EMPRESAS

SPC, el último rival español de Apple

La firma vitoriana SPC facturó 31 millones en 2022 y aspira a seguir creciendo con el hogar conectado y reacondicionando teléfonos de otras marcas

Teresa Acha-Orbea, directora general de SPC.

Teresa Acha-Orbea, directora general de SPC. / 'activos'

3
Se lee en minutos

Es posible que aún tenga un teléfono rectangular, blanco o negro, con tres teclas de colores para recibir llamadas en su domicilio. No recordará el nombre de la marca, pero es la misma que figura en muchos aparatos de su oficina, de los hoteles donde ha pasado alguna noche y también de los supermercados donde realiza la compra. En SPC son conscientes de no ser una firma conocida a pesar de ser la última empresa española que aún vende teléfonos propios en nuestro país (BQ quebró en 2021 y Energy Sistem solo vende auriculares), pero a sus responsables no les importa. "Si la calidad de los productos que hemos vendido a lo largo de nuestra historia no fuera buena, los clientes no nos comprarían", asegura Teresa Acha-Orbea, su directora general.

Solo hay que mirar sus resultados empresariales para confirmar el éxito de esta compañía con sede en Vitoria: en 2022 facturó 31 millones de euros y, por el ritmo que llevan, el próximo año superarán esta cifra. Son líderes en ventas de tabletas y en teléfonos adaptados para personas mayores, donde han alcanzado el 40% de la cuota de mercado. Mercadona, Orange, Telefónica y algunos hoteles compran sus productos y son distribuidores de proyectos a medida para las empresas asiáticas NEC y Yealink. Dieron el salto hace un año a Francia, donde no tienen competidores locales por la avalancha de firmas chinas. Venden radios, robótica para niños, auriculares, relojes, cámaras de seguridad, bombillas y ventiladores inteligentes, entre otros productos variopintos que conforman su catálogo. ¿Y por qué los mantienen? "Si todavía hay volumen suficiente como para sostener las compras y el estoc y quedamos pocos fabricantes, ¿por qué no vamos a seguir fabricándolos?", responde Acha-Orbea

Líderes en la sombra

La historia de SPC se remonta a 1989, cuando varias familias que prefieren mantenerse en el anonimato decidieron aprovechar la liberalización de las telecomunicaciones. "Se empezaron a fabricar teléfonos en Briviesca (Burgos), de ahí se movió la producción a Taiwán y finalmente a China", relata, aunque reconoce que están estudiando qué dispositivos o parte de producción se puede traer a Briviesca o a Vitoria. En su momento, no había muchas empresas con un portafolio de teléfonos dirigidos al mercado español. Así es como consiguieron los contratos con Telefónica para el conocido Domo, con el que llegaron a tener el 25% de la cuota de mercado. "Uno de cada cuatro teléfonos que había en los hogares era nuestro y nadie lo sabía", señala Acha-Orbea.

La estrategia del grupo se basa en precios asequibles, flexibilidad y el boca a oreja para llegar a más clientes

Desde entonces, la facturación no ha dejado de crecer. ¿Su secreto? Precios asequibles para todos, adaptar los productos a las necesidades del mercado y "el boca a oreja, la simpatía de la marca porque no da problemas", además de tener un soporte técnico propio, desvela la directora general de SPC. Prefieren no compararse con los grandes actores del sector, como Apple y Samsung -"nosotros somos una hormiguita y ellos son un elefante", subraya-, pero sí aprovechan las novedades que llegan a España para aprender de ellas y replicarlas. "Cuando las empresas chinas se aburran, nos dejarán a nosotros. Mientras tanto, nos dan experiencia y conocimiento para seguir definiendo productos mejores", explica.

Economía circular

Noticias relacionadas

Los nuevos hábitos de consumo han llevado a SPC a centrarse en dos categorías con futuro: el hogar conectado y el reacondicionamiento de teléfonos. "La lógica dice que el consumo tiene que caer por la economía y porque los recursos son escasos -afirma Acha-Orbea-. No podemos seguir consumiendo la electrónica de consumo al ritmo de los últimos años". Teniendo en cuenta la debilidad de su negocio, decidieron buscar una solución: aprender a reacondicionar iPhones que compran en subastas para venderlos.

El otro campo donde ven demanda a largo plazo es en el de eficiencia energética. Este año han presentado un programa de inteligencia artificial (IA) que regula la temperatura según el momento del día y la tarifa de luz o de gas del consumidor, y también están trabajando en termostatos y controladores inteligentes de aire acondicionado.