INDUSTRIA

Las razones por las que las regiones industriales del norte crecerán menos de lo previsto

El BBVA recorta especialmente su previsión de crecimiento para este año

Chimeneas de una planta industrial.

Chimeneas de una planta industrial. / SHUTTERSTOCK

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BBVA Research (el servicio de estudios del banco) mantuvo ayer su estimación de crecimiento para la economía española en 2023 y 2024 que ya había actualizado en noviembre (2,4% y 1,5% respectivamente), con un recorte para 2024 respecto a la previsión de octubre, y mejoró la de 2025 hasta el 2,5%. El nuevo vaticinio rebaja las expectativas de gran parte de las regiones, especialmente de las comunidades con mayor peso industrial del norte, caso de Asturias.

Esta expectativa de desaceleración industrial tiene una gran relevancia en un momento en el que ArcelorMittal ha prorrogado el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para su plantilla hasta fines de este año y en abril decidirá si para el horno alta A por un periodo no definido si antes no se recupera la demanda.

Respecto al pronóstico de octubre, BBVA rebaja la proyección de crecimiento asturiano para 2024 en cuatro décimas (desde el 1,9% anunciado hace tres meses al 1,5%), aunque mejora en un décima (del 2,1% al 2,2%) la estimación para el año pasado. Para 2025 aventura una recuperación del 2,1%, pero cuatro décimas menor que la de España. Esto supone que este año Asturias no crecerá por encima de la media nacional, como se había pronosticado –lo hará la misma tasa que la media–, mientras que en 2023 y 2025 el comportamiento del Principado será inferior al promedio.

Según este escenario, Asturias habría sido la octava región por la tasa de crecimiento en 2023 (empatada con la Comunidad Valenciana), será la décima este año junto con Navarra y en 2025, pese a la fuerte recuperación prevista, será la región con menor dinamismo del país.

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BBVA explicó ayer que corrige a la baja sus previsiones de modo generalizado porque el aumento del consumo que se prevé será menor del anticipado y agregó que "por efecto de la desaceleración europea, que lastra las exportaciones de bienes, y de los elevados costes energéticos, las revisiones son mayores para las comunidades industriales del norte de España, que son más dependientes del comercio internacional de bienes".

Para 2025 anuncia que "la progresiva normalización de la inflación y de los costes financieros permitirá a la demanda, tanto europea como nacional, recuperarse progresivamente". Sin embargo, "la aceleración se observará en todas las regiones, pero las comunidades del Mediterráneo con una mayor propensión al consumo y como destinatarias del turismo nacional, serán las más beneficiadas junto a algunas industriales cuya recuperación se ha retrasado, como Navarra y País Vasco".