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La ley de la Vivienda provoca la huida de los propietarios del alquiler a la venta

Las inmobiliarias de la Comunitat Valenciana constatan que se ha agudizado la fuga de inmuebles del mercado de arrendamiento en la primera semana de la nueva legislación

Edificio de viviendas en alquiler en el barrio de Turianova de València.

Edificio de viviendas en alquiler en el barrio de Turianova de València. / GERMÁN CABALLERO

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La entrada en vigor de la nueva ley de la Vivienda ha acelerado la huida de propietarios del alquiler a la venta. Las inmobiliarias valencianas han constatado que el miedo de los propietarios a perder el control sobre sus inmuebles por la mayor protección a los inquilinos y la pérdida de rentabilidad por los topes del precio está provocando la reducción de la oferta de alquileres. La tendencia se inició hace un año con los primeros trámites de la ley y se ha agudizado ahora. En las primeras 24 horas de entrada en vigor de la ley ochenta inmuebles que se alquilaban completos en la capital del Túria pasaron al arrendamiento por habitaciones. Además, la mitad de los pisos en arrendamiento se ofrecen en la modalidad de alquiler temporal.

Una semana en vigor

La ley de la Vivienda entró en vigor el 26 de mayo y solo en siete días ha confirmado las advertencias de las inmobiliarias sobre la reducción de oferta. Nora García, presidenta de la Asociación de Empresas Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (Asicval), subraya que la fuga de propietarios del mercado del alquiler «se inició el año pasado con los primeros trámites de la ley y ahora se ha agudizado. La oferta de viviendas en alquiler está muy por debajo de lo normal y eso ha provocado que se disparen los precios de las rentas. Está habiendo mucho trasvase del alquiler por pisos completos al arrendamiento por habitaciones y al mercado de rentas por temporada». Los inquilinos de este tipo de alquileres tiene menos protección. Por ejemplo, en el caso del alquiler de una habitación pueden ser desahuciados por la vía rápida.

Ahora mismo se ofertan en València un millar de pisos enteros y 1.439 habitaciones sueltas. «En octubre de 2020 había 5.700 viviendas disponibles en el mercado del alquiler en València. Las mil que hay ahora mismo son muy pocas», lamenta Nora García. «Las que están en el mercado del alquiler temporal (otras mil) son para personas que las necesitan, por ejemplo, seis meses por cuestiones laborales».

Problema "gravísimo"

Vicente Díez, portavoz del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Valencia, confirma «la fuga de propietarios del mercado del alquiler por la nueva legislación. Muchos de esos pisos que han salido a la venta y que antes eran de alquiler los están comprando inversores que los arriendan por temporadas o por habitaciones sueltas. El problema es para los que quieren alquilar un piso completo porque no hay y los precios están disparados. En València tenemos un grandísimo problema con el alquiler».

El precio medio de un alquiler de un piso de 70 metros cuadrados en València ya cuesta 1.500 euros, según la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV). El coste medio de los arrendamientos ha subido 500 euros en los últimos cuatro años tras dispararse la demanda de familias que no pueden acceder a la compra y de inmigrantes (la capital ha ganado 15.000 vecinos en el último año). La tensión de los alquileres se ha extendido al área metropolitana con alquileres a 1.159 euros de media en l'Horta Nord y 830 euros en l'Horta Sud.

Nuevos límites

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Entre otras medidas, la ley de Vivienda impone nuevos límites a la subida del precio del alquiler en toda España, permite rebajar la figura de gran tenedor de vivienda de diez a cinco inmuebles en determinados casos e impide a estos propietarios desahuciar a inquilinos vulnerables sin un acto de conciliación o arbitraje previo.

Tope al alquiler

En concreto, la norma mantiene el límite del 2% para este año en la subida del alquiler y lo eleva hasta el 3% en 2024 para, antes del 31 de diciembre del próximo año, crear un nuevo índice de referencia aplicable al territorio al margen del IPC. Además, la nueva ley introduce una batería de medidas para dificultar los desahucios de personas en situación de vulnerabilidad económica, especialmente cuando el arrendador sea un gran tenedor de inmuebles. De este modo, los desahucios no podrán realizarse sin una hora y una fecha predeterminada.