ENERGÍAS RENOVABLES

España se prepara para ser la hidrogenera del norte de la Unión Europea

  •  El país podría exportar dos millones de toneladas de hidrógeno verde al año a partir de 2030, lo que supondría el 20% de la producción esperada en la región

El llamado hidrógeno dorado tiene un gran interés económico

El llamado hidrógeno dorado tiene un gran interés económico

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 Cada verano, miles de turistas provenientes del norte de Europa se agolpan en los aeropuertos para reclamar su pedacito de sol en las playas españolas. La imagen se repite anualmente desde hace 50 años, pero ahora su interés por el clima de España tiene otro sentido. Sus aproximados 300 días soleados han permitido triplicar la producción de energía solar fotovoltaica en los últimos tres años, y junto con el buen momento de la energía eólica, hacen de España un lugar atractivo para la producción barata de hidrógeno verde. Los cálculos del sector apuntan a una generación de 21.000 millones de metros cúbicos, equivalentes a dos millones de toneladas de hidrógeno al año, para después de 2030, lo que supondría un 20% de la producción esperada por la Unión Europea y especialmente por los países del norte.

“España tiene un alto potencial para ser el centro del hidrógeno de Europa junto a Portugal”, asegura Bruno Esgalhado, socio de McKinsey & Company, aunque la limitación de su país vecino en materia de infraestructuras le da una ventaja adicional. Las 2.500 horas de sol al año han permitido triplicar la producción de energía fotovoltaica, y junto a la riqueza eólica del país, suponen más de la mitad de la energía producida en España con el 52,5%, según datos de Red Eléctrica.

Son buenas noticias para la producción del hidrógeno verde: al depender en su mayor parte de las energías renovables, desciende el precio. “Al tener la Península Ibérica el coste de energía más barato de Europa, se podría ofrecer el hidrógeno verde a precios más competitivos que en países como Francia o Alemania”, añade Esgalhado. En concreto, explica Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2), “se plantea la posibilidad de producirlo en torno a 1-2 euros/kilogramo (menos de la mitad del coste actual, que se comprende entre los 5,5 y los 6,5 euros/kilogramo) para el año 2030” frente a los 2 euros/kilogramo de otros países europeos. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés), España será el onceavo país donde se produzca el hidrógeno verde más barato del mundo y el primero en Europa.

Hidrógeno por tierra y mar

Con el objetivo de avanzar hacia la descarbonización y de eliminar la dependencia energética, la Comisión Europea aspira a producir y utilizar localmente 10 millones de toneladas anuales de hidrógeno verde para mediados de 2030. En el caso español, el Gobierno ha establecido en su Hoja de Ruta del Hidrógeno alcanzar una potencia de electrolisis de 300 megavatios (MW) a 600 MW en 2024 y de 4 gigavatios (GW) y medio millón de hidrógeno verde para 2030 dirigido a consumo nacional. Según las estimaciones de Cepsa, este datos podrían ser “más del doble, por lo que podríamos llegar a exportar el 50% si proyectamos a 2040 y 2050”, señala su director de hidrógeno, Joaquín Rodríguez. Países Bajos, Alemania, Reino Unido y el norte de Francia son algunos de los clientes potenciales por su gran demanda de energía: “Buscan esta solución de energía renovable porque temen la deslocalización de su industria”, esgrime Rodríguez.

Esta meta exportadora ya está presente en algunos de los proyectos más relevantes, planteados para llegar al norte de Europa tanto por tierra como por mar. Sobre el terreno destaca el primer corredor de hidrógeno de la Unión Europea, el H2Med, que conectará Portugal, España, Francia y Alemania mediante una inversión estimada de 2.500 millones de euros. BP será una de las empresas del Clúster del Hidrógeno de la Comunidad Valenciana, impulsado por ellos, para exportar parte del hidrógeno verde a través de este corredor: “España tiene que ser capaz de aprovechar la oportunidad única de ser no solo independiente energéticamente, sino de convertirse en exportador de energía”, afirman desde la compañía.

Otro tubo transfronterizo será el que transporte el hidrógeno entre Celorico da Beira (Portugal) y Zamora. Enagás ha diseñado dos grandes hidroductos internos que conectarán los centros de producción de este tipo de energía con los los polos industriales de consumo y dos almacenamientos subterráneos. En total, el plan asciende a 4.926 millones de euros para conectar Huelva, Puertollano (Ciudad Real), Zamora y Gijón por un lado, y por otro Gijón, Barcelona y Cartagena. Los almacenamientos se situarán en Cantabria y País Vasco.

En el ámbito marítimo sobresale el corredor impulsado por Cepsa y el puerto de Rotterdam para exportar 4,6 millones de toneladas de hidrógeno verde en 2030 desde el puerto de Algeciras. La energía se producirá en su Parque Energético San Roque, situado en las inmediaciones de la Bahía de Algeciras, y han apostado por la la entidad portuaria holandesa “porque es el punto de entrada al norte de Europa, más del 13% de la demanda energética europea entra por transporte marítimo a partir de este puerto”, justifica Rodríguez.

Además de jugar un papel fundamental en la exportación del hidrógeno verde, España cuenta con un rol muy importante como concentrador de esa energía que entrará en el país para ser distribuida en Europa: “Hay que destacar que otras geografías, como Latinoamérica o la costa del Mediterráneo, desde Marruecos hasta Egipto, van a querer exportar hidrógeno a ese norte de Europa”, subraya Brey. Y lejos de ser una amenaza para ser un “hub” energético, el presidente de la AeH2 señala que es una buena noticia, “ya que el puerto natural de entrada de ese hidrógeno verde latinoamericano y mediterráneo en Europa va a ser en muchas ocasiones la Península Ibérica”.

Más inversiones

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El incremento de producción del hidrógeno verde es esperado por múltiples sectores, pero principalmente por aquellos de difícil electrificación. “Hablamos de industrias que a día de hoy son intensivas en consumo de hidrógeno de origen fósil, el llamado hidrógeno gris, que proviene del reformado de gas natural”, especifican desde BP. La cerámica, la química o la movilidad (transporte pesado principalmente), que conforman las industrias termo intensivas, serán las siguientes en beneficiarse de este tipo de energía limpia. En general, su uso dependerá, además de su precio, “porque se penalice económicamente cualquier actividad que contamine”. “Será entonces cuando se podrán equilibrar los precios y España se posicionará como uno de los grandes productores y exportadores”, manifiesta Marciano Sánchez, responsable de la unidad de consultoría y formación del Centro Nacional del Hidrógeno.

Pero antes, el gran desafío es “respaldar la inversión a corto, medio y largo plazo para garantizar que haya suficiente hidrógeno verde disponible para satisfacer las necesidades energéticas”, apunta Sánchez. Según los cálculos de McKinsey & Company, para alcanzar el compromiso de cero emisiones netas “sería necesaria una inversión anual de 85.000 millones de euros al año en España hasta 2050”. Por el momento, el Gobierno ha concedido los primeros 200 millones de euros en ayudas para impulsar 37 iniciativas relacionadas por el hidrógeno verde y en las próximas semanas se sumarán otros 140 millones de euros. El Perte de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (PERTE ERHA) destinará más de 16.300 millones de euros entre fondos privados y aportaciones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.