ENERGÍAS RENOVABLES

Cepsa levantará en Huelva la mayor planta de biocombustibles del sur de Europa con una inversión de 1.200 millones

La petrolera ha iniciado este viernes las obras en sus instalaciones de la provincia andaluza y espera que la infraestructura esté liste en 2026

La vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera, y el presidente andaluz, Juanma Moreno, han puesto la primera piedra

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y el CEO de CEPSA, Maarten Wetselaar, a su llegada al acto de Cepsa.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y el CEO de CEPSA, Maarten Wetselaar, a su llegada al acto de Cepsa. / EFE/ Julián Pérez

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Cepsa acelera su apuesta por los biocombustibles con la creación de una joint venture con Bio-Oils para levantar en Huelva la mayor planta de este tipo de combustibles en el sur de Europa. Las obras han comenzado este viernes con la colocación de la primera piedra en Huelva. La petrolera invertirá hasta 1.200 millones de euros y se prevé que el proyecto genere unos 2.000 empleos directos e indirectos. La instalación se construirá en Palos de la Frontera, junto al Parque Energético de La Rábida. La vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera, y el presidente andaluz, Juanma Moreno, han puesto la primera piedra en un evento celebrado este viernes.

La instalación permitirá duplicar la actual capacidad de producción de biocombustibles de segunda generación (2G) de Cepsa y Bio-Oils hasta alcanzar un millón de toneladas. Los biocombustibles 2G se producen a partir de desechos agrícolas o aceites usados de cocina y permiten descarbonizar el transporte por tierra, mar y aire, en los actuales motores de los aparatos. "Se trata de un proyecto estratégico para España y Andalucía. Queremos que este proyecto se convierta en un referente europeo en el campo de las moléculas verdes y facilitará la descarbonización inmediata de sectores no electrificables, como el transporte aéreo", ha señalado Maarten Wetselaar, CEO de Cepsa, durante la presentación de este viernes.

Un factor clave para la producción de biocombustibles a escala industrial es la existencia de materias primas sostenibles, como desechos agrícolas o aceites usados de cocina. Esta es la tarea con la que se ha comprometido Apical, la matriz de Bio-Oils. "Esperamos que la producción de combustibles sostenibles para la aviación se triplique en 2024 en comparación con las 1,5 toneladas que se produjeron en 2023. La planta que hoy inauguramos será la mayor instalación para aviación del sur de Europa. Es un ejemplo de cómo los agentes del sector pueden unirse para fomentar el potencial del combustible sostenible de aviación (SAF) y aumentar su adopción de forma asequible", ha señalado Pratheepan Karunagan, director ejecutivo de Apical.

Está previsto que la instalación produzca anualmente unas 500.000 toneladas de combustible sostenible de aviación (SAF) y diésel renovable y será el segundo mayor complejo de combustibles renovables de Europa, con una capacidad de producción total de un millón de toneladas al año.

Diseño sostenible

Cepsa asegura que la nueva planta de biocombustible se construirá con un mínimo impacto ambiental. La compañía utilizará hidrógeno renovable y electricidad 100% renovable. Además, la instalación se diseñará con el objetivo de lograr las cero emisiones netas en el medio plazo y no consumirá agua dulce sino aguas regeneradas.

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La nueva planta también producirá biogás, una materia prima fundamental para producir hidrógeno verde, uno de los elementos que permitirá descarbonizar la industria. Este proyecto es una clave más para la puesta en marcha del ecosistema del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde.

Cepsa cuantifica que los combustibles renovables desarrollados en el nuevo complejo de Huelva evitarán la emisión de tres millones de toneladas de CO2 anuales, lo que equivale al 4% de las emisiones por carretera que se producen en España. La construcción de esta instalación implicará la construcción de hasta 590 kilómetros de tuberías (una distancia superior a la que separa las ciudades de Huelva y Madrid) y 1.400 kilómetros de cable (casi la misma distancia que hay entre París y Huelva).