ENERGÍA

Alemania y España presionan para dejar fuera de la directiva de renovables a la energía nuclear

Siete países escriben a la Comisión Europea alertando de que reducirá la ambición y ralentizará el despliegue de las renovables en la UE

Kadri Simson.

Kadri Simson. / EUROPA PRESS

3
Se lee en minutos

La batalla por incluir al hidrógeno procedente de la energía nuclear en la nueva directiva de energías renovables, tal y como quieren Francia y otros ocho países del este de la UE, no ha hecho más que empezar. Siete estados miembros, con Alemania y España a la cabeza, han escrito este jueves a la Comisión Europea rechazando su inclusión en la normativa que negocian los Veintisiete porque consideran que reducirá la ambición y ralentizará el despliegue de renovables a la vez que pone en peligro los objetivos climáticos del Acuerdo de París.

 “Nuestra posición sobre el hidrógeno bajo en carbono (procedente de energía nuclear) y los combustibles renovables de origen no biológico no ha cambiado. Compartimos la opinión de que la producción y el uso de hidrógeno bajo en carbono y de combustibles bajos en carbono no deberían incentivarse a través de la directiva sobre la promoción de las energías renovables”, señala la misiva a la que ha tenido acceso El Periódico, del grupo Prensa Ibérica, y que advierte que, de incluirlo en los objetivos para 2030, “disminuiría la ambición y ralentizaría el despliegue de las energías renovables, lo que a su vez pondría en peligro la consecución de los objetivos climáticos, incluido el Acuerdo de París”.

El texto, dirigido al vicepresidente ejecutivo Frans Timmermans y la comisaria de energía Kadri Simson, los firman la vicepresidenta y ministra de transición ecológica, Teresa Ribera, así como sus colegas de Austria, Dinamarca, Alemania, Irlanda, Luxemburgo y Portugal. Estos siete países comparten la idea de que este tipo de fuentes de energía no deben contabilizarse en los objetivos globales para 2030 ni tampoco en cualquier objetivo sectorial de energías renovables. “Esto incluye nuestra clara oposición al vínculo entre los combustibles bajos en carbono y dichos objetivos en virtud del artículo 8 bis de la Directiva sobre el gas”, señala el texto.

Contraataque contra Francia y el este

Frente a sus tesis, los siete países que han decidido contraatacar la férrea defensa de la energía nuclear que mantiene el grupo liderado por Francia consideran que esta década será “decisiva” para limitar el aumento de la temperatura global y avanzar hacia la neutralidad y que “la electricidad renovable y el hidrógeno serán los principales motores de la descarbonización, ya que la capacidad adicional de energía renovable puede instalarse en plazos cortos y a costes comparativamente competitivos”, esgrimen en una misiva que responde a otra carta enviada a principios de febrero por Francia y otros ochos países del este de Europa -Polonia, Eslovenia, Rumanía, Bulgaria, Eslovaquia, Croacia, Hungría y la República Checa- solicitando la inclusión del hidrógeno bajo en carbono, como el nuclear (llamado hidrógeno rosa), dentro de los objetivos de la nueva directiva de renovables que está en discusión.

Noticias relacionadas

“En la próxima década, la nueva capacidad de energía renovable no sustituirá a otras formas de energía baja en carbono -ya que la descarbonización en la industria y el transporte en los distintos Estados miembros aún no está suficientemente avanzada- sino que desplazará a la energía fósil en estos sectores”, esgrimen. Por eso, refutan la opinión de que un marco de la UE para el despliegue acelerado de fuentes de energía renovables impida a los Estados miembros definir su combinación energética. “Contabilizar la energía baja en carbono en los objetivos renovables reduciría más bien nuestros esfuerzos climáticos y frenaría la inversión en la tan necesaria capacidad renovable adicional”, sostienen.

Los siete países firmantes de la misiva también recuerdan que la directiva sobre renovables no impide ni prohíbe a los Estados miembros utilizar otros combustibles bajos en carbono e hidrógeno pero recalcan que puede haber países de la UE que quieran optar por descarbonizar sus economía solo con renovables. “Este es nuestro camino preferido ya que consideramos que es el único seguro y sostenible hacia la neutralidad climática y la seguridad energética”, advierten aunque “abierto a discutir” el uso del hidrógeno nuclear en el marco regulatorio sobre el gas.