SMI

El economista Niño Becerra advierte: los salarios en España seguirán siendo bajos a pesar del aumento del SMI en 2024

Mientras siga aumentando la inflación y los precios de los productos básicos, el Salario Mínimo Interprofesional no será suficiente para subsistir

La eliminación de los alimentos básicos ha tenido un impacto desigual en la cesta de la compra

Niño Becerra habla sobre los salarios en España

Niño Becerra habla sobre los salarios en España / EFE

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S.A.

El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en España para 2024 ha sido fijado en 15.876 € anuales, distribuidos en 14 pagas de 1.134 euros cada una. Este incremento representa un notable avance del 54% desde 2018. Sin embargo, el contexto económico actual, marcado por una creciente inflación y el aumento de los precios de productos básicos, ha puesto en duda si este incremento es suficiente para mejorar la calidad de vida de los trabajadores.

El aumento del SMI y la inflación

Aunque el incremento del SMI es significativo, muchos trabajadores en España siguen luchando para llegar a fin de mes. La inflación ha reducido el poder adquisitivo, elevando los costes de alimentos, energía y otros gastos diarios, lo que hace que el salario mínimo, aunque mayor, siga siendo insuficiente para cubrir las necesidades básicas de muchas familias. Según el economista Santiago Niño Becerra, en España, el 15% de las personas que trabajan viven en la pobreza, lo que refleja la grave desconexión entre los salarios y el costo de vida real.

Baja productividad y alta competencia

Niño Becerra ha señalado en la red social X (anteriormente Twitter) que la problemática de los bajos salarios en España se debe en gran medida a la alta oferta de trabajo y la baja demanda, lo que presiona los salarios a la baja. Además, los precios elevados son consecuencia de una oferta limitada frente a una demanda creciente. Esta combinación, sumada a una baja productividad en comparación con otros países europeos, crea un "cóctel mortal" que afecta gravemente la competitividad de España, y, en consecuencia, las condiciones laborales y salariales.

La competitividad de España en juego

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La baja productividad es un factor clave que impide mejorar la competitividad de España en el escenario internacional. Niño Becerra advierte que, mientras España no logre aumentar su productividad, seguirá rezagada en comparación con otros países que han conseguido mejores condiciones laborales y salarios más altos. Esta falta de competitividad no solo afecta a los trabajadores, sino que también limita el crecimiento económico general del país.

En resumen, aunque el aumento del SMI en 2024 es un paso en la dirección correcta, las profundas raíces del problema, como la baja productividad y la alta competencia laboral, siguen sin resolverse. Estos factores continúan condenando a una parte significativa de la población trabajadora a una vida de precariedad, donde alcanzar un nivel de vida digno sigue siendo un desafío. Para mejorar la situación, será necesario un enfoque integral que aborde tanto la competitividad como las condiciones laborales de manera más efectiva.