Banca
El Sabadell celebrará el 20 de marzo su primera junta de accionistas en Cataluña en ocho años
El banco convocará la asamblea en la Fira de Sabadell para elevar la remuneración a sus propietarios en plena OPA del BBVA y renovar a González-Bueno

Josep Oliu, president del Banc Sabadell / / Elisenda Pons
La principal consecuencia tangible del recién aprobado regreso de la sede social del Sabadell a Catalunya ya tiene fecha. El banco tiene previsto celebrar su junta de accionistas ordinaria anual el próximo 20 de marzo en la Fira de Sabadell, según confirman fuentes financieras a EL PERIÓDICO. Será la primera vez que la entidad convoque a sus propietarios en la ciudad en que nació en 1881 desde la junta del 30 de marzo de 2017. Unos meses después, el 5 de octubre de 2017, su consejo de administración aprobó trasladar su sede social a Alicante a raíz del referéndum de independencia, con lo que las últimas siete asambleas se han celebrado en dicha ciudad levantina. Desde el banco se limitan a apuntar que la fecha y la sede de la junta se comunicarán públicamente cuando el consejo de administración apruebe la convocatoria.
El regreso de la celebración de la junta del Sabadell a Catalunya tiene un evidente valor simbólico, ya que va a suponer la plasmación más visible del cambio de sede aprobado por el consejo del banco el pasado miércoles. Los pequeños accionistas que lo deseen, muchos de ellos catalanes, van a tener más fácil escenificar en la reunión su rechazo a la oferta de compra (OPA) presentada por el BBVA el pasado mayo. Y no son pocos: aunque el banco dejó hace meses de informar sobre la composición de su accionariado para no dar pistas a su rival, justo antes de que este presentase su oferta tenía un 48% de su capital en manos de unos 205.000 inversores minoristas, el 75% de ellos también clientes de la entidad.
En la junta también se votará la renovación del consejero delegado, César González-Bueno, por otros cuatro años, así como la de los consejeros independientes Alicia Reyes y Manuel Valls. Pero más relevante, se va a votar (y aprobar, con casi total seguridad) una de las principales armas que maneja la cúpula del Sabadell para tratar de hacer que la OPA del BBVA fracase: el aumento de la remuneración a los accionistas, con la que espera contribuir a convencer a sus propietarios de que no acepten la oferta de su rival.
El banco, así, rechazó en mayo el intento de fusión amistosa del grupo de origen vasco y anunció que tenía previsto retribuir con 2.400 millones a sus accionistas entre 2024 y 2025. En julio, dada la buena evolución de los resultados, elevó esta cifra a 2.900 millones. Pero desde entonces lleva dando pistas claras de que la aumentará aún más, con toda probabilidad el próximo 7 de febrero, cuando anuncie sus resultados del año pasado.
Más valor en solitario
"Nuestro compromiso de retribución, que está basado en nuestro nivel de rentabilidad recurrente, tiene potencial de mejora al alza debido a la actualización de nuestras previsiones de RoTE (rentabilidad sobre el capital tangible)", apuntó González-Bueno en septiembre en una conferencia organizada por Bank of America en Londres. Es uno de los motivos, afirmó poco después en unas jornadas de KPMG, por los que la OPA del BBVA "no tiene sentido y no va bien por dentro de los carriles que debería". El mensaje que quiere transmitir el banco lo resumió su presidente, Josep Oliu, en octubre en una reunión con más de 300 accionistas: "Banco Sabadell genera mayor valor para sus accionistas como entidad en solitario".
La entidad ya ha anticipado las dos vías mediante las que elevará la remuneración a sus propietarios. Por una parte, el consejo aprobó en julio repartirles el 60% de los beneficios de 2024, es decir, el máximo de la banda que fija su política de dividendos (entre el 40% y el 60%). Adicionalmente, ha confirmado que les distribuirá el exceso de capital que genere por encima del 13%, una decisión que ya había anunciado antes de la OPA. El pasado 1 de octubre, la entidad ya pagó un dividendo en efectivo de ocho céntimos por acción a cuenta del beneficio de 2024, un 33% más de la suma de los dos dividendos sobre el resultado de 2023, con un desembolso total de 429 millones de euros.
La evolución del negocio le está dando margen para elevar el pago a los accionistas. Entre enero y septiembre, el banco ganó 1.295 millones de euros, un 25,9% más que en el mismo periodo del año pasado y una cifra similar al beneficio de todo el 2023 (1.332 millones, máximo anual desde su fundación en 1881). Además, presentó un capital del 13,8%, con un exceso sobre el 13% de unos 640 millones. Durante la presentación de estas cifras, González-Bueno apuntó que los 2.900 millones de retribución anunciados eran solo un "suelo", al tiempo que no descartó fijar un requisito interno de capital menor para tener un exceso mayor sobre el mismo que distribuir a los propietarios.
Más de 2.900 millones
Una vez cerrado el ejercicio, el consejo de administración anunciará el próximo 7 de febrero la propuesta de retribución accionista que presentará a la junta del 20 de marzo. Dicha propuesta estará formada por un segundo dividendo sobre los resultados de 2024, así como por la distribución del exceso de capital. Incluirá el importe pendiente (unos 247 millones) del programa de recompra y amortización de acciones propias que tuvo que paralizar por imperativo legal el año pasado por el lanzamiento de la OPA, pero que podrá reemprender con su aprobación por la junta.
Es altamente probable que anuncie un programa adicional de recompra de acciones y que eleve los 2.900 millones previstos para el periodo 2024-2025 (según un informe reciente de Alantra, en unos 500 millones). Está por ver cómo reacciona la cotización del banco y como evoluciona la del BBVA, que el próximo día 30 presentará unos resultados que apuntan a máximo histórico y previsiblemente también actualizará su política de retribución al accionista. Se trata de una cuestión clave, ya que la operación está planteada como un intercambio de acciones (más un pago en efectivo como consecuencia de los dividendos abonados por las dos entidades).
El BBVA, eso sí, ya se preparó hace unas semanas para la mayor recompra de acciones del Sabadell, al anunciar que la OPA ya no está vinculada a que los accionistas del Sabadell le vendan el 50,01% del capital social del banco, sino a alcanzar más de la mitad de las acciones una vez excluidos los títulos propios que el Sabadell tenga en su poder. Esta decisión facilita el éxito de la operación, al tiempo que le exime de lanzar una nueva OPA si se queda entre el 30% y el 50%. El mayor pago de dividendos de las dos entidades, en cambio, le obligará a pagar una parte mayor en efectivo. Y por otra parte, está por ver si, aunque lo haya negado reiteradamente, finalmente podría mejorar su oferta, como apuntan algunos analistas (Alantra calcula una mejora del 20% y Deustche Bank, 2.000 millones en efectivo).
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