ENERGÍA

EiDF: las claves de un ascenso meteórico

El líder europeo en autoconsumo industrial ya vale 1.700 millones en bolsa, más que Melià y casi tanto como Sacyr o Indra

Fernando Romero, fundador de EiDF.

Fernando Romero, fundador de EiDF.

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Fernando Romero (Rentería, Guipúzcoa, 41 años) ha puesto en el mapa económico un pequeño municipio pontevedrés de unos 3.500 habitantes llamado Barro. Allí tiene su sede EiDF Solar, una compañía fundada por Romero en 2008, en pleno estallido de la crisis financiera, dedicada fundamentalmente a la instalación de placas solares en industrias. El sueño de Romero, forjado vendiendo su proyecto pyme a pyme, alumbra hoy una compañía que factura 380 millones de euros, que ha pulverizado las expectativas más ambiciosas de su plan de negocio y que cotiza en el BME Growth, la antesala del mercado continuo. El también presidente de esta compañía energética ahora en el ojo del huracán del mercado tras haber sido suspendida en Bolsa por la CNMV, explicaba a Activos el pasado mes de marzo las claves del meteórico ascenso

EiDF es ahora una empresa con una valoración bursátil (cotizó por primera vez el 7 de julio de 2021) de más de 1.600 millones de euros tras revalorizarse más del 500% desde 2022, que supera la capitalización de un gigante del turismo como Meliá y está a poca distancia de otros gigantes del Ibex como Sacyr o Indra.

-¿Entonces llegará pronto el salto al Ibex...?

-Mercado continuo [interrumpe Romero].

-Pero…

-Mercado continuo. A ver… realismo…

Realismo y concreción. Fernando Romero, en una entrevista con Activos, afirmó que el gran salto adelante de EiDF, su debut en el continuo, se producirá "antes del verano", en lo que será uno de los desembarcos en bolsa más esperados por los inversores. Y explica: "Nuestro modelo de negocio requiere capital. Una ampliación en BME Growth es complicada. Esto nos lleva a movernos. Y eso nos lleva al mercado continuo". La estrategia pasa, efectivamente, por financiar sus planes de crecimiento con una ampliación de capital de unos 150 millones, que podría llegar a 180 millones. "Mira lo que hemos hecho con la primera ampliación de 12 millones…", comenta con cierta sorna Romero.

Tres pilares estratégicos

Esta ampliación financiaría los siguientes pasos de la empresa: "Queremos impulsar nuestra unidad de generación de energía y crecer más en autoconsumo industrial, que es el corazón de nuestra actividad". Estos son dos de los pilares de EiDF, junto a la comercialización, una actividad que relanzó en 2021 con la compra de la sevillana ODF Energía, con un volumen de negocio cercano a los 100 millones. Esta estrategia (generación, comercialización e instalación) les ha llevado a ser líderes en España con una cuota de mercado del 19% y a convertirse en la primera empresa integrada de autoconsumo de Europa.

Pero los comienzos fueron duros. Romero podría acabar siendo hijo adoptivo de Barro, pero nació en Rentería (Guipúzcoa), en el camino de vuelta a Galicia de unos padres que, como tantos, tuvieron que emigrar a Suiza. Rememorar los comienzos de su actividad profesional es lo único que permite ver el lado más introspectivo de Romero, un emprendedor de una actividad desbordante ("si antes dormía cuatro horas ahora duermo dos", dice) cuyo despegue comenzó en 2010, pese a que llevaba un par de años en el proyecto: "Había una gran crisis financiera, pero también se inicia la fotovoltaica nacional y yo me apunto a ese movimiento, aunque salíamos de una crisis descomunal, los bancos no nos querían ni ver...".

Tras sortear el caos generado por la llamada moratoria eléctrica, ya en 2010 empezó a ver que "en Alemania se instalaba autoconsumo industrial". "Casi no se sabía ni qué era. Pero nos dijimos que si se daba en Alemania, porqué no iba a darse en España", añade. Y ahí comenzó el despegue. "Creímos en esto, y digo creímos porque éramos dos, una ingeniera que estaba al principio y después se fue de la compañía y a la que sustituyó un ingeniero que lleva conmigo desde 2011. Él hacía estudios y yo vendía". Romero recuerda que era "una época muy complicada. Hacíamos 24 visitas al día en Galicia porque por estadística nos daba que por cada 400 visitas cerrábamos una obra".

-¿Y eso se cumplía?

-No -ríe Romero-. Pero si no era a las 400, era a las 450 visitas. Bajábamos a un polígono y hacíamos puerta a puerta. No teníamos para pagar los peajes, teníamos que ir por la general, pero te obligabas a parar en todas las empresas que veías por el camino.

El despegue

El fundador de EiDF confiesa que hoy echa de menos aquellos tiempos -"fíjate que con un contrato de 20.000 euros nos íbamos de cena"-, a pesar de las trabas gubernamentales, primero con la moratoria y luego con el impuesto al sol, que estuvo en vigor entre 2015 y 2018. "Cuando lo derogaron, comenzó una nueva era. Creamos nuestra primera delegación comercial en Navarra, después Barcelona… Ya teníamos hechas 10.000 visitas, una barbaridad. Y empezamos a hacer revisitas, Navarra empezó a facturar… y llegamos al millón de euros, que para nosotros fue muy salvaje". 

