Círculos concéntricos

Los tres tentáculos españoles de Chris Hohn

  • Tres empresas españolas del Ibex 35 tienen como accionista al fondo que controla el mayor filántropo de Europa: Cellnex, Aena y Ferrovial.

Christopher Hohn, fondo británico The Children’s Investment Fund (TCI)pher Hohn

Christopher Hohn, fondo británico The Children’s Investment Fund (TCI)pher Hohn / 'activos'

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En 2014 fue investido Caballero de la Orden de San Miguel y San Jorge del Reino Unido. Aquel mismo año acordaba pagar a su primera esposa, Jamie Cooper, 530 millones de dólares en su acuerdo de divorcio, batiendo en aquel momento todos los récords de separación oficial. Hijo de un emigrante de origen jamaicano y de una secretaria, Chris Hohn (Addlestone, Inglaterra, 1966) se ha erigido como uno de los inversores y filántropos más influyentes del mundo. También es una de las grandes fortunas del planeta. Según Forbes ocupaba la posición 288 con 8.000 millones de dólares, una cifra que ha visto reducida en un 15% este año.

Hohn dedica las ganancias de sus inversiones a través de su fondo TCI a financiar su salario vía dividendos, que en un buen año puede llegar a los 480 millones anuales, a pagar a sus equipos y a financiar su obra benéfica: Children’s Investment Fund. Se autodefine como una de las mayores fundaciones del mundo, con unas inversiones anuales de 2.182 millones repartidas en África y Asia.

Licenciado en Economía por la Universidad de Southampton y MBA por Harvard escaló todos los peldaños de la banca de inversión, pasando por Apax Partners (fondo que llegó a tener en cartera a Panrico y La Bella Easo, entre otras empresas españolas) y Perry Capital. En 2003 lanzó su gestora y la fundación.

TCI tiene ya 40.000 millones en activos, pero su influencia escapa a unas cifras que son ínfimas comparado con los activos que mueven los grandes fondos soberanos y gestoras como Blackrock, Vanguard o Fidelity. Hohn se ha convertido en un inversor activista, que no solo mueve dinero, sino que no tiene tapujos para intentar remover los cimientos de los gobiernos corporativos de las empresas en que es accionista. Sus mandamientos pasan por lograr que las empresas se tomen en serio las medidas para luchar contra el cambio climático y progresar en su descarbonización. En 2020, Hohn logró que el grupo de aeropuertos controlado por el Estado, Aena, de la que era consejero y donde hoy tiene el 6,3%, fuera la primera en el mundo que votara en su junta de accionistas una resolución en política climática para favorecer la reducción de emisiones.

Este año también ha aprovechado para pedir -como ha hecho con Alphabet, matriz de Google- que despida a más empleados hasta llegar a 150.000, o para urgir al grupo español Cellnex que despida a su presidente. Aún no ha logrado que Alphabet despida a 35.000 personas más para llegar al objetivo; pero el consejo de Cellnex sí ha cedido a las pretensiones de Hohn y ha cesado a su presidente, Bertrand Kan, por la consejera independiente Anne Bouverot.

TCI es el primer accionista de la empresa de torres de telecomunicaciones, líder europea, con un 9% del capital, por delante de la gestora de la familia italiana Benetton. Desde su salida a Bolsa en 2015, Cellnex -antigua Abertis Telecom- ha sido una historia de éxito frenada en bolsa en el último año. Creció a base de adquisiciones -35.000 millones- financiada en buena parte con deuda. En febrero, la compañía anunciaba que su deuda neta ascendía a 16.900 millones de euros, el 77% afectada por el aumento de tipos. Más números de 2022: ventas de 3.500 millones y un ebitda de 2.630.

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En enero, quien lideró el crecimiento de Cellnex, su consejero delegado Tobías Martínez, anunciaba por sorpresa su retirada. ¿Las causas? Según personas cercanas a él: reconocimiento de fin de etapa que obligan a dar paso a un nuevo liderazgo. Empezaba la etapa de consolidar. ¿Problema? Cellnex señaló que Martínez se iría en junio y que la empresa encargaba a una empresa cazatalentos la búsqueda de un sustituto. En la cúpula de la organización:nervios y parálisis. Una norma básica de todos los protocolos de buen gobierno consideran esencial tener la sucesión en cargos ejecutivos de primer nivel bien atada en el momento en que se anuncia la sustitución. Hohn criticó, como accionista, esta demora y urge a una decisión inmediata.

El papel de Hohn en España tiene una tercera pata: Ferrovial, la constructora en que es el tercer accionista con un 7%. Su posición respecto al cambio de sede de la empresa controlada por Rafael del Pino también ha sido clara: invirtió 200 millones más desde el anuncio y felicitó al constructor por la decisión. A Sir Chris Hohn no se le escapa nada. Las acciones subieron tras el anuncio. Todo un plan.