Endesa dispara un 76% el beneficio tras pagar 208 millones por el nuevo impuesto

Endesa dispara su beneficio neto ordinario hasta marzo con un incremento del 76%, hasta los 594 millones de euros, gracias a la “progresiva normalización” de las condiciones de los mercados energéticos derivada por la rebaja de los precios del gas natural y a pesar del pago de 208 millones de euros por el nuevo impuesto a las grandes energéticas.

El resultado bruto de explotación (ebitda) de la energética también registró un fuerte crecimiento del 60%, hasta 1.462 millones, apoyándose en una mejora de la evolución del negocio de generación eléctrica, tanto convencional como renovable, y en la progresiva normalización de la actividad de comercialización tras el caos provocado por la crisis energética el año pasado. Los ingresos totales de la eléctrica entre enero y marzo registraron una leve caída del 1,2%, hasta los 7.504 millones.

La eléctrica ha conseguido duplicar el margen de beneficio unitario obtenido de sus clientes del mercado liberalizado de electricidad, un negocio en el que ha sumado 480.000 clientes en el último año, hasta alcanzar los 6,8 millones de usuarios. La compañía también ha multiplicado por seis el margen de beneficio en el negocio del gas natural.

Endesa ha asumido una carga de 208 millones de euros por el nuevo impuesto a las grandes energéticas aprobado por el Gobierno, que aplica un gravamen del 1,2% a los ingresos totales de las compañías. La eléctrica, que ha recurrido el nuevo tributo en los tribunales, ha elevado su tasa fiscal efectiva en este primer trimestre al 31% (habría sido del 25% sin el nuevo impuesto).

Previsiones a la baja para 2023

A pesar del fuerte crecimiento registrado en el arranque del año, Endesa confirma sus objetivos de resultados financieros para el conjunto de 2023, que implican descensos en relación a los registros del pasado ejercicio. Los objetivos para este año contemplan alcanzar un ebitda en la horquilla de entre 4.400 y los 4.700 millones de euros, frente a los 5.327 millones de 2022 (entre un 12 y un 17% menos); y un beneficio neto ordinario de entre 1.400 y 1.500 millones de euros, con una fuerte caída de entre el 41 y el 45% frente al récord de 2.541 millones del pasado año.

"A pesar de estos sólidos resultados, pronosticamos una normalización de las condiciones de nuestros negocios de generación convencional y de gas a lo largo del año, por lo que no hay que bajar la guardia durante los próximos meses", ha apuntado el consejero delegado de la compañía, José Bogas, sobre las previsiones sobre el conjunto del año, defendiendo ser "prudentes" sobre los objetivos al esperar que el margen aún extraordinario que deja el negocio del gas por la crisis energética se templará durante el resto del año.

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La producción renovable (hidroeléctrica, solar y eólica) del grupo creció un 32% en relación al primer trimestre de 2022, lo que sumado a la generación nuclear elevó al 83% el volumen de electricidad producido sin emisiones de gases de efecto invernadero en la Península Ibérica. En los últimos doce meses, la eléctrica ha añadido unos 900 megavatios (MW) de nueva capacidad renovable, alcanzando los 9.300 MW a cierre de marzo, un 10% más.

Asimismo, la eléctrica indicó que ya tiene ya vendida el 100% de su producción propia (hidroeléctrica, nuclear y renovable a mercado) de 2023 y el 87% de la de 2024 a un precio de 65 euros por megavatio hora (MWh), cumpliendo la normativa en vigor fijada por el Gobierno, que establece un tope de 67 euros por MWh para los contratos de compraventa de electricidad hasta final de año.