Mercados

El capital privado es la opción favorita de las empresas de tamaño medio españolas para internacionalizarse

La opción de financiarse mediante deuda bancaria sólo lo valora el 16% de los directivos españoles

Imagen de rascacielos

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A la hora de lanzarse a conquistar nuevos mercados, los empresarios del 'middle market' español parecen tenerlo claro: abrazan el capital privado y recelan de una financiación más tradicional como la bancaria. En concreto, un 39% señala que ha empleado o consideraría emplear capital de inversores privados y otro 39%, contaría con firmas de capital riesgo o venture capital para respaldar la expansión de su negocio exterior. Esto supone que el capital privado es la opción favorita para el 80% de los encuestados, diez puntos por debajo de la media mundial.

Por su parte, la opción de financiarse mediante deuda bancaria es la menos atractiva para los directivos españoles, pues sólo lo valora el 16%, en línea con la media mundial (17%).  Y, mientras que el crowdfunding es una alternativa que se plantearía casi un 30% de las empresas a nivel global, en España apenas lo haría el 19%. La búsqueda de financiación en los mercados de capitales es también una alternativa compartida por casi el 30% de los directivos españoles consultados (39% a nivel global) para impulsar su expansión.

Así se desprende del estudio 'Going Global: Mapping the route to interpreneurial success' elaborado por Kreston Global, red mundial integrada actualmente por 160 firmas de auditoría y consultoría presente en más de 114 países. En su segunda edición, el estudio se basa en una encuesta realizada en 14 países a 1.400 'interempresarios', esto es, líderes de empresas de tamaño medio que han acometido con éxito una estrategia de internacionalización. 

"El hecho de que alternativas de financiación como el capital privado o los mercados de capitales prevalezcan frente a la financiación tradicional da cuenta de un cambio de mentalidad, una mayor cultura financiera y una mayor madurez del tejido empresarial", señala Elena Ramírez, miembro del Consejo de Administración de Kreston Global.

Próximos pasos en la expansión 

De cara al futuro, la mayoría de los empresarios españoles consultados (89%) prevé un incremento del número de compañías del país que se expandirán al extranjero en los próximos 12 meses, un porcentaje ligeramente superior a la expectativa media mundial (87%), con un 18% prevé un incremento significativo y un 71% anticipa un aumento moderado. Solo un 1% de los directivos piensa que habrá una disminución en la expansión internacional, lo que subraya la confianza general en las oportunidades de crecimiento global.

En cuanto a las regiones a las que considerarían expandirse, los directivos españoles muestran predilección por los mercados vecinos de Europa occidental (57%) y Europa del Este (36%), por delante de Norteamérica (25%) y Sudamérica (24%). Por el contrario, los mercados que más se alejan de los planes de expansión de las españolas son Australia (1%) y Oriente Medio (6%).

A la hora de evaluar qué hace que un país o región resulte más atractivo para la expansión internacional, los encuestados en España señalan entre los factores clave la proximidad geográfica a las operaciones existentes (lo apunta el 35%), las perspectivas de crecimiento económico futuro (32%) y la existencia de acuerdos comerciales favorables (32%). 

Motivaciones para saltar al exterior

Casi la mitad de los directivos españoles, un 48%, indicó que la principal motivación para expandirse internacionalmente es el crecimiento del mercado, subrayando la importancia de acceder a nuevos segmentos de clientes y ampliar sus oportunidades comerciales. Además, un 37% de los encuestados destacó que ganar una posición en nuevos mercados antes que sus competidores es una ventaja competitiva clave, mientras que un 34% mencionó la diversificación como una estrategia fundamental para reducir la dependencia de un solo mercado y mitigar riesgos asociados a fluctuaciones económicas en mercados específicos.

Asimismo, la expansión internacional ha traído múltiples beneficios a las empresas españolas que lo han realizado. Un significativo 48% de los directivos reportó un aumento en las ventas e ingresos como uno de los principales beneficios obtenidos tras la expansión. Además, un 37% de las empresas ha visto una mejora notable en el reconocimiento y la reputación de su marca a nivel global. La rentabilidad también ha aumentado para el 36% de las empresas, mientras que un 34% de los directivos indicó que han logrado un posicionamiento estratégico más fuerte y una ventaja competitiva significativa en el mercado internacional.

En cuanto a las características que hacen a un país atractivo para la expansión internacional son variadas. Un 35% de los directivos señaló que la proximidad geográfica a las operaciones existentes es un factor crucial, facilitando la logística y la gestión operativa. Otros factores importantes incluyen las perspectivas de crecimiento económico futuro (32%), acuerdos comerciales favorables como zonas de libre comercio y asociaciones diplomáticas (32%), y la disponibilidad de talento local y la apertura a la inmigración de talento cualificado (29%), lo que asegura una base sólida de recursos humanos para las operaciones internacionales.

Desafíos

No obstante, la expansión también presenta varios retos significativos que las empresas deben enfrentar. Un 38% de los directivos españoles señaló que la adaptación de la logística y la cadena de suministro, incluyendo la gestión del envío internacional, distribución y comunicación, es uno de los mayores desafíos durante la expansión internacional. Asimismo, un 36% de los encuestados destacó la dificultad de encontrar socios locales fiables y construir relaciones de confianza, mientras que otro 36% mencionó la complejidad de navegar por la regulación fiscal global, incluyendo la fijación de precios de transferencia, la doble imposición y el IVA. La volatilidad económica, como las fluctuaciones de divisas, la inflación y el bajo crecimiento, también representa un desafío para el 27% de las empresas.

En este sentido, la comprensión de las reglas fiscales internacionales varía entre los directivos. Un 23% se siente extremadamente seguro de que entiende las normas fiscales globales que rigen las empresas multinacionales, mientras que un 73% tiene una buena comprensión de los principios clave y puede manejar escenarios comunes, aunque puede buscar asesoría externa para situaciones complejas. Solo un 3% tiene una comprensión limitada y depende en gran medida de asesores externos, y un mínimo 1% no tiene confianza en absoluto y depende completamente de asesores externos para la toma de decisiones fiscales.

En cuanto a los riesgos más destacados según los directivos incluyen la desaceleración económica o recesión, que un 46% de los encuestados considera un riesgo disruptivo o significativo para la expansión internacional de su negocio. De estos, un 15% ve la recesión como un riesgo disruptivo y un 31% como un riesgo significativo. Además, un 45% de los directivos percibe las tensiones geopolíticas crecientes y la inestabilidad como riesgos importantes, y un 42% identifica la volatilidad del mercado financiero y de divisas como un desafío considerable para sus planes de expansión.

ESG e inteligencia artificial

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La mayoría de las empresas, un 88%, considera las prácticas de ESG al decidir a qué países o regiones expandirse. De estos, un 14% prioriza las prácticas ESG, mientras que un 41% las valora aunque no sean su prioridad principal. Un 33% consideraría las prácticas ESG siempre que no interfieran con otras prioridades, y solo un 11% de los directivos no considera las prácticas ESG en sus decisiones de expansión.

Por su parte, una amplia mayoría de los directivos, un 82%, se siente preparada para aprovechar los beneficios de la inteligencia artificial en las operaciones globales en los próximos dos años. Dentro de este grupo, un 29% está completamente de acuerdo con esta afirmación, mientras que un 53% está algo de acuerdo. Solo un 2% de los encuestados no se siente preparado para integrar la inteligencia artificial en sus operaciones internacionales.