell.

Y es que el año que viene los estados miembros de la UE van a empezar a tener la obligación de transponer dicha directiva, que prohibe que para categorías laborales parejas pueda haber una brecha salarial superior al 5% entre hombres y mujeres. Actualmente la legislación española contempla un 25% y siempre que la compañía pueda argumentar debidamente dicha diferencia. Lo que, según apunta Capell, puede condicionar las estrategias remunerativas de algunas compañías.

Pendientes de la Función Pública

Las empresas del sector privado suelen fijar entre finales de año y principios del siguiente cuál será su política salarial. Según las aproximaciones de Ceinsa, el 51,4% ya lo tienen decidido y otro 38,8% lo tiene bastante avanzado, pero no cerrado. Quien todavía no ha fijado su posición en lo relativo a cuánto subirán los sueldos es el Estado. El acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los sindicatos para fijar la evolución de las nóminas públicas ha vencido este 2025 y, por el momento, los sueldos han arrancado el año congelados.

La ausencia de Presupuestos Generales del Estado (PGE), donde habitualmente se estipulan los aumentos y las partidas mediante los que costearlos, está ralentizando el proceso. Y los sindicatos llevan meses urgiendo al Ejecutivo a que abra una negociación con ellos para empezar a perfilar un acuerdo o bien anual o bien plurianual, como el último que cerraron.

Otro sueldo que depende del Gobierno es el salario mínimo interprofesional (SMI), cuya revalorización presumiblemente será aprobado en el Consejo de Ministros del próximo 11 de febrero. Con efecto retroactivo a 1 de enero de este año, esta referencia subirá 50 euros mensuales, un 4,4%, hasta los 1.184 euros brutos al mes (en 14 pagas). Dicho aumento ha sido consensuado entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos, con la patronal manifestando su rechazo al mismo.