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Los Lehman Brothers de 2023

La falta de credibilidad de los bancos multiplica el número de herederos del gigante de Wall Street que cayó en 2008

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Escándalo Lehman Brothers 8 Richard Fuld, el expresidente de Lehman Brothers, cuando testificó ante la comisión del Capitolio. 

Escándalo Lehman Brothers 8 Richard Fuld, el expresidente de Lehman Brothers, cuando testificó ante la comisión del Capitolio.  / REUTERS / JONATHAN ERNST

El fantasma de Richard Fuld sigue muy vivo. Quién no recuerda al financiero conocido como el Gorila por sus conductas agresivas y temerarias que llevaron a la quiebra al banco de inversión que presidía, Lehman Brothers, en 2008. La desintegración de la entidad estadounidense, permitida por las autoridades, desató el pánico en los mercados, contagió al sistema bancario y provocó la mayor crisis financiera de la historia reciente.

Viví la crisis en directo y desde su epicentro, Nueva York, adonde me había mudado un año antes como corresponsal del diario Expansión en Estados Unidos. Mi casa estaba a escasos metros de la torre de Lehman, situada en la Séptima Avenida, y cada día pasaba por delante de camino a la sede del diario, situada entonces en el edificio del Financial Times.  

A todos nos sorprendió la vertiginosa caída de Lehman, por mucho que supiéramos de sus dificultades y de que tres meses antes asistiéramos a la presentación de resultados del banco. Era un 16 de junio y Fuld ya anunciaba que los 2.800 millones de dólares de pérdidas del segundo trimestre de su ejercicio, eran "muy decepcionantes" y asumía la responsabilidad por ello. Todavía guardo las notas manuscritas de aquella presentación, igual que una taza de café con el logotipo del banco.

Es inevitable pensar hoy en aquellos días, ante las turbulencias por las dificultades sufridas por Silicon Valley Bank en Estados Unidos, Credit Suisse en Suiza y Deutsche Bank en Alemania. Cabe preguntarse si son los Lehman Brothers de 2023.

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En principio, la respuesta es que no. De hecho, las debilidades de estas tres entidades no están relacionadas entre sí y el sistema bancario es mucho más sólido que el de 2008. Pero dicho esto, es evidente que han desatado el miedo en los mercados, que vuelven a desconfiar de la salud de los grupos más débiles y temen el efecto dominó en un sector que niega su fragilidad. Las autoridades han reaccionado rápido y con firmeza esta vez, ante el riesgo para la estabilidad del sistema financiero, asegurando liquidez en caso de necesidad y extremando la vigilancia.

Pero unos y otros, por ahora, han sido incapaces de tranquilizar a unos mercados que quizá sobrerreaccionen, pero cuyas dudas demuestran que el principal problema del sistema financiero es su falta de credibilidad. Como muy bien dice Albert Sáez, cuanto más gritan los bancos que no les va a pasar nada, menos se lo cree la gente. Es imprescindible que el sector y las autoridades logren recuperar la credibilidad del sistema financiero para que no surjan los Lehman Brothers de 2023.

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