La dueña de Endesa arranca su ‘macroplán’ de desinversiones con su salida de Rumanía por 1.260 millones

El grupo italiano Enel, dueño de Endesa, ha puesto en marcha un ‘macroplán’ de venta de activos para reducir su enorme deuda en 21.000 millones de euros (10.000 millones de ingresos por las operaciones y otros 11.000 millones más por dejar de contabilizar la deuda de los negocios que venta).

La compañía transalpina desveló su estrategia de desinversión el pasado noviembre como parte de su nuevo plan estratégico hasta 2025, y en ella ha incluido la próxima venta este mismo año de la cartera de clientes de gas en España que controla Endesa. A la espera de que se concrete esta operación con impacto directo en el mercado energético español, el grupo ya ha ejecutado la primera gran desinversiones de su plan.

Enel ha alcanzado un acuerdo con la griega Public Power Corporation (PPC) para venta de todos los activos que tiene en Rumanía por un importe de 1.260 millones de euros, que puede ser mayor en función de un pago variable por la evolución del negocio. La energética italiana abandonará así el mercado rumano, en el que está presente desde 2005, cuando cierre formalmente la operación previsiblemente en el tercer trimestre de este año, cuando consiga las autorizaciones de las autoridades de competencia.

La eléctrica italiana calcula que la venta del negocio en Rumanía tendrá un impacto positiva en su deuda neta de unos 1.700 millones de euros (100 millones en las cuentas de 2022 y el resto en las de este año), pero también restará unos 1.400 millones en esos dos mismos ejercicios a su partida de ingresos netos, incluidos 600 millones por la liberación de la reserva de divisas durante este año. El grupo calcula que la operación no tendrá un impacto significativo en su resultado ordinario.

Movimientos para la venta en España

Enel, que controla un 70% del capital de Endesa, pretende aprovechar su nuevo plan estratégico y su estrategia de desvinversiones reorganizar los mercados en los que opera, con el objetivo de concentrar su actividad en seis países que considera clave: Italia, España, Estados Unidos, Brasil, Chile y Colombia. Una operación que conllevará su salida de Rumanía (ahora ejecutada), Perú y Argentina a lo largo de este año.

Pero incluso en los países en que pretende centrar sus esfuerzos de crecimiento lo hará sin mantener toda su actividad actual y lanza un plan de desinversiones con el objetivo de completarlas a lo largo de 2023. Es el caso del mercado español, ya que Enel ha incluido en su estrategia de desinversiones la venta de toda la cartera de clientes de comercialización de gas que tiene en España.

La nueva hoja de ruta de Enel contempla que "cristalice el valor de la cartera de gas en España", que supondría desprenderse de su portfolio de clientes de gas, que hasta diciembre ascendía a 1,8 millones de usuarios. Endesa y su matriz confirmaron ya el año pasado, con la anterior actualización de su hoja de ruta de futuro, que pretenden abandonar la producción de electricidad con centrales de gas antes de 2040. Ahora pretenden hacer caja de manera anticipada también con la cartera de clientes.

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El consejero delegado de Endesa, José Bogas, reconoció hace unas semanas, en la presentación de los resultados anuales de 2022, que ya se han establecido contactos de cara a la venta del negocio de comercialización de gas y que habían detectado el interés de varias compañías candidatas para la operación, pero sin avances demasiado concretos de momento.

La italiana Enel pretende conseguir gracias a todas las desinversiones previstas un objetivo de deuda neta entre los 51.000 y 52.000 millones de euros a finales de este año, reduciendo el endeudamiento en torno a un 25% desde los 69.000 millones que arrastra actualmente.