ENTREVISTA

El vicepresidente de la CEOE: "Estamos en época electoral. Vale todo. Hay que batir al empresario"

El también vicepresidente de la patronal española CEOE asegura que, "si nosotros fuéramos más beligerantes, posiblemente esto no pasaría" en referencia a las críticas desde el Gobierno

Salvador Navarro, en la sede de la CEV, antes de la entrevista. francisco calabuig.

Salvador Navarro, en la sede de la CEV, antes de la entrevista. francisco calabuig.

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Jordi Cuenca

Salvador Navarro

Presidente de la patronal CEV

El máximo dirigente de los empresarios valencianos asegura en esta entrevista inaugural de una serie en la que Levante-EMV tratará de acercar a la sociedad la voz de este colectivo, que esta segunda legislatura del Botànic ha sido peor que la primera por culpa de Compromís.


En primera persona

Salvador Navarro (València, 1963) es la persona que más tiempo tiempo ha presidido al empresariado valenciano, concretamente desde finales de 2011. En aquel momento, se hizo cargo de la presidencia de la entonces provincial Confederación Empresarial Valenciana (CEV), que en 2017, tras el derrumbe de sus homólogas de Alicante y Castelló, se transformó en autonómica. Un año después fue elegido por primera vez como presidente de la nueva organización. Los estatutos contemplan dos mandatos de cuatro años, así que el relevo debería producirse en 2026, pero Navarro, en esta entrevista, no cierra la puerta a seguir. Con mando en plaza en la patronal española CEOE, de la que es vicepresidente, en la última renovación asumió también la presidencia de la comisión de relaciones con el Congreso y el Senado, una atalaya que le permite mantener contacto directo con los políticos. Salvador Navarro, casado y con una hija que ya lo ha hecho abuelo, procede del sector del transporte. El año pasado, él y sus socios vendieron su parte en Cade Logistics, una firma dedicada al transporte a domicilio. Sigue como presidente de ADE Logistica, una mercantil dedicada al transporte de productos fitosanitarios.


¿Qué balance hace de esta segunda legislatura del Botànic?La segunda ha sido peor que la primera y no por el posicionamiento del tercer partido que entró en este segundo Botànic [Podemos], sino por el posicionamiento de Compromís en muchos temas, como, por ejemplo, el puerto, por cuestiones políticas y para tener presencia mediática. En líneas generales, creo que esta está siendo una legislatura en la que, a raíz también de la covid, hemos sido capaces de llegar a acuerdos importantes, muchas veces antes que en clave nacional. En general, ha sido positiva en determinados ámbitos, el de la negociación, el acuerdo, el diálogo social, que han permitido que haya paz social y que este sea un territorio cómodo en el que la inversión puede venir sin ningún problema, como está sucediendo. Ha habido lagunas, desencuentros entre los socios de gobierno en determinadas actuaciones, como en las medioambientales, por la visión de Compromís. Pero los datos económicos son positivos. Lo que pido es que quien gobierne la Generalitat los próximos cuatro años mantenga una línea de diálogo social.¿Alguna autocrítica en su relación con la Generalitat? Quiero decir que la CEV ha acompañado al Consell en la mayor parte de los acuerdos que ha promovido, mientras que la CEOE se ha distanciado de forma clara, sobre todo en los últimos meses.Hay acuerdos que puedes hacer en clave autonómica y otros que son en clave nacional. En el Salario Mínimo Interprofesional, con esas subidas tan alegres por parte del Gobierno, no teníamos capacidad de decisión. Se puede haber vendido en clave política que la CEOE no quería, pero da igual que quisiéramos o no, porque lo hacen igual.Las materias que se negocian influyen. Parece más fácil llegar a acuerdos aquí que en el ámbito nacional.En una ocasión dije que la vicepresidenta [segunda, Yolanda Díaz] era arrogante. Lanzaba a los sindicatos contra la patronal. No es la labor de una ministra. No es una cosa de CEOE, sino de los componentes del Gobierno. Seguimos escuchando palabras malsonantes contra los empresarios. No se nos valora adecuadamente. Y son ministras y ministros de este Gobierno. La CEOE, digan lo que digan los ministros, no se ha levantado de ninguna mesa de negociación.¿Por qué su relación con el Botànic es fluida y la de la CEOE con el Gobierno de Sánchez, no, pese a ser los mismos partidos?Pasa en las mejores familias. Son los mismos partidos, pero no las mismas personas. Y la relación humana es una componente muy importante en una negociación.

Lo que he visto en Castilla y León [con la entrada de Vox en el Gobierno junto al PP] es que el diálogo social ha perdido valor

