Las normas anticontaminación de la UE ya dejan fuera al 40% de los coches de Oviedo

El 40% de los coches registrados en Oviedo tiene más de quince años y no podrá circular por el entorno del campo San Francisco y parte del Antiguo, una vez que se ponga en marcha la zona de bajas emisiones, que exige la Unión Europea a las localidades de más de 50.000 habitantes. El problema en Oviedo es que la edad media de su parque móvil no para de aumentar, mientras se acerca el 31 de diciembre de 2024, la fecha límite que marcado la UE.

Hace un año, según el censo que maneja la Dirección General de Tráfico (DGT), eran el 30% de los turismos de la ciudad los que iban a tener restricciones. Pero el panorama ha cambiado. El precio de los coches nuevos ha subido, las ventas se resienten y apenas hay renovación del parque automovilístico, con lo que va ganando en antigüedad.

Hace solo unas semanas que la Unión Europea autorizó conceder 7,39 millones de euros de los fondos Next Generation (los concebidos por Bruselas para reactivar la economía comunitaria tras la crisis del coronavirus) al consistorio ovetense para implantar su zona de bajas emisiones. Una parte de ese dinero irá para la puesta en marcha de un sistema que controle los accesos e impida circular a los coches que incumplan las restricciones de paso por el casco histórico y las inmediaciones del Campo San Francisco. Solo para los mecanismos de registro y control irán ya destinados 3,35 millones de euros de los que Bruselas aporta a la ciudad.

La radiografía del parque automovilístico en Oviedo es la siguiente. En el concejo hay censados 101.013 turismos, de los que 40.628 tienen más de quince años. Estos últimos son los que tendrán prohibido circular por la parte central de la ciudad, articulada en torno al campo San Francisco y a las calles que rodean el Antiguo. La edad media de los coches del municipio es de 11,5 años, uno más que hace un año y cerca de esos quince que marcan la barrera entre poder circular por el centro o pasar a tenerlo prohibido en solo unos meses. Al margen de los turismos, el parque de motocicletas está formado por 11.282 vehículos y y hay registrados 2.878 ciclomotores.

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Las últimas cuentas que maneja el consistorio señalan que cada día quedan registrados en la capital asturiana unos 300.000 movimientos de turismos y que la mitad de ellos se producen en el centro, justamente, la zona a la que afectarán las restricciones. Además, los vehículos estarán obligados a contar con una etiqueta identificativa que refleje el nivel contaminante del turismo que la porta.

Hay varios niveles. Uno es el de cero emisiones o el ECO (la etiqueta azul), que solo pueden tener los híbridos y los eléctricos. Un club, por el momento, bastante exclusivo. El siguiente escalón son los que tienen derecho a una etiqueta verde. Corresponde a aquellos vehículos de combustión que cumplen a rajatabla con las últimas exigencias medioambientales en emisiones. Son los coches de gasolina que fueron matriculados después de 2006 y los de gasóleo vendidos a partir de 2015. La última etiqueta es la amarilla a la que pueden optar algunos turismos de combustión. Otro grupo es el de los que no tienen que llevar etiqueta. Son los más contaminante y que no podrán circular por el centro de la ciudades, según las normas que pondrá en marcha la UE.