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Los fondos se tragan hasta las aceitunas de Alcoi

Desde Paseo de la Castellana al interior de Alicante, cada vez más son las empresas españolas de todos los tamaños que van cayendo en manos de los fondos de inversión privados. Una tendencia al alza.

La fábrica de Aceitunas Serpis en Alcoy. 

La fábrica de Aceitunas Serpis en Alcoy.  / LUCIO ABAD

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Alcoi (Alicante, 60.000 habitantes) se despertó hace diez días con el anuncio de la venta de una de sus empresas más emblemáticas, Cándido Miró, al fondo de capital privado (private equity en inglés) español Miura. Miró comercializa la marca de aceitunas Serpis, cuyo gran rival, La Española, también mantiene su sede y la propiedad familiar en la población alicantina. Junto al sector agroalimentario, Alcoi y su comarca, uno de los microcentros industriales más importantes de la Península Ibérica, también vio en 2019 como los fondos Torreal -familia Abelló- y la estadounidense Acon, compraban una de las enseñas más conocidas de la ciudad: la firma de cosmética Germaine de Capuccini.

Como cuenta el diario Información, esta provincia se ha convertido en un objetivo de análisis de los fondos inversores desde hace años, que han entrado en el capital de empresas tan distintas como los juguetes Famosa, la marmolera Levantina, la energética Greene Waste, la cadena de distribución Amaro y la de residuos GTT.

¿Atemoriza en la población de Alcoi el cambio de propiedad? Toni Francés (PSOE) acaba de ser reinvestido alcalde, responde: "No. Representantes de la familia vendedora, Miró, se quedan como ejecutivos y garantizan que la ampliación de capital -diversas fuentes lo estiman en 50 millones- servirá para acelerar en el proceso de crecimiento duplicando la planta, ampliar plantilla -actualmente cien personas- y crecer en el exterior". El fondo de origen barcelonés Miura, con 1.200 millones en activos, participa en empresas de sectores muy diversos: desde las cadenas de restauración Tragaluz y Saona hasta a empresa de implantes dentales Proclínic.

El año pasado, en España se batió el récord histórico de inversiones de fondo en el capital de empresas nacionales. La cantidad ascendió a 9.238 millones de euros, casi 2.000 millones más que el año anterior. Se produjeron, según informa la asociación SpainCap, hasta 960 inversiones, de las cuales un 90% fueron dirigidas a Pymes. El resto, las grandes operaciones, fueron lideradas por los grandes fondos internacionales. La más importante fueron los 1,994 milllones que invirtió CVC en La Liga. Con sede en Luxemburgo participa en otras empresas españolas como Naturgy, Tendam/Cortefiel, Deoleo y la Universidad Alfonso X el Sabio.

La cartera acumulada por los fondos de capital privado y de capital riesgo en España asciende a 42.290 millones de euros repartidos en 3.735 empresas. Los fondos nacionales, más de un centenar activos, tienen una capacidad de inversión de 6.045 millones. La vida media de un fondo en una empresa es de seis años. Estos fondos se alimentan a su vez de captar recursos a terceros, entre los que destacan las family office -oficinas de gestión de la in versión de grandes patrimonios, las agencias públicas de inversión -desde europeos a locales- y las empresas no financieras que tienen filiales destinadas a invertir en otras compañías.

¿Están los fondos para quedarse? Aunque las cifras pueden verse distorsionadas por grandes operaciones, año tras año, la tendencia apunta al alza. A la espera está la batalla por el control de la agencia de certificación e inspección Applus+ (en el pasado parte del grupoAguas de Barcelona), valorado en Bolsa en 1.250 millones de euros.

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Juan Corona, ex director del Instituto de Empresa Familia y hoy senior advisor del fondo de capital privado internacional Azzurra, cree que los fondos son hoy el principal catalizador de las empresas familiares con ambición de crecer: "Suponen una enorme ayuda para su desarrollo en etapas más avanzadas, no sólo mediante la aportación de capital, sino sobre todo mediante el apoyo estratégico y el acceso a una red de contactos internacionales que facilitan la entrada en nuevos mercados y el acceso a nuevos sectores".

La intervención de los fondos en las empresas varía. Los hay que tienen en su consejo de Administración a representantes del fondo inversor (caso de Rhône en Fluidra, entre otros), aquellos que prefieren controlar la empresa poniendo como primer ejecutivo a un representante del fondo (caso de Carlyle en Codorniu) o que prefieren estar detrás de la barrera, como en Serpis.