Estos son los únicos casos en los que puedes dejar de pagar la comunidad de vecinos

Las cuotas de la comunidad de vecinos son una obligación para todas aquellas personas que comparten un espacio de convivencia en una comunidad residencial. Estas cuotas son utilizadas para sufragar los gastos comunes, como el mantenimiento de las áreas comunes, los servicios de limpieza o la seguridad, entre otros. En teoría, todos los propietarios están comprometidos a contribuir equitativamente para mantener el buen funcionamiento y la conservación de la comunidad. Sin embargo, en ocasiones pueden surgir situaciones particulares en las que algunos propietarios deciden dejar de pagar estas cuotas.

De acuerdo el artículo 9 de la Ley de la Propiedad Horizontal, todos los propietarios están obligados a pagar los gastos de la comunidad, siempre y cuando estos hayan sido aprobados por la mayoría o sean necesarios para la estructura del edificio. Estos gastos se dividen entre todos los propietarios, y en caso de haber gastos extraordinarios, se establece una derrama en la que los propietarios también están obligados a participar en su pago.

No obstante, existen diferentes circunstancias que pueden llevar a una persona a tomar la decisión de no cumplir con esta obligación. Algunas de ellas pueden ser conflictos vecinales irresueltos, problemas con la gestión de la comunidad, discrepancias en la distribución de los gastos o incluso dificultades económicas personales. Estos casos suelen generar tensiones y enfrentamientos entre los vecinos, pudiendo llegar incluso a situaciones legales.

Los casos en los que se puede dejar de pagar la comunidad

Es importante tener en cuenta que dejar de pagar las cuotas de la comunidad de vecinos no es una decisión a tomar a la ligera. Antes de hacerlo, es fundamental evaluar cuidadosamente la situación y explorar otras vías de resolución de conflictos o negociación.

1. Propietarios de un local comercial:

En el caso de que el edificio tenga un local comercial en la planta baja con entrada directa desde la calle, el propietario de dicho local puede tener la opción de dejar de pagar los gastos de la comunidad.

Esto se debe a que el propietario del local no utiliza el rellano ni la escalera del edificio, ya que accede al local directamente desde el exterior. No obstante, esta exención de pago solo puede aplicarse si es aprobada por mayoría de los vecinos o si está contemplada en los estatutos sociales.

2. Mejoras innecesarias:

En caso de que los propietarios decidan, por mayoría, realizar una reforma en el edificio, todos los vecinos están obligados a pagar su parte correspondiente según lo establecido por la Ley de Propiedad Horizontal, incluso si algunos propietarios no están de acuerdo con la reforma.

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No obstante, si un propietario logra demostrar legalmente que la reforma no es necesaria para el edificio y que solo se realiza por comodidad de los residentes, aquellos propietarios que votaron en contra estarán exentos de pagar por dicha mejora.

Si el resto de los vecinos decide seguir adelante con la reforma a pesar de las objeciones, serán ellos quienes asuman la carga financiera de la derrama, aunque es probable que aquellos que votaron en contra y no pagaron también se beneficien de la mejora con el tiempo.