En aquella época se forjó la actual composición accionarial de EiDF, que ahora está controlada en un 72,1% por el propio Romero a través de Prosol Energía (eche cuentas, su paquete accionarial en EiDF vale ahora más de 1.200 millones de euros, lo que le mete de lleno en el club español de los más ricos); también figuran como accionistas Alejandro Alorda, de la familia fundadora de Muebles Kettal, con el 7,6%, y Sergio Palmero, fundador de ODF, empresa ahora integrada en el grupo, con el 6,6%.

Entre los planes posampliación y salto al mercado continuo de Romero no se encuentra el de reducir su participación accionarial: "No lo tengo pensado, no. La idea es quedarme como estoy". Y al tiempo estima que la compañía tendrá un free-float (porcentaje del capital que cotiza libremente en manos de minoritarios) de alrededor del 10%. "El 28% del capital que no controlo directamente es el que ha hecho que estemos aquí. Yo ya confío en la empresa, pero ese 28% debe seguir confiando, así que si un día esto no va bien por mi gestión, seré el primero en irme". Y remacha: "Esto no es una empresa familiar, es una empresa cotizada".

Empresa que cumple

EiDF no tiene planes tampoco de crecer fuera de España e insiste en que ahora toca afianzar muy bien los pies en el suelo: "Ya lo hacemos bien… Es que tengo hasta prohibido hablar del Ibex. No estamos todavía ni en el continuo. Hablemos de ejecutar las obras que tenemos ahora, de ser más eficientes, de que al accionista le hagamos ganar más dinero… Estamos aún en tercera división en cierta manera". Rigor. En alguna presentación a expertos, ha resaltado una de las claves de la gestión de la compañía: «El mercado nos tiene que relacionar con una empresa que cumple».

Esta idea de caminar con rigor y paso a paso en el negocio no quiere decir que la empresa no tenga ambición: "Vienen dos o tres años de creación de mercado importantes, con crecimientos grandes, y luego seguiremos creciendo hasta 2030. Pero en ese camino va a caer mucha gente y el mercado se concentrará. Y en esa concentración de mercado nosotros queremos estar posicionados para ser el concentrador". Naturalmente, Romero habla de compras: "El autoconsumo en España se va a concentrar en cinco o seis empresas en su lado industrial. Si el mercado se pone de compras, habrá que valorarlo". 

Esos años de crecimiento grande, en palabras de Romero, proceden de que no solo no hay una burbuja de las renovables, sino que el mercado apenas ha comenzado. "Hay muchísimas empresas y mucho oportunista, claro. Pero no es comparable a la burbuja de la vivienda, porque en su momento vivienda ya había. Esto es más comparable al móvil. Casi nadie tiene ahora una placa solar, pero todo el mundo va a tenerla, así que fíjate si hay mercado", señala convencido. 

Según datos sectoriales, en 2022 se llevaron a cabo más de 23.000 nuevas instalaciones de autoconsumo industrial en España, con 1.625 megavatios, y se invirtieron 1.358 millones de euros. El autoconsumo, no obstante, solo genera el 1,8% de toda la demanda eléctrica nacional. Además, los datos más recientes hablan de que en España hay concedidos permisos solo en los dos próximos años para energía fotovoltaica y eólica por casi 70.000 megavatios, más de los 50.000 actualmente instalados. Hay mercado.

Lago Aves, la inflexión

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Para el fundador y primer ejecutivo de EiDF, el punto de inflexión de su compañía se produce cuando logran vender la primera gran instalación de autoconsumo en España a una compañía gallega (Lago Aves): "Hace unos días tomé un café con él, Emilio Lago. Un fenómeno como persona. Un amigo". Romero instaló las placas solares en la empresa en 2011: "Le dije a Emilio el otro día que con él empezó todo", comenta. "Perdimos dinero al hacer esa obra, cierto, pero hay que hacer algo para tener cosas que mostrar y poder vender más". Esta visión comercial es clave para la compañía. En alguna presentación para analistas, ha señalado que la clave de su éxito es que: "Somos grandísimos vendedores". No en vano la compañía ha firmado ya unas 3.000 instalaciones en España. Tras Lago Aves vinieron otros contratos importantes: "Un matadero de Ourense, Carnes Viana, y Nodosafer, un fabricante de máquinas para cortar piedra. Ellos comenzaron todo: defendieron la compañía y nos dieron clientes, contactos, referencias… En cierta manera, eran como nuestros grandes comerciales".

Pese al fulgurante crecimiento de la empresa, Romero afirma que su objetivo tampoco es llegar a ser una de las grandes eléctricas del país: "Nosotros estamos en regional y ellos en Champions. Hay que respetarlas. Además son marca España. Representan a España por muchos países y nos enorgullece". Por esto mismo, esboza un gesto de decepción cuando se le pregunta por los ataques a los empresarios por parte de miembros del Gobierno de coalición: "Me parece tan… pobre… Menos envidia y más orgullo de país. Se critican hasta las donaciones porque dicen que dan poco en comparación de lo que realmente tienen, ¡dalo tú en proporción de lo que tienes! Esto es un esfuerzo descomunal. Si fuera fácil crear una gran empresa, habría miles". Ojalá las hubiera.