Salario Mínimo Internacional

La histórica subida del SMI en España: ¿qué significa para el empleo y la economía?

El salario mínimo interprofesional español crece un 54% desde 2018, superando ampliamente la inflación y aumentando el poder adquisitivo de millones de trabajadores

Aumento del SMI en 2025: ¿cuánto será y cómo afectará a la economía española?

Aumento del SMI en 2025: ¿cuánto será y cómo afectará a la economía española? / Europa Press

Esther Chapa

Esther Chapa

El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha vivido en España una transformación sin precedentes en los últimos años. Desde 2018, su cuantía ha aumentado un 54%, pasando de 736 euros brutos mensuales en 14 pagas a 1.134 euros en 2024. Este crecimiento, muy superior al aumento del 19% en los precios, ha provocado un incremento del poder adquisitivo de más de 30 puntos. Para millones de trabajadores, especialmente en sectores de baja remuneración como la hostelería, el comercio minorista y el campo, esta mejora es significativa.

El debate en torno al SMI no solo se centra en el nivel de ingresos, sino también en sus efectos sobre el empleo, la desigualdad salarial y la estructura económica. Desde el sector empresarial, las dudas se han dirigido hacia la posible pérdida de empleos, mientras que sindicatos y Gobierno destacan los beneficios sociales y laborales que conlleva una subida sostenida del SMI.

El impacto sobre el empleo

El análisis de los datos del Instituto Nacional de Estadística revela que, desde 2018, España ha logrado aumentar el número de empleados y reducir las tasas de desempleo. Sin embargo, estudios como el de Carlos García Serrano, de la Universidad de Alcalá, y del centro de estudios Iseak, señalan que el aumento del SMI en 2019, la mayor subida de la historia (22%), tuvo un efecto neutro o moderado sobre el empleo de los trabajadores directamente afectados.

Los efectos agregados son positivos, pero la preocupación persiste en cuanto al impacto en pequeñas empresas, más vulnerables a los aumentos salariales. Marcel Jansen, investigador de Fedea, destaca que estas empresas enfrentan mayores dificultades para absorber los costos, especialmente en contextos económicos adversos.

Menor desigualdad y mayor consumo

Uno de los efectos más positivos de la subida del SMI ha sido la mejora en la distribución salarial. Los ingresos de los trabajadores más vulnerables han crecido significativamente. Según la Encuesta de Población Activa, el salario del 10% de los trabajadores con menores ingresos aumentó un 34% desde 2018, muy por encima del incremento del 12% del decil más alto.

Este avance, junto con la reducción de la temporalidad tras la reforma laboral, ha consolidado mejores trayectorias laborales y mayor estabilidad en el empleo. Además, el aumento del SMI ha impulsado el consumo, beneficiando a la economía en su conjunto.

Una oportunidad para mejorar el tejido productivo

El aumento del salario mínimo también puede estar incentivando una transformación en la estructura económica española. Sectores más productivos, como la tecnología y las actividades científicas, están ganando peso frente a otros tradicionales como la hostelería y la agricultura. Aunque los cambios son lentos y aún insuficientes para una reestructuración profunda, analistas como los de Iseak ven indicios de un "efecto de reasignación" que beneficia a las empresas más grandes y productivas.

¿Qué esperar en 2025?

Con la intención de alcanzar el 60% del salario medio, el Gobierno español ha iniciado un nuevo proceso de negociación para 2025. Sindicatos como CCOO y UGT proponen una subida de alrededor del 5%, que situaría el SMI en unos 1.191 euros mensuales. Aunque la medida cuenta con apoyo político y social, el reto será mantener el equilibrio entre mejora salarial y sostenibilidad empresarial, especialmente en tiempos de menor crecimiento económico.