Cuando habla de Gobierno, ¿no distingue la parte socialista de la de Unidas Podemos?Hace unos meses posiblemente hubiera podido distinguir. Hoy, no.¿Cómo se quedó cuando oyó a una ministra (Ione Belarra, de Podemos) calificar de «capitalista despiadado» al mayor empresario de la distribución (Juan Roig)?Es un mensaje que tienen que lanzar. Están necesitados de recuperar cuota de mercado y tienen que lanzas mensajes contra alguien. ¿Contra quién? Contra el ‘capitalista despiadado que gana mucho dinero’, pero no son capaces de analizar que ha facturado más y ganado más, pero en términos económicos ha soportado unos sobrecostes. Y emplea a más de 90.000 personas. Estamos en época electoral. Vale todo. Hay que batir al empresario. Creo que, si nosotros fuéramos más beligerantes, posiblemente esto no pasaría. Y si de vez en cuando pegáramos un puñetazo en la mesa esto no pasaría.¿Es una crítica a Antonio Garamendi, presidente de CEOE?No, es una crítica a los empresarios. Lo dice muy a menudo Juan Roig: Los empresarios tenemos que salir del armario. Es verdad. No hemos hecho una estrategia para trasladar lo que valemos a la sociedad en general.¿Percibe entre los empresarios unas ganas especiales de un cambio de Gobierno?En los últimos meses, el Gobierno ha tomado una actitud… Por ejemplo, Ferrovial. Se ha dicho que ha ganado mil millones en contratos del Estado, pero ha trabajado para el Estado, ha pagado impuestos… Igual que aplaudimos cuando vienen empresas aquí… Estamos en Europa y es normal que empresas de aquí, por estrategia, decidan marcharse. Y nos hemos visto sorprendidos por las reacciones de los ministros socialistas. Por eso no distingo entre unos y otros.Por no dejar la política. Si el PP accede al Consell será con el apoyo de Vox. Visto lo visto en otras autonomías, ¿teme que la ultraderecha se aposente en el Palau de la Generalitat?Es una decisión de los ciudadanos de esta comunidad. Lo que he visto es que en Castilla y León el diálogo social ha perdido valor. Lo que está claro es que accederá al Consell uno de los dos bloques. A ambos líderes les pediría diálogo social fluido, independientemente de sus socios.

Yo no he dicho nada de no renovar en la CEV. Cuando acabe mi mandato plantearemos lo que tengamos que plantear

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El precedente de Castilla y León no es bueno para los empresarios.Espero que el líder del PP, si se da el caso, se distancie lo suficiente para esa conselleria tenerla controlada.¿Qué le ha parecido la sustitución en la presidencia del puerto a apenas dos meses de las elecciones?Electoralmente, lo puedo entender, pero a mí me ha dolido. Quedan dos meses. Aurelio Martínez ha hecho mucho por el puerto, que es la única joya de la corona que nos queda.¿Qué expectativas maneja sobre la evolución económica valenciana?A pesar de la situación del sector cerámico o del automóvil, por Ford, en febrero recuperamos la tercera posición en exportaciones. El empresariado valenciano está haciendo los deberes. Sectores que llamamos tradicionales como el juguete o el calzado están muy bien posicionados en clave de innovación. Tenemos elementos de futuro de los que ahora no somos conscientes, como la inversión histórica de Volkswagen, que va a contribuir a transformar el modelo productivo de esta comunidad.El empleo ofrece cifras positivas. La oposición acusa al Gobierno de hacer trampa con los fijos discontinuos. ¿Qué opina usted?El Gobierno siempre hace trampas con los datos. Siempre. Unos y otros. Da igual el color. Pero es verdad es que la reforma laboral ha sido una reforma seria.

Seguimos escuchando palabras malsonantes contra los empresarios. No se nos valora adecuadamente. Y son ministros de este Gobierno

¿La marcha de Ferrovial a Paises Bajos es un caso aislado o vendrán más en el futuro?Es un hecho aislado. Una decisión estratégica propia. Lo que he visto es una cacería muy clara al empresario.Su mandato en la CEV acaba en 2026. Usted ha dicho que no renovará y los estatutos limitan el tiempo a dos períodos de cuatro años. ¿Se plantea usted cambiar estatutos y de decisión?Yo no he dicho nada. Esa es una cuestión que cuando se plantearon los dos mandatos hubo una corriente… Hubo un presidente de CEOE encarcelado. Aquí las patronales provinciales tampoco dieron un gran ejemplo de gestión de calidad. Yo en lo que estoy centrado es en el proyecto, en el posicionamiento en Madrid, en mi papel en CEOE. De aquí a cuando acabe mi mandato plantearemos lo que tengamos que plantear.Vamos, que no cierra la puerta a seguir.Yo ahora estoy en lo que estoy.En los últimos meses ha ganado protagonismo en la patronal española. ¿Hay alguna opción de que usted suceda a Garamendi cuando este concluya su mandato?Soy una persona de Garamendi y lo que haga bien hecho estará. La Comunitat Valenciana tiene que estar en las instituciones del Estado. A mí no me hace falta un ministro. Estar en las instituciones es estar en las secretarias de Estado, directores de área, en organizaciones sindicales y patronales. Lamentablemente, esta es una sociedad acomodada. Así como la catalana o la vasca llevan muchos años siendo críticas cuando tienen que serlo, la valenciana habitualmente no ha sabido serlo. Necesitamos ser críticos con argumentos ante el Gobierno y estar posicionados en las distintas instituciones del Estado o en los centros de toma de decisión, sean empresariales o sindicales.En cuatro décadas de trayectoria, la CEV no había vivido una etapa de mayor calma interna. Parecía que en términos de la patronal se habían superado los recelos desde Alicante respecto a Valencia y todo indica que no ha sido así.A ver. Es provincianismo. Lo mismo que nos pasa a nosotros con Madrid. Madrid ni nos odia ni nos quiere. Si no estamos, nos omiten. En Alicante pasa exactamente lo mismo. Guste o no guste, València es la capital autonómica. En Alicante siempre va a haber gente que su recurso básico y primario es: ‘es que Valencia’. Son la gente que no aporta valor ni trabajo, pero yo, cada vez que voy a Alicante, no noto ya un sentimiento… [antivalenciano].

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