MUFACE

Colapso de Muface: ¿quién pagará la factura?

La incertidumbre sobre el futuro de Muface deja en vilo a más de 1,5 millones de funcionarios mientras las aseguradoras y el Gobierno buscan un acuerdo para evitar el colapso del sistema sanitario mutualista

Cuánto podrían pagar los funcionarios por su seguro de salud si no se solucina el problema con Muface.

Cuánto podrían pagar los funcionarios por su seguro de salud si no se solucina el problema con Muface.

Esther Chapa

Esther Chapa

El sistema de la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (MUFACE) atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia. Con más de 1,5 millones de beneficiarios, este modelo de colaboración público-privada se tambalea tras la retirada de las principales aseguradoras (DKV, Adeslas y Asisa) de las negociaciones para renovar el concierto 2025-2026.

El organismo ha anunciado una consulta preliminar entre aseguradoras, abierta del 21 de noviembre al 4 de diciembre, para determinar los costes reales de la asistencia sanitaria y lanzar una nueva licitación. Sin embargo, el tiempo apremia: el actual convenio finaliza el 31 de diciembre de 2024, dejando a millones de funcionarios en la incertidumbre sobre su futuro sanitario.

El impacto económico de un posible colapso

Si el sistema de Muface se desmorona, la sanidad pública podría enfrentar un sobrecoste superior a los 1.000 millones de euros, según la patronal de la sanidad privada. Por su parte, los mutualistas se verían obligados a asumir un gasto significativamente mayor si optan por un seguro privado.

Actualmente, los funcionarios adscritos a Muface pagan una media de 478 euros anuales por su cobertura sanitaria. Sin embargo, un informe de Roams Insurtech estima que los costes privados oscilarían entre 750 y 1.800 euros al año, dependiendo de factores como la edad y la composición familiar.

El dilema de las aseguradoras

El principal escollo en las negociaciones radica en el incremento de las primas que reclaman las aseguradoras, estimado en un 40%, para cubrir los crecientes costes del modelo. Sin un acuerdo que contemple estas condiciones, la falta de interés empresarial amenaza con dejar desierto el nuevo concurso, algo que ya ocurrió en noviembre.

¿Qué alternativas baraja el Gobierno?

Entre las posibles soluciones se encuentra la integración total de los mutualistas en la sanidad pública, una opción que no está exenta de polémica. Este modelo supondría un aumento de presión sobre un sistema sanitario ya tensionado, además de implicar un cambio drástico para los beneficiarios que hasta ahora han optado mayoritariamente por la atención privada.

El tiempo corre para Muface

Con el plazo límite de febrero para cerrar un nuevo acuerdo, el futuro de Muface sigue en el aire. Mientras tanto, los funcionarios exploran opciones en el mercado privado, enfrentándose a la posibilidad de pagar hasta el doble por mantener su actual nivel de cobertura.

El desenlace de estas negociaciones será clave no solo para los mutualistas, sino también para el equilibrio entre sanidad pública y privada en España.