Baleares

Miles de personas de Mallorca llenan las calles de Palma por el derecho a la vivienda y contra la masificación turística

Una marea humana de más de 15.000 personas inundó ayer las calles del centro de Palma en la primera movilización social organizada en la isla por el drama de la vivienda 

Miles de personas de toda Mallorca llenan las calles del centro de Palma por el derecho a la vivienda y contra la masificación turística / DM

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Redacción

Llegó el esperado 25M, y lo hizo superando con creces las expectativas. Si los convocantes de la primera movilización social por el drama de la vivienda organizada en Mallorca, Banc del Temps de Sencelles, ya mostraban días atrás su sorpresa por la acogida que estaba teniendo la iniciativa, ayer su asombro era mayúsculo. Y es que nada hacía pensar a esta pequeña agrupación de poco más de 200 personas lo que iba a suceder este sábado, cuando miles de ciudadanos de toda Mallorca acudieron a su cita en el Parc de ses Estacions y llenaron las calles del centro de Palma

Delegación de Gobierno cifró la participación en 10.000 personas, aunque los organizadores estimaron que más de 25.000 manifestantes acudieron a su llamada. Este hecho convierte la protesta de ayer en una de las más masivas después del TIL de José Ramon Bauzá y en una manifestación a la altura de la marcha por el 8M celebrada en 2019, no sin olvidar que hace veinte días la OCB consiguió concentrar a más de 7.000 personas por el catalán.

Muchos de los manifestantes, entre los que se encontraban diferentes colectivos de la sociedad balear y mallorquina como el Grup Balear d’Ornitologia (GOB), el sindicato UGT, Menys turisme, més vida; Salvem Mallorca, Salvem els Paisatges de Mallorca, el STEI y Stop Desahucios, entre otros, además de diferentes personalidades políticas como Margalida Ramis y Carles Bona, del PSOE, se agolpaban ya desde primera hora de la tarde en las inmediaciones la plaza de España para partir juntos desde allí hacia el Passeig des Born, pasando por las Avenidas, la calle Baró de Pinopar, las Ramblas, la calle de la Riera y la calle Unió.

Bajo el lema ‘Mallorca no se vende’, el río de gente se reunió en un recorrido que arrancó con un poco de retraso a la espera de organizaciones que habían comunicado su llegada y que discurrió sin incidentes por las calles del centro de Palma.

Miles de personas de toda Mallorca llenan las calles del centro de Palma por el derecho a la vivienda y contra la masificación turística. /

DM

Diversas proclamas

Las proclamas fueron muy diversas, desde gritos de "Qui estima Mallorca no la destrueix", hasta pancartas con llamadas como "sin techo no hay futuro", además de cánticos con los que aseguraban que "de la isla de Mallorca no nos moverán". De este modo los allí presentes, niños, jóvenes y mayores, no cesaron en todo momento su reivindicación por el derecho a la vivienda y contra la saturación turística en la isla. 

Durante toda la marcha, amenizada por la batucada, se pudieron escuchar aplausos, silbatos, cánticos e incluso abucheos en alguna ocasión, especialmente a su paso por las terrazas de la plaza Weyler, repletas de turistas a los que se increpó con gritos de "Tourists, go home". Además, en un momento del recorrido, los manifestantes protagonizaron una sentada de aproximadamente un minuto que fue seguida de numerosos aplausos, además de la proclama "no volem turisme de masses". 

Entre los asistentes se encontraba Alba Martínez, una afectada por la falta de vivienda que aseguró a este diario que su presencia en la manifestación se debía sobre todo a su situación personal: "Tengo dos hijos, estoy sola, en poco tiempo me echan de casa y los precios son prohibitivos, hay que hacer algo ya". Amanda Iglesias corroboró este hecho al señalar que tenía una amiga con tres hijos que tenía que pagar un sueldo íntegro por una vivienda, por lo que señaló que su objetivo en la protesta era que "nos escuchen y vean que no estamos a gusto por la situación".

Este sábado los ciudadanos fueron llamados a salir a la calle para decir "basta" a la masificación, la destrucción del territorio y la desprotección que aqueja a los residentes. Con el paso de los días tras la convocatoria de la manifestación y viendo la respuesta que estaba teniendo, los organizadores empezaron a pensar en la posibilidad de que la iniciativa superara las expectativas, y no eran los únicos, ya que la marcha contó ayer con la presencia de medios nacionales e internacionales, que no quisieron perderse un momento histórico: la rebelión de los mallorquines contra la especulación.

Baleares, zona tensionada

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La marcha concluyó con la lectura de un manifiesto a cargo de Javier Barbero y Carme Reynés, portavoces del Banc del Temps Sencelles, con el que se reclamó "declarar la emergencia de la vivienda en Balears para que se tomen medidas de urgencia en favor del derecho a tener una casa", se pidió que se reconozca que "las islas son una zona tensionada para que se regule el precio del alquiler", que se den "garantías a los arrendadores y arrendatarios y ayudas para la rehabilitación de viviendas", y se reclamó "limitar la compra de vivienda a los grandes tenedores".

Cabe destacar que la marcha contó con el apoyo de las inmobiliarias, ya que desde ABINI manifestaron "total respeto y solidaridad" con la protesta, que resalta dos de los problemas - apuntaron- más acuciantes que enfrenta Baleares: "la insostenible presión del turismo masivo y la inaccesibilidad de la vivienda"