IA

Adaptical, la aplicación que crea exámenes a partir del contenido teórico

  • La ‘start-up’ Adaptical facilita el trabajo a los docentes y aumenta el rendimiento de los estudiantes

La oficina de Adaptical, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona)

La oficina de Adaptical, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) / 'activos'

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Aclamada y temida a partes iguales, la inteligencia artificial (IA) está tomando partido en las tareas más básicas del día a día de las sociedades tecnológicas. Esta herramienta está detrás de los asistentes de voz, de la geolocalización de los vehículos, de las casas inteligentes y ahora, además, se abre paso en las escuelas.

Adaptical es una start-up que nació de la mano de tres ingenieros que se conocieron en la universidad y que tiene el objetivo de facilitar la tarea de los docentes, así como de adaptar -y hasta personalizar- los contenidos didácticos de tal forma que sean digeribles para la innegable diversidad de alumnos. Las primeras fases del proyecto se desarrollaron a partir de 2018, pero no fue hasta 2020 que se fundó la empresa. Y en 2021 se incorporaron los primeros trabajadores de una plantilla que ahora cuenta con 13 personas. Todos reman hacia la misma dirección: el desarrollo de tecnología que innove en el ámbito de la educación, donde la "inteligencia artificial tiene mucho recorrido por delante", explica el CEO de Adaptical, Alan Fusté.

Pruebas a medida

Él y Xavier Velasco -el tercer fundador se desvinculó del proyecto- son dos ingenieros informáticos y de sistemas de telecomunicaciones catalanes de 27 y 25 años, respectivamente. Ambos decidieron concretar todo el trabajo que llevaban desarrollando desde 2018 en Mathew, una solución que crea exámenes a medida a partir del contenido teórico que el profesor le ha introducido previamente. Estos ingenieros calculan que los docentes dedican de media una hora y media a la elaboración de cada prueba, pero esta aplicación es capaz de hacerlo en menos de un minuto. También es capaz de adaptarla a cada alumno, a través de un test previo de conocimientos y de aptitudes pedagógicas. De momento, esta personalización se está llevando a cabo como programa piloto en la materia de matemáticas, pero el objetivo es hacerla extensiva a las demás.

También es capaz de preparar las recién llegadas situaciones de aprendizaje, protagonistas de la nueva ley de educación, la LOMLOE. Y están desarrollando un proyecto para mejorar la tutorización a partir de la predicción del rendimiento escolar. "Somos capaces de predecir qué nota van a sacar los alumnos con menos de un punto de margen de error", asegura.

¿Reemplazar al profesor?

Mathew hasta corrige. "O hace una corrección previa", aclara Fusté. Porque el objetivo "nunca es sustituir al docente, sino hacerle la vida más fácil", ahonda. Y es que Adaptical no es la primera herramienta que hace tambalear los cimientos de los sectores profesionales tal y como se conocían hasta ahora y que las instituciones se pongan las pilas en la regulación de las tecnologías que usan la IA.

Por ejemplo, mucho se ha especulado con el polémico ChatGPT, un chatbot que conversa con los usuarios, respondiendo a sus preguntas e incluso redactando todo tipo de textos, incluyendo los creativos. "El problema principal del chat es que no sabes si lo que te dice está bien o mal, aunque da la sensación de que es correcto", afirma Fusté. "Es una herramienta tecnológicamente muy potente, pero no tiene sentido en un entorno educativo", sentencia.

Interés de Juan Roig

El proyecto contó con una inversión inicial de 30.000 euros. En julio del año pasado cerró una ronda de inversión de 170.000 euros, en la que participaron ocho business angels. Y en mayo de este año lanzarán una de un millón. Esta aspiración llega después de que Lanzadera, la aceleradora de Juan Roig -dueño de Mercadona-, se interesara por el proyecto en septiembre de 2022. "En aquel momento no pudimos acceder a financiación a través de ella porque no teníamos ninguna ronda abierta. Pero ahora sí que la tendremos", afirma el CEO.

De momento, monetizan a partir de un modelo de suscripción que va desde los 250 euros al mes para todo el centro hasta los 400 euros, según las funcionalidades que contraten. "La diferencia principal es que la licencia básica mejora el día a día de los docentes, mientras que la avanzada también mejora el rendimiento de los estudiantes, porque les adapta el contenido y eso tiene resultados", detalla.

Los artífices facturaron 173.000 euros en 2022 y este año pretenden rozar los 500.000 euros y cerrar una ronda de un millón

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Cuentan, por otra parte, con una licencia pensada para editoriales y demás empresas. Y, en breve, lanzarán una para aquellos docentes que decidan contratarla a título personal por una cuota mensual de 8,99 euros. Los creadores de esta herramienta calculan que con ella los profesores podrán reducir hasta en un 20% el tiempo de dedicación. Aunque todavía no son rentables y no esperan serlo hasta finalizar 2025, lo cierto es que el año pasado facturaron 173.000 euros y este año pretenden cerrar en 485.000 euros. Ya trabajan con una treintena de clientes, incluida la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

Este proyecto se presentará en el EdTech Congress de tecnología educativa, que tendrá lugar el 19 y 20 de abril en el edificio de la Universitat Pompeu Fabra (UPF)-Ciutadella, en Barcelona.