Sostenibilidad

Objetivo: descarbonizar las empresas

  • Conseguir emisiones limpias cero en el año 2050, tal como pretende la Unión Europea, requiere una transformación de la economía mundial que supone un gasto medio anual de 9,2 billones de dólares 

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Vista general de la cementera de Montcada i Reixac (Barcelona)

Vista general de la cementera de Montcada i Reixac (Barcelona) / Elisenda Pons

El objetivo de la UE en 2050 es la descarbonización llena y profunda de la economía. Para el mundo empresarial supone revisar sus procesos y establecer nuevas estrategias. Es una apuesta por la oportunidad para desarrollar y trabajar la cadena de suministro, ser más competitivos y poder reducir las emisiones.

La industria produce una cuarta parte el PIB y la ocupación mundial y emite el 34% de las emisiones de gases con efecto invernadero (GEH). Esta realidad está ligada a la necesidad de confrontar la emergencia climática y la presión creciente social y política por mitigar el impacto medioambiental del sector, protegiendo la ocupación y la industria.

Para ese esfuerzo de descarbonización, se requiere una política industrial coherente con los objetivos de clima, ocupación y valor añadido de la industria. Implica colaboración entre actores empresariales, sector financiero y gobiernos en cada cadena de valor para promover el conjunto de medidas. Por ejemplo, aprovechar la proximidad de activos industriales para compartir infraestructuras, riesgos financieros y operativos, recursos naturales y sociales.

Según McKinsey, la transformación de la economía mundial necesaria para lograr emisiones limpias cero en 2050 requeriría de un gasto medio anual de 9,2 billones de dólares en activos físicos, 3,5 billones más que hoy (en global, 250 billones). Este aumento equivale a la mitad de los beneficios empresariales mundiales y a una cuarta parte de los ingresos fiscales en 2020. El impacto es desigual entre países y sectores.

¿Qué normativas llegan?

La nueva directiva sobre información en materia de sostenibilidad corporativa que modifica la de información no financiera y diversidad de 2014 hace énfasis en la cadena de valor y sus impactos. La directiva sobre diligencia, que se espera en breve, pedirá información al administrador y responsabilidad en toda la cadena de suministro y presionará para conocer la gobernanza de todos los proveedores. Será un reto establecer los mecanismos de control sin restar competitividad a la empresa.

El hormigón es el segundo material más usado por el hombre tras el agua. Es clave en la lucha contra el cambio climático

En diciembre, Europa renovó la reforma del régimen de comercio de derechos de emisiones. Las emisiones de la industria deberán bajar el 62% cara a 2030 (respecto a 2005), reduciéndose en 90 millones de toneladas el CO2 equivalente a 2024 y en 27 millones en 2025.

¿Qué es lo más relevante?

Para las empresas, la adaptación es muy importante para poder gestionar la descarbonización y cumplir con la normativa. Esta adaptación y transformación a la nueva economía sin emisiones hace que aprovechen las oportunidades y puedan salir más fortalecidas evitando riesgos. Dependiendo de la organización y el sector, la hoja de ruta para conseguir la descarbonización variará

¿Qué efectos y palancas puede utilizar la industria?

Impulsar las energías renovables; fomentar la economía circular; aprovechar los residuos industriales; la biomasa; proteger la biodiversidad; impulsar los gases renovables; generar biometano a partir de residuos orgánicos; el hidrógeno… También sustituir combustibles fósiles por alternativos... No todo es electrificable. Algunosdeberán lograr su descarbonización con soluciones alternativas sin electrificar. El RePowerEU (plan para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y acelerar la transición ecológica como consecuencia de la guerra de Ucrania-Rusia) establece como fin que el 10% del consumo de gas sea biometano.

No todos los sectores tienen una solución única. Por ejemplo, el sector marítimo (sector con menos huella de emisiones por unidad de transporte milla-tonelada) necesita de combustibles alternativos y adaptarse al desarrollo tecnológico (motores duales de amoniaco), invirtiendo en nueva flota y mejoras tecnológicas y aprovechando la economía de escala, que se puede aplicar a flotas más grandes y más eficientes, y diversificar las fuentes de combustibles. 2027 será el primer año que este sector pagará por el 100% de las emisiones.

En 2034, el Mecanismo de Ajuste en Frontera del Carbono (CBAM) afectará, entre otros, al sector del cimiento. Representa el 7% de las GEH a nivel global y un reto de transformación. El hormigón es el segundo material más usado por el hombre tras el agua. Se prevé un incremento de la población en ciudades del 55% al 70% que supondrá un alza de demanda en viviendas e infraestructuras. El cemento es clave en la lucha contra el cambio climático.

Se trabaja con nuevos materiales, nuevos procesos, más eficiencia y economía circular. Una de las palancas para la reducción de emisiones será la captura de CO2. Todo ello supondrá un esfuerzo de inversiones considerable. Para este sector poner precio al CO2 es capital para poder rentabilizar las inversiones y crear mercado. El CBAM ayuda a los sectores en los que resulta complicado la sustitución de materiales a crear un marco que les permita ser competitivos a nivel tecnológico, de productos, mientras se investiga y se encuentran soluciones alternativas. Este esfuerzo de inversiones que deben hacer las empresas para ser competitivas es el que también se exige a los productos que lleguen a Europa. La regulación es primordial, pues promueve a las industrias el diseñar y fabricar productos más eficientes. Este reto de descarbonizar también necesitará de la promoción de alianzas entre sectores para poder trabajar conjuntamente, por ejemplo, con la industria química.

Las compañías quieren ser más competitivas, pero la Administración y los legisladores deben liderar el proceso

Hay sectores en los que las emisiones son más bajas. En estos hablaremos de mayor adaptación. Por ejemplo, la gestión del agua es un sector menos intensivo en generación de emisiones de CO2. El tratamiento del agua es el 0,8% de las emisiones nacionales. Las emisiones más grandes se producen al procesar aguas residuales. A destacar que, dentro de la taxonomía financiera, el ratio no enfatiza las emisiones de CO2, sino los kWs consumidos. Por tanto, obliga a ser eficiente con el consumo de energía y fomentar la eficiencia energética. El agua residual tiene gran valor y puede generar biometano y utilizarse para que las mismas plantas sean autosuficientes en la generación de energía.

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Frente a este reto para lograr la descarbonización industrial se hace un llamamiento a una mayor coordinación entre las administraciones nacional, estatal y local para llevar a cabo las inversiones. La armonización normativa es fundamental no a nivel español-autonómico-local, sino a nivel europeo e internacional. 

La descarbonización de la economía en el sector industrial comporta una inversión para mantener la competitividad. Las alianzas dentro de la industria química, tecnológica y energética son primordiales. Conocer la actividad de la organización y la actividad de la cadena de valor que ayude a evaluar la huella de CO2. Entender la circularidad en el sentido más amplio: residuo-valor. Todas las empresas quieren ser competitivas, pero la administración y los legisladores deben ser más eficientes, avanzarse y liderar para lograr la descarbonización. Es una oportunidad para salir fortalecidos.