AVIACIÓN

El grupo López Soriano invertirá 30 millones para reciclar aviones en el aeropuerto de Teruel

La compañía aragonesa, a través de su filial AIR, impulsa el proyecto con socios estratégico entre los que podría estar Boeing. Ocupará una parcela de cinco hectáreas y construirá un hangar de 10.000 m², donde prevé iniciar su actividad en 2025 con 50 puestos de trabajo

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Hace 20 años el empresario zaragozano Valero López Villalba –fallecido en 2017– lanzó la idea de crear un aeropuerto industrial en Teruel. Aunque la propuesta fue vista con incredulidad y escepticismo inicialmente, la infraestructura llegó materializarse gracias al Gobierno de Aragón y ha acabado siendo un éxito incuestionable. La actividad en el antiguo aeródromo de Caudé empezó en 2012 con Tarmac Aerosave, una filial del gigante de la aviación europea Airbus, pero el autor intelectual del complejo no llegó a despegar en estas instalaciones con el negocio de desguace de aviones que había previsto por distintas vicisitudes. Los hijos del visionario empresario, al frente del grupo familiar López Soriano, quieren acabar de cerrar el círculo y han resucitado la iniciativa, que esperan que esta vez sí se haga realidad en 2025 tras una inversión de 30 millones de euros.

La compañía aragonesa, a través de su división Aviation International Recycling (AIR), impulsa la implantación de una línea estable de desmontaje y reciclado de aviones en el aeropuerto turolense, donde espera empezar a operar en un plazo de un año y medio. En una primera fase, con la creación de unos 50 puestos de trabajo muy especializados, que podrán casi duplicarse hasta los 90 más adelante.

La iniciativa se desarrollará de la mano de "socios estratégicos de primer nivel" del sector aeronáutico, entre los que podría estar el gigante Boeing. "Es una de las posibilidades", afirmó Pedro Lama, gerente de AIR. La compañía prevé ocupar 50.000 metros cuadrados, una superficie que forma parte de la ampliación del complejo que ha aprobado el DGA y que sería accesible desde la pista de aterrizaje. Sobre estos terrenos construirá una nave hangar de 10.000 metros cuadrados y de un centro de I+D+i de cerca de 5.000.

La inversión se ha presentado este lunes por el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, en la visita que ha realizado a la sede del grupo López Soriano, acompañado por el consejero de Hacienda y Administración Pública, Carlos Pérez Anadón. La compañía zaragozana, dedicada a la recogida y clasificación de chatarras férricas y no férricas para su posterior venta al sector siderúrgico y otros transformadores finalistas, emplea a unos 220 trabajadores y cerró el pasado año con una facturación de 80 millones de euros.

"Fuimos los promotores de la idea --del aeropuerto de Teruel-- y al final no cuajó por diferentes motivos", ha recordado Lama. La empresa ve ahora una nueva oportunidad para hacer realidad el proyecto primigenio dadas las "posibilidades" que tiene la pista de Caudé y la evolución del negocio aeronáutico hacia el reciclado, un sector en el que "somos especialistas". "Creemos que existe una posibilidad real de establecer allí un centro de referencia europea", ha asegurado.

Lambán ha destacado la necesidad de seguir reforzando la actividad productiva en Aragón y especialmente en el aeropuerto, que se ha convertido en centro de referencia aeronáutica en Europa. También ha explicado los siguientes pasos necesarios para lograr que este proyecto de economía circular, capaz de cumplir con las exigentes demandas de la Unión Europea en materia de reciclaje, se pueda instalar en el aeropuerto de Teruel.

Ampliación de 195 hectáreas

El Gobierno de Aragón aprobó el pasado mes de marzo un nuevo Proyecto de Interés General de Aragón (PIGA) para ampliar la plataforma del aeropuerto en 195 hectáreas, de manera que se pueda duplicar la capacidad de estacionamiento de aviones y se puedan diversificar las actividades relacionadas con este sector. Empresa y DGA podrían firmar en las próximas semanas un protocolo de colaboración.

AIR trabaja desde 2015 en el desmantelamiento y reciclaje de aeronaves y de sus componentes; una tarea que está cobrando mucha más importancia desde la pandemia de Covid, ya que la UE exige información más exacta de los porcentajes y tasas de reciclabilidad, que no quedan satisfechas en la actualidad por parte de las empresas que intervienen en este cometido. En este campo cuenta con experiencia a través de diversos trabajos realizados con las principales compañías de Europa y de Estados Unidos.

Por eso, los responsables de AIR, ya implicados en los nuevos objetivos del reciclaje de la industria aeronáutica, han desarrollado el proyecto Airecomp, relacionado con la economía circular, que le ha llevado ya a realizar estudios completos de reciclado y análisis de los materiales de un Airbus 320, en colaboración con Lufthansa, Swiss y Ecube Solutions, así como de un B737 NG en colaboración con Boeing, entre otras acciones que también implican al Ministerio de Transición Ecológica.

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Los responsables del grupo López Soriano han detallado al Gobierno de Lambán los pormenores de este ambicioso proyecto, que deberá acceder en primer lugar al suelo, redactar los proyectos de obra y acometer los trabajos (costeados íntegramente por la empresa) que precisarán de un plazo máximo de doce meses desde el inicio de los trabajos para que AIR pueda desarrollar su cometido.

AIR cuenta con las tres acreditaciones de la AFRA (Aircraft Fleet Recycling Association, que le permite operar tanto en el desmantelamiento, reciclaje y demolición de naves que ya no están en uso. En este momento, la compañía ya ha llevado a cabo el reciclado de más de 50 aviones.