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El Banco de España advierte contra la interconexión entre las criptomonedas y el sistema financiero tradicional

El regulador ve riesgo en el canal de contagio que puede suponer mantener 'stablecoins' en las entidades financieras como parte de los activos de reserva

El Banco de España ve riesgos en la mayor interrelación entre las criptomonedas y el sistema bancario tradicional.

El Banco de España ve riesgos en la mayor interrelación entre las criptomonedas y el sistema bancario tradicional. / CHRIS RATCLIFF/ BLOOMBERG

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Los reguladores aún mantienen la cautela acerca del sector de los criptoactivos. Existen muchos escenarios obre cómo podría evolucionar el sector en los próximos meses, pero el más razonable para el Banco de España es que se concentre cada vez más en aquellos instrumentos que muestren una mayor estabilidad y un menor perfil de riesgo. Las más conocidas serían las 'stablecoins', aquellas monedas digitales con respaldo de divisas tradicionales, como el dólar. Si esta evolución se consolidara, "parece difícil que no acentúe las interconexiones con el sistema financiero tradicional", señala el regulador en su último Informe de Estabilidad Financiera. Y no sería una buena noticia. Si bien ciertos riesgos operativos se verían reducidos en ese escenario, "un potencial mayor tamaño del sector de criptoactivos y la mayor interrelación con el sistema financiero tradicional podrían elevar en cualquier caso el riesgo sistémico que representa".

En los últimos meses, los inversores han preferido apostar por aquellas criptomonedas más pequeñas pero también más estables por encima del bitcoin. La gran favorita es ethereum, que se ha revalorizado un 70% desde principios de año frente a más del 80% de subida acumulada del bitcoin, aunque también hay interés por cardano, solana o filecoin. Desde el regulador han observado que, pese a la estabilización del bitcoin, hay de nuevo "una expansión rápida de las valoraciones de algunos de esos activos" y ha elevado el temor del Banco de España, que aún mantiene fresco el recuerdo de la última crisis bancaria ocurrida hace un mes. Para el organismo gobernado por Pablo Hernández de Cos, las turbulencias de algunos bancos de tamaño mediano de Estados Unidos ha reflejado claramente cómo los depósitos que estas 'stablecoins' mantienen en las entidades como parte de los activos de reserva "pueden ser un canal de contagio de las vulnerabilidades".

Esta es la última justificación de las autoridades nacionales y supranacionales para impulsar una regulación de los criptoactivos que no acaba de llegar. "Los sucesivos episodios de crisis del ecosistema de criptoactivos registrados durante 2022 solo han justificado el impulso regulatorio", asegura el Banco de España en su informe. Las primeras alarmas saltaron en el segundo trimestre del 2022, cuando Terra/Luna colapsaron. Sin embargo, los reguladores destacan la bancarrota de FTX como "especialmente reveladora" por sus estructuras de contratación centralizadas, interconectadas y opacas. Su derrumbe se produjo al conocerse el desvío de fondos de clientes a otra de las empresas gestionadas por su fundador, Sam Bankman-Fried, que provocaron los problemas de solvencia subyacentes.

La caída de FTX fue el inicio de una larga lista de bancarrotas conectadas a esta firma, como BlockFi, Genesis y Gemini, pero no tuvo consecuencias sistémicas para el conjunto del sector bancario por su exposición reducida al conjunto del sector de los criptoactivos. Pese a que el impacto en el sector financiero tradicional ha sido limitado, sí ha afectado de lleno a ciertas entidades, como Signature Bank, el banco caído en desgracia junto al Silicon Valley Bank. De ahí que una de las advertencias de los reguladores se dirijan a los particulares por la combinación de los depósitos y las criptomonedas, "en particular si se convirtiera en un medio de ahorro sustituto de los depósitos bancarios o en un medio de pago dominante".

Reforzar la regulación

Las últimas crisis en cascada del sector han reforzado la defensa de los reguladores ante los servicios financieros descentralizados, aunque la lentitud de la burocracia ha retrasado ciertos reglamentos hasta más allá de 2024. "Las autoridades continúan trabajando para proteger a los inversores individuales y acotar la externalidades sobre el sistema financiero en su conjunto, ya que el sector de los criptoactivos sigue presentando riesgos elevados", recoge el Banco de España en su informe. La única iniciativa en curso es la Junta Europea de Riesgo Sistémico (FSB, por sus siglas en inglés), que coordina a nivel internacional el trabajo de las distintas autoridades financieras y el de los organismos internacionales de emisión de estándares de la actividad financiera.

Si no se extiende más veces en el tiempo, el reglamento MiCA debería ser el primero que entre en vigor para armonizar la legislación de todos los Estados miembros de la Unión Europea en torno a los emisores de criptoactivos, plataformas de intercambio y las criptomonedas. Esta ley fue aprobada en primera instancia en julio de 2022, pero su entrada en vigor se realizará finalmente en 2024. A partir de ese momento, habrá que esperar otros 18 meses para ver sus primeras aplicaciones y también los primeros efectos sobre el sector. Hay tres tipos de criptoactivos que estarán bajo el mandato de esta ley: los llamados 'electronic money tokens', que son más estables por referenciarse al valor de una moneda oficial; los 'asset-referenced tokens', que pretenden mantener un valor estable referenciado a otro valor o derecho; y el resto. En todos los casos se deberá elaborar un libro blanco que se notifique a la autoridad competente.

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Al mismo tiempo, el Comité de Basilea implementará a partir del 1 de enero de 2025 el estándar sobre el tratamiento prudencial de las exposiciones bancarias a criptoactivos. Las medidas serán aplicadas a todos los criptoactivos, con la excepción de las monedas digitales de bancos centrales, "cuyo tratamiento será abordado en el futuro a medida que estas se vayan emitiendo". En Europa ya se ha comenzado a testar el euro digital (EURM) y en España se han iniciado las pruebas entre el Banco de España y la 'fintech' española Monei. También Reino Unido estudia el lanzamiento del 'britcoin', la libra digital, para ver sus futuros usos.

El uso del euro digital en España cobra sentido por ser la quinta economía por volumen de transacciones de criptoactivos de Europa en 2021. Unos 60.000 millones de euros se movieron en criptomonedas en el país, que supone el 2,7% de los activos financieros totales de la región, solo adelantado por Reino Unido, Francia, Alemania y Países Bajos, según el Informe de Estabilidad Financiera del regulador español de 2021. En 2022, sin embargo, el efecto FTX produjo una contracción del 6% del mercado de criptomonedas en España y su valor descendió a los 368 millones de euros.