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Inflación con dos caras

El frenazo en el índice general del IPC esconde una cesta de la compra aún en cotas récord

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Interior de un supermercado.

Interior de un supermercado.

La estadística puede ser engañosa. La inflación se ha frenado en marzo hasta el 3,3%. Llamativo si compara con febrero, que era del 6% y mirando aún más por el retrovisor, en concreto un año, que era el 9,8%. Ahí radica la cuestión. En marzo del año pasado, un mes después de que la Rusia de Vladimir Putin decidiera atacar Ucrania, los impactos de ese conflicto se trasladaron al índice de precios de consumo (IPC) por la vía de los precios de la energía y los carburantes.

El nivel general de precios escaló un 3% de un mes a otro, de febrero a marzo. Algo que no se veía desde hacía 45 años. Emes actual, la subida ha sido del 0,4% y con los precios energéticos moderados. Y se produce el denominado 'efecto escalón': al compararse con niveles muy elevados, el índice general se frena: del 9,8% al 3,3%. Pero lo cierto es que los precios no bajan sino que suben.

Estas cifras, que son preliminares y que no detallan todavía la evolución de todos los productos y servicios hasta mediados del mes que viene, esconden otras mucho menos positivas. Por ejemplo, la evolución de la cesta de la compra. Basta con ver la inflación subyacente (que es la más estructural al excluir precios volátiles como los de la energía y los alimentos no elaborados), que apenas ha bajado una décima en un mes, del 7,6% al 7,5%.

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Eso significa que ni la supresión del IVA en producto básicos ni la reducción del gravamen del 10% al 5% en los aceites y pastas ha surtido mucho efecto. El Estado ha ingresado menos y se han beneficiado sobre todo quienes más gastan, que son las rentas más altas, según un estudio de Esadecpol.

Quizás hubiera sido mejor focalizar las medidas y centrarlas en quienes más las necesitan, las familias vulnerables, por la vía de cheques, bonos o ayudas para hacer la compra. Aún estamos a tiempo de corregir. De lo contrario no nos quedará más remedio que hacernos ilusiones y elegir el índice general de inflación (3,3%), pero el problema es que es más 'real' el otro, que afecta los alimentos y que ya alcanzó en febrero un alza récord del 16,6%. Y se verá otros meses.

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