Acciones empresariales

Guerra entre los accionistas de Sprinter

La familia Segarra y la portuguesa Sonae activan una cláusula para obligar a la británica JD a comprarles su participación o venderles sus acciones ante las divergencias sobre la estrategia del grupo

Uno de los establecimientos de Sprinter, en imagen de archivo.

Uno de los establecimientos de Sprinter, en imagen de archivo.

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Las aguas bajan revueltas en Iberian Retail Sport Group (ISRG), la compañía propietaria de Sprinter y que también opera las cadenas JD Sports, Sport Zone o el portal online Deporvillage en España, Portugal y Holanda. Un gigante de la distribución de moda deportiva con cerca de 500 puntos de venta que se encuentra, además, en plena expansión.

Los accionistas minoritarios del grupo -la familia Segarra, originaria de Elche y fundadores de Sprinter, y la portuguesa Sonae- han decidido ejercer la denominada "opción de compra o venta" que incluye el acuerdo de asociación firmado en 2018, para obligar a la británica JD a que les compre su participación o bien les venda su paquete. Una petición de "divorcio" en toda regla.

Así se refleja en los comunicados que, tanto JD, como Sonae han remitido a los respectivos reguladores de sus países -que también han hecho llegar a los medios-, y que apuntan a desavenencias sobre la estrategia de la compañía.

En concreto, la portuguesa señala en su comunicación que "la decisión de los accionistas minoritarios de ejercer esta opción evidencia una alteración en la relación con el Grupo JD, debido a su reciente posicionamiento respecto al desarrollo de los negocios minoristas de venta de artículos de deporte y moda deportiva lo cual afecta significativamente a la estrategia y las opciones de crecimiento de ISRG".

A partir de ahora se abre un periodo de negociación en el que JD debe decidir que opción toma o de lo contrario, según Sonae, serán los accionistas minoritarios los que ejerzan su derecho de compra o venta según su criterio, de acuerdo con los términos establecidos en su día. En cualquier caso, la resolución se prevé para la segunda mitad del año.

El anuncio se produce el mismo día en que JD también ha comunicado su intención de comprar el grupo francés Courir, que cuenta con 313 tiendas repartidas por diversos países europeos, entre ellas 24 en España y cinco en Portugal. Una operación que la propia firma valora en 520 millones de euros.

En este mismo comunicado, el grupo británico informa de la decisión de sus socios minoritarios en España y Portugal de poner en marcha la cláusula de compra o venta, y lo enmarca en un proceso de simplificación del accionariado de sus filiales en Europa. Así, señala que ha completado la compra del 20% que le quedaba por adquirir en JD Sports Fashion Germany.

El texto también incluye una declaración de su CEO, Régis Schultz, en la que defiende que "asegurar un mayor control en el desarrollo a largo plazo de JD y priorizar el desarrollo de la marca JD es un pilar clave en nuestra estrategia en Europa. Nos dará un proceso de toma de decisiones más simple que nos permitirá el uso de nuestros activos con más eficiencia".

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Fue en el año 2011 cuando la británica JD compró el 50,02% del accionariado de Sprinter, la cadena de tiendas de ropa y material deportivo que había creado la familia Segarra desde Elche. Tras un rápido crecimiento, en 2017 decidieron unirse en una joint venture con la portuguesa Sonae, lo que dio pie a la creación del grupo ISRG, que agrupa también la gestión de las cadenas JD, Sport Zone, Deporvillage, Perry y Aktie en España, Portugal y Holanda.

En el último año el conglomerado facturó 1.257 millones de euros, tras crecer un 40,7%, y logró un ebitda de 128 millones de euros. El pasado viernes Sprinter inauguró en Alcorcón su primera megatienda y también puso en marcha el primer establecimiento físico de Deporvillage.

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