MERCADOS

La ‘startup’ canaria Rethink Medical sale al mercado el año próximo

Penúltima ronda de financiación de 400.000 euros para pequeños inversores y resta solo una más, de 800.000 destinada a séniores

Detalle de la manipulación del catéter ideado por Rethink Medical.

Detalle de la manipulación del catéter ideado por Rethink Medical.

Abierta hasta el 12 de septiembre, con una rentabilidad estimada del 250% e inversión mínima de 20.000 euros, la startup canaria Rethink Medical aborda la penúltima de sus rondas de financiación antes de dar el salto al mercado a lo largo del año próximo. Aparte de esta, dirigida a pequeños inversores que quieran estrenarse en el mundo del venture capital bajo un paraguas seguro, restará solo una última salida a los mercados de capital para captar otros 600.000 euros aproximadamente.

Manuel Luque, enfermero de profesión, uno de los padres de la solución contra infecciones y cronificación de los problemas de funcionalidad en el aparato urinario que es el catéter T-Control y CIO de Rethink Medical confiesa que resulta «agotador montar una ronda de financiación». Sobre todo cuando el objetivo es dar entrada al capital en dosis accesibles para un amplio grupo de población.

Lo afirma cuando en la ronda que está abierta en la actualidad han levantado ya 310.000 euros, el 77,5% de los 400.000 euros que se persiguen y deben tenerse antes del mencionado 12 de septiembre. Cuesta «porque no existe en España, y muchísimo menos en Canarias», cultura de la inversión. 

Además, bajar el perfil para permitir la entrada de la pequeña inversión, saca al proyecto del alcance de los radares del venture capital más institucional, que no valora operaciones que se sitúen por debajo de los dos millones de euros. Sin embargo, Luque tiene claro que la idea merece estar participada por canarios y que el esfuerzo merece la pena.

Existe además la experiencia gratificante de una primera ronda, también bajo la batuta de BDKapital, en la que Rethink Medical logró levantar los 350.000 euros necesarios para la profesionalización del equipo y la apuesta definitiva por llevar al mercado la idea. Además, permitió asegurar el préstamo de 195.000 euros condecido por la Empresa Nacional de Innovacion (Enisa). Con el añadido de que todo aquello se consiguió en 2021, en plena resaca postpandemia.

«Son 400.000 euros en esta ronda y podemos sobrepasar esa cantidad», afirma el CIO de la startup. Dependiendo de ello, se fijarán las necesidades para la ronda restante y final. Se basa en el funcionamiento detectado en la primera, cuando la entrada de los inversores fue tardía. Entre quienes ya han apostado hay personal sanitario y pacientes que han comprobado en carne propia las ventajas del T-Control.

A última hora

Cuando se trata de invertir dinero, el canario, y el español en general, es de «pensarlo mucho y actuar muy a última hora». Después ocurre que abundan quienes «preguntan si no vamos a hacer otra ronda. Puede que las haya, pero no con condiciones tan favorables» como las de la presente.

En la página web de BDKapital están los detalles de este crowdequity (versión del crowdfunding en la que se obtienen participaciones de la empresa en lugar de incentivos concretos). Además de la mencionada rentabilidad estimada del 250%, se espera una revalorización de las participaciones del 500%. Todo ello en un plazo de desinversión de solo dos años.

Luque señala que el mejor aval de este proyecto es la idea en sí. «T-Control es el primer y único catéter que protege a los pacientes de una manera multifactorial, disminuyendo considerablemente las infecciones y eliminando el uso de bolsas», reza su descripción. Este enfermero pensó en cómo evitar que pacientes sondados durante largo tiempo pasaran a depender de una bolsa a pesar de tener una buena recuperación.

Solo atender a que el catéter que se utiliza de manera general no ha cambiado desde los años 40 del siglo pasado ya da idea de la necesidad. Desde el punto de vista del personal sanitario, T-Control facilita la inserción en la uretra. El innovador catéter permite que la vejiga se expanda y conserve «el reflejo vesical», es decir, las ganas de orinar.

Menos infecciones

A todo ello, Manuel Luque añade «un flujo de orina más alto», lo que garantiza el arrastre de impurezas. De ese modo, se reduce el riesgo de infecciones. Un proceso de selección de la Universidad de Harvard en el que se escogió a cien equipos de todo el mundo para un curso intensivo de innovación en dispositivos médicos fue el primer espaldarazo a la idea, la primera prueba de que era necesario generar una startup a través de la cual desarrollarla. 

Empezar por Harvard daba por descontados éxitos posteriores para la Rethink Medical cofundada por Luque y la economista Szilvia Endrényi. Solo era necesario insistir, mejorar la idea inicial, testarla... Todo eso ya se ha hecho a una escala a considerar. Por eso no es casualidad que Forbes haya colocado a Rethink Medical en el séptimo lugar de los Changemakers de 2024 en España.

Por el camino ha habido mucho más. Por ejemplo, el impulso a la madurez tecnológica de la empresa de la mano de un préstamo de 845.000 euros de la Sociedad para el Desarrollo Económico de Canarias (Sodecan). Una suma que condujo a perfilar la versión comercial de T-Control y la realización, con éxito, de los primeros ensayos piloto con pacientes.

El pasado año fue el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación) el que concedió 1,5 millones de euros en una línea de cofinanciación. Numerosos premios y la certificación de la calidad dan a Rethink Medical el cariz de apuesta segura.