Ley y metaverso, a juicio: "Se abre la caja de Pandora"

Hace 15 años, Brittan Heller se personó como Jane Doe en una de las primeras demandas por acoso cibernético en EEUU. "Presenté el caso porque quería ver si una persona normal podía usar la ley para mejorar las cosas cuando se ponen terriblemente mal con la tecnología", señala. En la Harvard Kennedy School, elaboró un estudio imprescindible sobre las posibles implicaciones de nuestra nueva vida en el internet inmersivo: el 49% de las mujeres que participaron aseguraron haber experimentado al menos un incidente de acoso en la realidad virtual. Hoy forma parte del comité directivo de la iniciativa Gobernanza del Metaverso del Foro Económico Mundial

Heller está especializada en incidentes de acoso en el metaverso. "Y digo incidentes porque hasta el mes pasado no había ningún caso, las fuerzas del orden no estaban haciendo nada", subraya. La novedad se acaba de producir con el primer caso de agresión sexual en el metaverso abierto en el Reino Unido. "Lo sigo muy de cerca porque soy exfiscal", remarca. 

Proceso instructivo 

"La fiscalía orientó el caso explícitamente por el daño psicológico a la víctima, que es menor de edad. Va a ser realmente instructivo ver cómo aplicamos la ley existente a la realidad extendida (XR). El estatuto de agresión sexual en el Reino Unido dice que puedes tocar a alguien con un objeto. Esta persona fue tocada por un avatar. ¿Vamos a tratar a nuestros avatares como objetos?", reflexiona. "¿Es una extensión de mí mismo o una encarnación del yo? La forma en que realmente acusen en este caso, agresiones sexuales versus intento de violación, es importante. Habrá que definir el concepto de toque [touch es el término que utiliza]. Muchos sistemas legales no definen términos así porque parece algo de entendimiento general". 

Pero esto abre "una caja de Pandora -continúa- si tocar significa conducta física, ¿se refiere a los impulsos eléctricos que ocurren cuando somos tocados en el metaverso o a la reacción de nuestro cuerpo y nuestra mente como si nos hubieran tocado, pese a que no tenemos el contacto piel con piel?".

"Ahora podemos usar la intención para controlar los cursores, navegar por los menús y mover nuestros avatares por el metaverso. ¿Significa eso que tenemos que dar información de seguimiento ocular como información exculpatoria para mostrar si teníamos o no la intención de hacer algo? -se pregunta en conversación desde California (EEUU)-. El derecho penal en particular se va a ver muy afectado por este primer caso".

"La primera vez que probé un dispositivo de realidad virtual sentí que era mágico", confiesa. En su intervención en el Foro de Davos, afirmó que la IA era la pieza que faltaba para componer la imagen completa del nuevo ciclo tecnológico. "La XR [realidad extendida] proporciona la nueva forma de hardware que vamos a usar para crear lo que he llamado la web encarnada [embodied web], lo siguiente tras la pantalla plana".

El nuevo mundo es diferente "porque toma información de nuestros cuerpos, funciona en una relación recíproca": "La IA es la pieza que falta porque así es como alimentamos el nuevo dispositivo. Proporciona la potencia de cálculo de una manera que va más allá del procesamiento de datos original. La IA es el punto de entrada para regular los nuevos ecosistemas tecnológicos, realmente no se puede separar del hardware".

Cruzar barreras

En ese sentido, indica Heller, "tenemos que ver cómo la regulación basada en la IA va a afectar a otros tipos de informática, porque nos estamos centrando en regular una a una y funcionalmente esa no es la forma adecuada. Ahora existe la capacidad de usar la voz para crear activos 3D en la IA generativa. Eso cruza la barrera entre las dos tecnologías, por lo que no tiene mucho sentido considerarlas como tecnologías separadas en un espacio regulatorio", argumenta.

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Cree necesario "examinar la legislación sobre tecnologías emergentes", en cuestiones legales "como el consentimiento cuando vas más allá de un modelo de apuntar y hacer clic como el de la pantalla plana de Internet". "He trabajado con algunas agencias de la ONU para producir un libro blanco sobre la violencia de género facilitada por la tecnología en la computación espacial", añade.

La teoría de aviso visceral (visceral notice) del profesor Ryan Kilow usa como analogía el efecto de las bandas sonoras en la carretera cuando conducimos. Sabemos que no hay que cambiar de carril porque lo sentimos, el estímulo sensorial es más efectivo que un letrero. En su nuevo estudio, "decidimos probar si se podía usar la notificación visceral en XR para hacer que las personas sean más conscientes de que sus ojos están atrapados", concluye.